Capitulo 9: Rosas en la Penumbra

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Tome a ese humano de los brazos y lo arrastre hasta la zona de reunion, cerca de las afueras de la aldea, alli esperaba encontrar a Labradorita y Cristal, se supone que los tres teniamos la misma misión, pero no me sorprenderia si ambos hicieron cualquier otra cosa en vez de seguir instrucciones. Para mi suerte se encontraban justo donde quedamos, Cristal batallaba en llevar el cuerpo de uno de los humanos mientras Labradorita cargaba con un cuerpo sobre cada hombro.
- ¡Hey Onix! - me grito a la lejania poniendo sus manos alrededor de su boca - ¡¿Solo llevaras un humano?! ¡Recuerda que Morganita nos pidio subir la cuota!
- ¡Solo pude atrapar uno! - le respondi - ¡los demas huyeron cuando pudieron!
- ¡Pues apresurate que debemos estar antes de que caiga la cosa amarilla de la cosa azul!
- ¿Te refieres al Sol y al cielo? - escuche decir a Cristal
- Como se llamen. - le respondio Labradorita
Los tres, ya estando juntos, nos dirigimos hacia el lugar donde fuimos creados: el Kindergarden, el hogar de muchas gemas como nosotros y tambien el deposito de los cuerpos o lo que sea que sean que cazabamos dia con dia.
Todo estaba muy movido a nuestra llegada, las Grandes Lideres miraban desde lo alto, protegidas por un par de gemas enormes a sus lados, como todos los dias los Inyectores creaban más y más como nosotros, las gemas obreras extraian más gemas del fondo de la tierra y algunas de las cuevas producidas en las montañas, mientras tanto los cazadores entregabamos los cuerpos recolectados a Morganita, una alta y esbelta gema encargada de hacer lo que sea que hiciese con esos extraños seres invasores.
Ultimamente las cosas han estado un poco tensas, no sabemos bien lo que ocurre pero gemas soldado estan saliendo y entrando constantemente, en ocasiones heridas o hasta reducidas en número, según el entrometido de Labradorita escucho a Berilio y Amazonita hablando sobre tacticas de batalla contra una tal Quarzo.
- ¿Que creen que este pasando? - pregunto Cristal al ver a las gemas soldado formadas frente a Sodalita mientras avanzabamos para llegar con Morganita.
- Sera mejor no meternos en los asuntos de los rangos superiores. - le respondi cauteloso
- Que aburrido eres Onix ¿que no te gustaria ser una gema soldado como ellas? - comento Labradorita con esa sonrisa fanfarrona que siempre se cargaba
- Prefiero acabar con esta especie invasora a solo marchar y marchar todo el día.
Cristal bajo la mirada por un momento, desde que todo el movimiento por Quarzo comenzo ella habia estado extraña, siempre pensativa y callada a diferencia de quien solia ser, antes su cuota maxima de cuerpos era de hasta 15, ahora a duras penas solo logra conseguir uno o aveces nada.
- ¿Pasa algo Cristal? - le pregunte al verla cabizbaja
- ¿hm?.. ¡Ah nada! No te preocupes Onix, estoy bien, solo.. reflexionaba un poco..
- ¿Pasa algo malo? - su mirada decayo mas tras esa pregunta.
- ¿Es sobre Dolomita verdad? ¡voy a volarle la gema de una patada otravez! - y una vez más la agresividad de Labradorita salio a la luz.
- No es eso.. chicos ¿podemos vernos hoy en la Hora Estrellada sobre las afueras de Kindergarden? - la forma susurrante en que hablo la hizo sonar misteriosa.
- Claro pero ¿y la revisión? Si ven que no estamos se podria armar.
- ¿Aun puedes crear replicas de sombras?
- Seguro pero...
- Onix, deja de poner "peros" y veamonos, tengo algo que decirles y ahora no es el momento adecuado. - por alguna razón comence a notarla agitada
- Cristal es mucho mas lista y valiente que tu viejo.. ¡ouch! - di un codazo al costado de Labradorita
- Esta bien ¿cual es el plan?
- Nos escabulliremos antes de que suena la alarma de revisión, distraeras al guardia con tu habilidad para cegar a otras gemas, sera breve, en cuanto estemos fuera crearas nuestras replicas hechas de sombras, asi no nos descubriran.
