Capítulo 6: Hay algo en tí que me intriga

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Cuando salimos de la arena ya son las dos de la mañana.

Una vez llegamos a nuestra posada, Makarov nos explica algo.

-Hemos decidido que cada uno tendrá su habitación propia. Es decir, hemos entrado, tenemos que darnos algun privilegio, ¿no? -dice, sonriendo.

-¡Aye! -dice Happy.

El maestro se va, y Erza es la primera en hablar.
-Bien, ¡a descansar! -dice ella. Todos asenimos y nos vamos a nuestros respectivos cuartos.

Sé cual es el mio porque pone Adara Kai. No es muy grande, pero es acogedor. Hay un armario de roble en una esquina, y dentro de él está el vestuario que habia dentro de mi maleta. En la parte posterior, hay un pequeño balcón con una hamaca. Se abre y se cierra por una puerta de cristal. En la parte izquierda hay una cama de matrimonio, y dos mesitas de noche. Al lado de la mesita derecha, hay un lavabo.

Decido ponerme el pijama, que es básicamente un vestido blanco holgado de tirantes.

Todavía no quiero dormir, así que me tumbo en la hamaca y me dispongo a mirar la fantástica ciudad de Crocus.

Me giro, y cierro los ojos.

Pienso en la competencia.

Mermaid Heel, Kagura es extremadamente poderosa; Wild Four, Bacchus es un mago de clase S que hace siete años estaba a la par que Erza; Blue Pegasus, que... son... ¿guapos?; Raven Tail... Que odia totalmente a nuestro gremio; Lamia Scale, que tienen a Jura, uno de los 10 magos santos, y a Lyon y a Cheria, también muy poderosos; Fairy Tail B... En realidad, somos del mismo gremio, pero no quiero para nada que nos superen, el A somos más fuertes... ¿no?; y por último, Saber... Todos son muy fuertes, pero luego esta Rogue, que lo he conocido hoy y he pasado de querer matarlo a que "me caiga bien". Es adorable y a la vez insoportable. Hace bromas estúpidas pero su risa hace que no te enfades. Y eso que sólo lo conozco de hace un día.

-Rogue... -suspiro, y me giro otra vez, abro los ojos y me dispongo a observar los fuegos artificiales.

-Ady... -escucho su voz, y me caigo de la hamaca del susto. Pero no me caigo en el suelo, si no que salgo volando por el balcón hacia la calle. Cuando estoy a punto de caer, me re-equipo mis alas del Wind Fairy y vuelo hacia el balcón.

Rogue se está riendo, en el suelo. Se está riendo de mí. Está en el balcón que da justo en frente mío. Vuelo hacia donde está él.

-¿Qué está mal contigo? -le pregunto, levantándolo.

-Nada, sólo te observaba -me contesta. -Estas muy guapa cuando estás relajada -me ruborizo. -Me has llamado y te he contestado.

-Ah -sólo digo eso, porque no sé que contestar. Vuelvo a volar hacia mi balcón. Nos miramos, apollados en nuestras barandillas. Estan a solo dos metros de distancia.

-¿No puedes dormir? -me pregunta, mirándome con el codo apollado en la barandilla y su mano sujetando su mejilla.

-No, ¿quién podría? -le digo, poniendo la misma pose que él. -Es la primera vez que concurso en algo así -le sonrío.

-No es para tanto -dice él, mirando el suelo. -Sólo tienes que centrarte en tu oponente -me aconseja.

-Tienes razón. Me refiero, soy genial -Rogue me mira. -Podría contigo y com cualquiera en un segundo -me mira mal. Va a hablar, pero lo interrumpo. -No me rompería ni una uña.

Me doy cuenta de que sigo con mi transformación, así que me cambio por la hada: Lightning Fairy.

Mi pelo vuelve a ser rubio, y es liso. Mis ojos se vuelven amarillos electrizantes, y mi vestido Wind Fairy pasa de ser azul a ser amarillo. El contorno de éste se vuelve naranja, igual que mis sandalias, y mis alas se convierten en amarillas con las puntas naranjas.

