Capítulo 8: El único que...

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Notas de MizukyChan: OJO que cambia de rating a R, o NC-17

Capítulo 8: El único que...

Tom continuó entrando y saliendo de la cabaña, en busca de las provisiones y ropa que había llevado en su coche para ese paseo, cuando por fin, dejó la última maleta en la habitación, notó las mejillas sonrojadas del pelinegro.

—¿Estás bien? —Preguntó al ver cómo había bajado la mirada cuando entró en el cuarto.

—Solo hay una cama —respondió el pelinegro, sin perder el color de sus mejillas.

—Oh... —Tom se sentó a su lado y tomó a la pequeña guerrera en sus brazos, dejando a Bill sin nada con qué ocultar su vergüenza—. Traje una cunita desmontable para Aline...

—A-ja —Bill miró la caja que contenía las partes de lo que sería la cama de su bebita.

—Espero que no te moleste compartir la cama conmigo... —agregó Tom, estirando una mano para tomar la del menor.

—Yo...

—No pretendo hacer nada que no quieras hacer, Bill —agregó, notando como el rubor en la cara del pelinegro aumentaba de intensidad—, solo dormiremos abrazados, ya sabes que me encanta acurrucarme y a ti también te gusta —dijo, alzando sus cejas, sacando una pequeña risita del pelinegro.

—Está bien. —Bill dio un apretón a la mano de Tom—. Perdona por ponerme paranoico, es que...

—Tranquilo, no necesitas darme explicaciones. —Tom se acercó y dejó un casto beso en sus labios—. Pondré agua a calentar, para que desayunemos. —Devolvió a la bebé a su futuro padre y salió hacia la cocina.

Bill escuchó como Tom se movía a lo lejos y soltó un gran suspiro. Como amaba a ese hombre, era ideal. Sonrió y se levantó para acompañarlo.

Cuando llegó a la sala, escuchó un golpeteo en la puerta y, con una sonrisa, fue a abrir.

Un hombre mayor sonrió—. Oh, muy buenos días señorita —saludó el hombre, confundiendo a Bill, pues llevaba maquillaje y a Aline en sus brazos ocultando su pecho plano.

—Muy buenos días —respondió el pelinegro, agregando rápidamente—, mi nombre es Bill.

—Oh, disculpe usted, es tan bonito que lo confundí con una señorita. Además, es la primera vez que veo alguien más que al joven Tom. Usted es el primero que él ha traído —dijo el hombre riendo—. Mi nombre es Nick, vine a saludarlo.

—Pase por favor —respondió el pelinegro, haciendo espacio para que el hombre cruzara la puerta—. Tom, te buscan —gritó, llamando la atención del abogado.

—Señor Nick, que gusto —saludó Tom, estirando la mano, para estrechar la del anciano.

—Mi Mary, le manda saludos y algunas cosas para que desayune —señaló una bolsa de tela que llevaba a su lado.

—Muchas gracias —contestó el abogado, recibiéndolas—. ¿Ya conoció a Bill? —Preguntó, poniendo su mano en la espalda del pelinegro—. Es mi novio.

—Un jovencito muy atractivo —respondió el hombre, sonriendo.

—Y ella es Aline, la futura hija de Bill —agregó Tom con una sonrisa de ensoñación, cosa que no pasó inadvertida a ojos de Nick.

—Que noticia tan maravillosa —comentó el hombre—, hay que celebrar, ¿por qué no me dejan prepararles el desayuno? Así me aseguro de cumplir el encargo de mi Mary.

Bill sonrió, sin entender realmente, así que el anciano explicó—. Cada vez que vemos el humo en la chimenea de Tom, le traemos algo de comer, porque parece que cada vez que viene, olvida que también debe comer.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2015 ⏰

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