El plan no sonaba tan mal, asi que lo pusimos en marcha. Cuando el Sol cayo del cielo llego la hora de revisión, logramos salir de nuestros agujeros sin ser vistos ya que pude cegar a la guardia por un instante, no fue dificil para Labradorita y Cristal ya que ellos no estaban muy lejos del suelo, pero mi cueva se ubicaba casi en la cima de la montaña, si no fuera por que pude transportarme entre sombras no se que hubiese hecho. La habilidad espejismo de Cristal tambien fue muy util, gracias a ella pudimos atravesar a las demas vigilantes con exito ya que creo reflejos de otras guardias para que no nos reconocieran.
Tan pronto estuvimo fuera de Kindergarden continuamos avanzando hasta estar lo suficientemente lejos, o hasta que Cristal estuvo segura de que lo estabamos, todo esto era bastante extraño de por si, pero creia que al menos al fin ibamos a saber porque Cristal estaba tan diferente.
- Creo que aqui esta bien. - dijo Cristal sacudiendo el polvo de su vestido claro
- Estamos lejos de Kindergarden y a medio camino de la faccion atalaya de Diamante Azul, no nos encontraran por aqui. - Labradorita era muy bueno conociendo el terreno
- ¿Que era lo que querias decirnos? - pregunte a Cristal
Desvio la mirada de nosotros por un momento, acaricio su gema resplandecirnte ubicada en su pecho y suspiro, no comprendia bien lo que le pasaba.
- Lo que estoy a punto de decirles es dificil, pero confio en ustedes dos, los dos unicos a los que puedo llamar "amigos"...
Labradorita y yo nos miramos las caras con la misma expresión, mezcla de expectación y preocupación, Cristal se aclaro la garganta, se notaba nerviosa.
- Veran... ¿que dirian ustedes si la raza humana no es la invasora de este planeta?
La pregunta de Cristal fue extraña, provoco que Labradorita y yo nos miraramos de nuevo.
- ¿Que? ¿A que te refieres con eso? - pregunto Labradorita
- Lo que nos han dicho es mentira chicos, mentira de las Grandes Lideres.
- Eso no es posible Cristal ¿como ellas nos mentirian a nosotros? ¿Porque habrian de hacerlo? - por alguna razón senti que una sensacion extraña dentro de mi, algo como un vacio.
- Ellas quieren que eliminemos a la raza nativa de este planeta, por eso nos piden los cuerpos con la excusa de usarlos como combustible para suministrar los Inyectores.
- ...¿Que?...
Labradorita miraba a Cristal con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido, yo no podia creer lo que Cristal estaba diciendo, mire al suelo, trataba de digerir lo que habia escuchado pero era muy confuso.
- Eso es imposible, las gemas hemos habitado este planeta desde el comienzo, eliminamos a esa raza por que tuvo la osadia de invadir nuestro hogar y eliminar a muchos de nosotros ¡incluso tuvieron el descaro de asentarse en nuestro planeta!
- Eso es lo que nos han hecho creer Onix, la realidad es muy diferente. - La voz de Cristal parecia a punto del quiebre.
- ¿Quien...quien te ha dicho esas cosas? - pregunto Labradorita acercandose a Cristal
- ....Nos lo dijo Rose Quarzo...
- !!!!!
Diamante Rosa era una de nuestras Grandes Lideres, hasta que desapareció un día sin decir nada, las otras Diamante nos habían dicho que fue asesinada y destrozada por Rose Quarzo, la lider de la rebelión, lo cual desato nuestra ira y comenzamos a destruir más y más de los rebeldes y de la especie invasora: los humanos, quienes ahora eran sus aliados.
- Se que todo esto es dificil de asimilar pero si vinieran conmigo comprenderían que....
- ¿Has estado con ella? - Pregunto Labradorita apretando sus puños.
- La verdad si, es una gema maravillosa, si ustedes la conocieran...
- ¿Y como podemos saber que es cierto? ¿Cómo estas tan segura de que esa tal Rose dice la verdad? - su mirada y su expresión lo decían todo, Labradorita estaba tan confundido como yo, su ira comenzaba a hervir.
- Labradorita calmate - intervine - recuerda que Cristal es nuestra amiga.
- Si... ¡y una traidora!
Cristal y yo nos estremecimos por dentro al escuchar las palabras llenas de enojo de nuestro amigo.
- ¿Una que...? - Cristal retrocedio, una lagrima cayo por su ojo.
- Ya habia escuchado rumores de una tal Quarzo que se estaba levantando contra las Grandes Lideres, una traidora, y tu has estado con ella ¡eso te convierte en traidora!
- ¡Labradorita yo no...! - Cristal comenzó a llorar, por mas que intentaba hablar Labradorita la interrumpia
- ¡Callate! ¡Solo hablas para decir mentiras! ¡No eres mas que una gema traidora!
Cristal pusos sus manos sobre su rostro, sus sollozos hicieron mella en mi, sin duda las palabras de Labradorita la estaban destrozando.
- ¡Oye calmate no le hables asi ¿que rayos te crees?! - le grite furioso
- ¡¡Nadie me dice que me calme y menos tu Onix!!
La gema de Labradorita, ubicada en su rodilla derecha, comenzó a brillar haciendo aparecer en su pierna una bota de hierro, el arma con la que tanto amaba patear y destruir, quede paralizado por un momento, Cristal no dejaba de llorar, Labradorita se acercaba y sabía a lo que estaba dispuesto, invoque con dificultad mis dagas, justo a tiempo para detener una de las patadas de mi amigo directo a mi cabeza, tome su pierna y lo arroje hacia un lado, el aprovecho la fuerza del empuje para impulsarse y arremeter con otra de sus patadas, logre esquivarlo, Cristal gritaba pidiendo que dejaramos de luchar pero era inutil, cuando Labradorita comenzaba a pelear nada podia detenerlo, ni siquiera la gema que el solia amar. Otra patada vino hacia mi esta vez de frente directo a mi pecho, absorbi el golpe y usando la fuerza del impacto devolvi el golpe de Labradorita en forma de corte directo a su rostro, cortandolo por un lado, Labradorita se tambaleo, retrocedio cubriendo la herida con su mano, pudo notar que salia sangre naranja de ella, su furia aumento expresandolo a manera de rugido, corrio hacia mi y giro en el aire para golpear mi cabeza, pero logre sostenerlo una vez mas, esta vez volvi a cortar su rostro pero encima de su ojo derecho saltando por encima de el, en el mismo salto gire y pude tomarlo del cabello, arrojandolo hacia enfrente, Labradorita impacto contra el suelo, se levanto, nos miramos, ambos jadeabamos cansados por la batalla, mire a Cristal, estaba de rodillas con las manos en su rostro, era angustioso ver como sollozaba en soledad, verla me distrajo lo suficiente para que Labradorita pudiera conectar una dolorosa patada en mi costado, mi zona mas vulnerable, por un momento senti que el suelo desaparecia, cai sobre mi costado apoyado en mi mano, pero el no tuvo piedad, volvio a patearme pero esta vez en el rostro, el golpe hizo que me desvaneciera por un momento.
- ¡¡Oniiiiix!! - escuche gritar a Cristal desgarradoramente.
Todo era borroso, apenas podia abrir mis ojos, pero pude ver luces acercandose a nosotros a la distancia, pude escuchar tambien la marcha en perfcta sincronia de las gemas soldado.
- Son ellos... - dijo Labradorita - ¡Ayuda! ¡Desertores de Diamante Rosa! ¡Traidores!
Comprendi al instante que Labradorita estaba llamando a las soldados para atraparnos, nos entregaba a la muerte segura si es que habia una rebelión y nosotros eramos "traidores". Me levante a como pude y corri, observe a los lados pero Cristal ya no estaba, vi tambien como Labradorita se encontraba de rodillas en el suelo con estacas de cristal clavadas en el cuerpo, pude escuchar como nos maldecia a ambos ¿como es que llegamos a esto? Hoy por la mañana eramos tres amigos que disfrutaban juntos de su trabajo y ahora nos entregabamos el uno al otro. Continue corriendo con una mano cubriendo mi costado, en ocasiones tropezaba, podia escuchar como algunos me seguian, me encontraba demasiado debil como para usar mis habilidades, al menos tuve suficiente fuerza para cegar a mis captores por unos instantes hasta que lograra encontrar un escondite. Avance lo suficiente como para adentrarme en el enramado valle, una colina se levantaba cerca de mi camino, para mi suerte tenia una grieta lo suficientemente grande donde podria esconderme, al parecer la lluvia se estaba aproximando, entre a la cueva e intente esconderla con ramas y hojas para pasar lo mas desapercibido posible, no puedo negarlo, tenia miedo. Me sente abrazando mis rodillas en el interior de la grieta, la lluvia caia afuera, esperaba que eso al menos detuviera a los que me perseguian, pero el orgullo de las gemas es demasiado grande, enseguida escuche a soldados marchar y una voz muy familiar, estridente, mandona, estupidamente irritable, se trataba de Andesine, una gema alta y corpulenta cuya piedra se encontraba en el dorso de su mano, ella dirigia el grupo de busqueda y captura, gritaba ordenes como si no se fuese a callar nunca, los escuche más cerca, intente no hacer ruido pero talvez mi desrino estaba sellado, Andesine quito las ramas que cubrian la entrada, me encontro, me tomo por la muñeca derecha justo donde se encontraba mi gema y me saco de un jalón de la grieta, me exhibio frente a todos los demas.