Dibujo en el aire Loser con rayo y se lo paso soplándolo.

Se ríe y se convierte en sombra, desapareciendo de mi vista.

De repente, siento su respiración en mi nuca, y me abraza por la espalda.

-No me insultes de esa manera -me susurra.

Coloca su cabeza entre mi cuello y mi hombro y miramos la ciudad de Crocus.

-¿No crees que estás muy cerca? -le pregunto, mirando el palacio real.

-Nah, ¿tú lo crees? -me dice, acercándose más. Decido girarme.

-¿Esto lo haces todos los años para seducir a rivales? Porque déjame decirte que Sting, aunque fuera obeso, lo haría mejor que tú -le ataco, mirándo hacia arriba, porque es más alto que yo.

-¿Qué te hace pensar éso? No estoy haciendo nada, simplemente hay algo en tí que me intriga, y eso que nos acabamos de conocer... -suspira. Cierra los ojos y apolla su frente con la mia. Yo también cierro los ojos. Se separa, mirándome divertido.

-¿Acabas de decir que Sting obeso sería más sexy que yo? -me dice, ofendido. -Primero que todo, yo soy muchísimo más sexy, -en eso estoy de acuerdo, pero no voy a decírselo. - y Sting nunca se pondrá obeso. Lo siento, misión imposible. Ni lo pienses -me guiña un ojo.

-Lo digo por el hecho de que nos acabamos de conocer, somos de gremios diferentes, estamos compitiendo y estamos a 5 cm de distancia -le digo, obvia. -Y es obvio que Sting es más sexy que tú. Eres muy emo, ¿te pintas los ojos con delineador o es cosa mía? Ese pelo tuyo te llega hasta los pies -le digo, riéndome. Él se hace el ofendido, pero acaba riendo. Sus mejillas se ruborizan un poco y me lo quedo mirando.

-Ten cuidado, cuando dices el nombre de Sting, aparece de repente -me advierte. -Da miedo. Ah, y no soy un emo, y sé que mi coleta es irresistible, no tienes porque ocultarlo -ruedo los ojos.

-Si te digo que sí, ¿pararás? -le digo. No me molesta en absoluto, pero eso de joder me va mucho.

-Ajá -me dice, asintiendo.

-Pues que pena, porque no lo voy a hacer. Buenas noches -le digo, separándome de él, abriendo la puerta de cristal.

-Espera, ¿no me vas a invitar a entrar? -me pregunta, poniendo cara angelical. No le va

-¿Eres Sting? ¿Verdad que no? Pues puerta -le digo, con una sonrisa de yo nunca he roto un plato. Él sólo resopla.

-Eres difícil -me dice, apoyándose en la pared de mi balcón.

-Siempre lo he sido -le digo, encogiéndome de hombros. -No invito a hombres que conozco desde la tarde a dormir. Podrías ser un psicópata, o algo así -le digo.

-¿Y entonces que haces hablando conmigo en tu balcón? -me pregunta, acercándose más.

-Ahora que lo dices, tienes razón. Ni siquiera se que haces en mi balcón, me gusta guardar distancias -le digo, alejándome, hasta que mi espalda choca con la pared.

-Yo tampoco lo sé -me contesta, acercándose a mí. Me tiene entre él y la pared, y pone la boca a la altura de mi oreja. -Buenas noches -me susurra. -Suerte mañana, la necesitarás -vuelve a susurrarme y se convierte en sombra y vuelve a su balcón. Me vuelve a mirar.

Yo aprovecho y escribo con rayo Fuck You y entro a mi habitación.

¿Qué os ha parecido Rogue? ¿Creéis que está jugando con Adara? ¿Que le gusta? Dejar vuestros comentarios aquí ♥
bananapride

La luz que ilumina las sombras [Rogue y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora