Diario de una Lolita

No más "chica nueva"

"¡Que emoción! Hoy es el primer día de colegio. Que lindo poder volver a mi amada institución, empezar a madrugar ¡y muero por tener mi primera tarea de cálculo!" Dijo nadie nunca jamás en la historia de la humanidad. Mientras siento el agua caliente en mi piel solo puedo pensar en el frío que hace fuera de la ducha ¿a quién se le ocurrió hacer que las personas se levanten antes de que salga el sol? Es algo inhumano y no pienso seguir haciéndolo...el otro año, cuando haga mi horario en la universidad.
En el colegio cada año empieza igual, bañarse, vestirse, desayunar, peinarse, un poco de maquillaje y esperar a que llegue el transporte. Ya iba a mitad de camino con mi tradicional desayuno en época de colegio: Pan, leche achocolatada y fruta, el desayuno de "la chica nueva". De nada sirvió que entrara al exclusivo equipo de natación, no importó que hiciera la mejor fiesta de fin de año y mucho menos que consiguiera cambiar el asqueroso uniforme que teníamos que usar a diario, al final pasé de ser "la chica nueva" a ser "la nueva, la novia de Jacobo".
- María José, llegó Jacobo. No sabía que estas eran horas de visitas.
- Mamá, Jacobo vive en la esquina. Vamos a esperar la ruta juntos este año.
- ¿Eso quiere decir que bajas o no?
- Dile que ya bajo. Solo me falta maquillarme.
¡Por fin voy a ver a Jacobo! Fueron dos largas semanas sin verlo, conté cada hora que pasé sin abrazarlo y ahora por fin le iba a dar un gran abrazo de oso. Con esta urgencia ¿quién tiene tiempo de esperar el ascensor? Me precipité a bajar por las escaleras mientras me ponía la maleta, aún llevaba el saco gris del uniforme en la mano ¿a quién le importa si se arruga?
Él estaba de espaldas a las escaleras con su pelo negro peinado perfectamente. Al escuchar mis pasos dió la vuelta, me miró a los ojos y en dos pasos llegó hasta mi, me abrazó firmemente y me besó con dulzura.
-Te quiero María José- susurró en mi oído y besó mi mejilla. Era perfecto.
- Extrañaba tus ojitos color miel -le dije mientras intentaba coger su mano, pero él la movió rapidamente- ¿Qué escondes?
- Nada importante, sólo es un regalo que traje para cierta niña bonita- de repente, no sé de donde, sacó una hermosa chaqueta de cuero brillante- Hoy vas a empezar tú último año de colegio y te vas a ver cómo tú personaje de televisión favorito, hoy eres Balir Waldorf .
- Pero no puedo ser Balir sin una hincha
- ¿De verdad pensaste que olvidaría eso? Mira en el bolsillo derecho- No lo podía creer. Era una copia exacta de la "corona" que Blair le entregó a Jenny Humphrey al dejar Constance.
- Jacobo, eres el mejor novio del mundo. No podría pedir a nadie más para ser mi primer novio.- lo besé como nunca, podía sentir cómo robaba el aire de sus pulmones. Era perfecto.
- Señorita María José, la ruta
- Gracias Pedro- ¡Increible! Tan temprano y el colegio ya estaba dañando momentos románticos.

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Bajé de la ruta de la mano de Jacobo. Con él nada podía estar mal, con él me sentía segura. Si iba a dejar de ser la chica nueva tenía que pasar la prueba de fuego y bien podría hacerla de la mano de mi novio.
Busqué con la mirada a Cristian, el imbécil que me hacía imposible la vida cada vez que podía, era imposible no verlo con su ridículo pelo largo, liso y de color azul. Me dirigí hacia él llena de seguridad, si le pasaba por el lado y no me decía "la nueva" lo llamaría un logro.
-Majo y Jake ¿cuándo piensan terminar? Ya es mi turno con la Sirenita
-Primero que nada, ni en mis peores pesadillas. Y segundo, que yo sepa el que es mitad pescado eres tú, de la cintura para arriba.-a pesar del comentario de mal gusto sentía que por fin lo había logrado, ya no era la chica nueva.