- ¡Encontre a la rata miedosa! - se mofaba mientras los demas reian
- ¡Sueltame Andesine, maldita seas! - grite tratando de safarme
- ¡Oye mas respeto a tus superiores gusano!
Comenzo a apretar su mano contra mi gema.
- Creo que los desertores como tu necesitan un buen correctivo.
Ella era fuerte, comence a sentir un horrible y punzante dolor por todo mi cuerpo, Andesine estaba decidida a destruir mi gema con la fuerza de su mano.
- Agradece a tu amigo Labradorita por esto, el se encargo de facilitarnos la tarea.
¿Quien era el verdadero traidor despues de todo? Pude escuchar como algo si algo se rompiese, mi gema se habia fragmentado, mi cuerpo comenzó a desvanecerse, ahogue un grito de dolor, Andesine me solto y me dejo caer al suelo, llevaba una sonrisa placentara en su rostro, levanto si pie dispuesta a dar el golpe de gracia y destruirme por completo... en ese momento algo impacto contra su cabeza, algo como un platillo rosado, Andesine buscaba furiosa de donde habia venido, las soldados se pusieron en guardia ante la orden de la gema.
- Dejen en paz a esa pequeña gema. - se escucho decir a una voz dulce que provenia de ningun lado
- ¡Muestrate cobarde! - le grito Andesine
- Andesine ¿es honorable maltratar asi a un inefenso? ¿Dime quien entonces es la cobarde?
- ...Eh?... ¡¿Como sabes quien soy?! - Andesine invoco su arma, un par de guantes de metal de cuyos nudillos salian garra metalicas dentadas.
- No tengo intención de luchar, solo deja a esa gema oscura en paz y váyanse.
- ¡Todos, invoquen sus armas! - ordeno Andesine rechinando su dientes a las soldados quien al instante sacaron todo tipo de armas variadas.
- Si asi lo deseas...
Sin dar aviso, las ramas, hojas y lianas del valle comenzaron a moverse, las lianas atraparon a algunas solados y otras las hirieron dando latigasos en su cuerpo, los arbustos cobraron vida de repente tomando una forma bestial, lucharon contra las soldados de manera impresionante, un solo arbusto tenia la fuerza de 10 hombres, las flores comenzaron a lanzar espinas, las cuales hieron a mis captores en diversas partes de su cuerpo, de pronto, lo que parecia ser un escudo rosado reboto entre los arboles, impactando con gran precision en mis captores, Andesine era una combatiente formidable, pero los arbustos y los latigos-liana fueron demasiado para ella, al ver su ejercito reducido y a ella misma derrotada emprendio la retirada, no sin ser todas perseguidas por abustos guerreros.
Estaba tirando en el suelo, sentia como si mi cuerpo se apagase, toda la acció n paso por encima de mi en un instante, senti una sensacion calida en mi entorno, note como una figura blanca bajaba de entre los arboles flotando delicadamente y se posaba a un lado mio.
- ¿Estas herido? - me pregunto, su voz era tan dulce y reconfortante
Mire hacia mi gema, la cual cada vez se fragmentaba un poco más, llevo sus manos a su boca sorprendida, tomo mi mano y la puso a la altura de sus ojos, la mire desconcertado, era muy hermosa, su largo y rosado cabello que caía en risos me atrapo, empezó a llorar sobre mi gema, una lagrima cayo en ella y senti como si el dolor se fuese, una sensacion calida invadio mi cuerpo, un brillo cubrio mi gema arreglandola por completo, fui sanado por ella.
