Diario de una Lolita

La alumna y el profesor

- ¿Estás segura que quieres leer ese libro para tu clase?

- Mamá, tu misma dijiste que no lo has leído. Tienes que darle un chance.

- Todos sabemos que ese libro se trata de un hombre enamorado de una niñita. Me preocupa que pienses que eso es normal

- Primero que nada, me parece que mi mamá es la que se casó con su profesor de la universidad y luego nació ésta belleza de niña- por lo menos le saqué una sonrisa, no puedo creer que desde la noche anterior estemos hablando de lo mismo- Y en segundo lugar, el libro es un clásico, leído por millones de personas al año en todo el mundo. Pero si quieres llamamos a mi papá para ver qué opina.

- Tu papá está muy ocupado. Tu sabes cómo es de difícil su horario cuando está en el pueblo.

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Mi papá era arquitecto, al salir de la universidad hizo una maestría en diseño y decidió que lo suyo era enseñar en la misma universidad donde había empezado su carrera. Así fue como conoció a mi mamá.

De acuerdo a la historia oficial, a la que imagino le faltan muchos detalles, mi papá estaba dando su tercer año de clase cuando una jovencita se le acercó un día a final de clase, lo más extraño es que ella jamás le había dirigido la palabra en lo que iba del semestre.

- Profesor Valencia, que pena molestarlo. Lo que pasa es que me preguntaba si usted puede ayudar a una amiga con un trabajo, es que ella estudia comunicación social y necesita una entrevista con un arquitecto

"Ya sabía yo que esa niña no podía decirme nada interesante, con decirte que hasta perdió la materia" me contó mi papá. Por supuesto que se refería a Lucia, la mejor amiga de mi mamá y quien terminó siendo la madrina de matrimonio de mis papás.

- Dígale que venga el jueves al terminar la clase, con mucho gusto la atiendo

- Profe, es que ella está aquí y necesita la entrevista para el jueves. Yo le dije que seguramente hoy no había problema ¿verdad?

-Pues creo que no tengo muchas opciones. Vamos a ver si con ésta entrevista me hace un hombre famoso.

Mi mamá entró y, dice ella, mi papá quedó inmediatamente flechado. La entrevista fue un desastre total para él, la voz le temblaba, daba respuestas larguísimas y reía de manera nerviosa todo el tiempo. Mi mamá tuvo que editar toda la noche para poder presentar algo en su clase, y la verdad es que si hizo famoso a mi papá en la facultad de comunicación, claro está que su fama llegó por su risita nerviosa y no por su trabajo como arquitecto.

Luego de un mes mi mamá volvió a pedir la ayuda de mi papá. Necesitaba tomarle una foto a un personaje que estuviera cambiando la imagen de la ciudad, y sin lugar a duda ese era mi papá. Ese día él decidió que no podía seguir intimidado por una niña de universidad, y lo de niña no es del todo falso, ella tenía 18 años y mi papá 27. Luego de las fotos la invitó a cenar y a un club en el que tocaban unos amigos suyos. Un año después ya eran novios y los papás de mi mamá no se sentían muy felices con la relación.

A los 21 años mi mamá se graduó de la universidad y mi papá decidió que lo suyo era ser un esposo cariñoso, así que le propuso matrimonio a mi mamá. Él se dedico que de tiempo completo a diseñar edificios increíbles para una compañía, y así tener dinero para comprar un apartamento para los dos; ella consiguió el trabajo de sus sueños en una emisora de radio y consiguió una beca para una maestría.

Al comprar el apartamento que soñaban decidieron casarse y en su primer aniversario decidieron que querían hijos. Mi mamá siguió trabajando, mientras mi papá se preparaba para ser un padre en casa. Durante mis primeros 5 años él estuvo siempre en casa, cuidándome, esperándome con algo delicioso que comer luego del jardín de niños, enseñándome cosas y recibiendo a mi mamá con mucho amor.

Con 39 años mi papá decidió que necesitaba hacer que el mundo fuera mejor para mi. Entonces se reunió con algunos amigos de su facultad de arquitectura e iniciaron una organización que construye viviendas autosostenibles, con eso ha viajado por todo el país y el mundo, y cada 2 meses deja su trabajo para estar en casa, con su esposa e hija.

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- Bueno mamá. Pero eso quiere decir que la decisión del libro es mía y no hay votaciones

- Está bien. Pero ni creas que estoy convencida, vas a tener que mostrarme que de verdad ese libro es útil para ti

- Gracias mamá- ¡Por fin! ¡Victoria!