- ¿Que...que me has hecho? - pregunte, trataba de sentarme
- Mis lagrimas te han curado, me alegra mucho que estes bien. - no puedo drscribir la escencia de la sonrisa que me regaló
- Tu eres... Rose Quarzo ¿verdad? - pregunte nervioso
- Veo que has oído de mi, mucho gusto en conocerte Onix.
Escucharla decir mi nombre hizo que me estremeciera ¿Cómo podía saber quien soy sin si quiera conocerme? Me ayudo a ponerme de pie ofreciéndome su mano, la cual tome con timidez.
- Eres una joven gema creada en el Kindergarden ¿no es asi?
- Asi es, de ahi es de donde vengo.
- ¿Y porque te perseguian las otras gemas? - su voz no era nada que hubiese conocido antes
- Es un poco dificil de explicar en realidad... en resumen fuimos traicionado por Labradorita.... - senti un nudo en la garganta
Rose guardo silencio, me miraba directo a los ojos, como si estuviera preocupada o como si lamentara lo que había pasado.
- Todo ha sido un caos en este día - continue - ¿como es posible que ellas nos mintieran? ¿como puede ser que paso esto? ¿que esta sucediendo? - tome mi cabeza con mis dos manos y la baje apretando mis ojos.
- Pequeño Onix - levanto mi cabeza con una de sus suaves manos - ven conmigo por favor, quiero mostrarte algo.
La mire, sus ojos brillaban, como si estuviese a punto de llorar, talvez entendio mi situación y lo que sentia.
- Es...esta bien... - respondí, tomo mi mano y nos encaminamos juntos - ...muchas gracias por salvarme.
Soltó una pequeña risa y me miro con tal ternura que sentí una inexplicable calidez en mi interior
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- Despues de eso me mostro muchas cosas y me enseño tambien muchas cosas, a partir de ese momento jure que la protegeria y protegeria su legado, aun por encima de mi vida, ya que ella arriesgo la suya por mi.
Garnet, Amatista y Perla escucharon atentamente cada parte de la historia, cada una de ellas seco las lagrimas de su rostro, al igual que hizo Onix.
- No tenia idea de que hubiese vivido algo asi con ella. - Perla aun secaba las lagrimas que no dejaban de brotar
- Ahora entiendo porque Steven es tan especial para ti. - dijo Garnet mientras limpiaba sus lentes, pues se habian mojado con sus lagrimas
- ¿Que paso con Labradorita y Cristal? - pregunto curiosa Amatista
- No se que haya pasado con Labradorita, pero Cristal esta aqui en estos momentos, o parte de ella.
- ¡¿Quee?! ¡¿Donde esta?! - Amatista se levanto de golpe, pues estaba acostada boca abajo sobre el suelo
- Se las mostrare.
Onix pidio a las gemas que lo acompañaran, pasando de habitación en habitación llegaron al Cuarto de Fundición, las Crystal Gems no esperaban que la amiga de Onix se encontraba en realidad dentro de la burbuja que contenia trozos de gemas, un trozo blanco y reluciente se hayaba entre tantos, resplandeciendo un poco más que los demas.
- Lo siento mucho Onix. - se lamento Perla
- No te preocupes, le prometi que les contaria esta historia, espero que este contenta donde quiera que este.
Amatista miro a su amigo y lo abrazo, no era buena con los sentimentalismos pero tenia que mostrarle su apoyo, lo mismo hicieron Garnet y Perla, Onix no pudo contener mas las lagrimas y solto algunas, sus compañeras lo acompañaban solemnemente en su perdida.
Las Crystal Gems no son solo un equipo, son una familia reunida gracias al amor y la valentia de una gema muy especial llamada Rose Quarzo, aquella cuyo proposito se cumple aún en estos dias, cuyo legado perdura en un pequeño niño, un hombre "de las estrellas" y en 4 gemas dispuesta a luchar por lo que ella fue.

Fin del capitulo 9

Nota del Autor: Para ser sincero no pude aguantar las ganas de subir este capitulo hasta el viernes, asi que se los traego por adelantadoc: muchas gracias por leer y por sus comentarios, espero que esten muy bien, les mando un gran saludo y hasta el proximo episodio llamado: "Feliz Cumpleaños Steven!" Hasta luego!c:

Steven Universe: Onix, La Gema OscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora