Terminé de desayunar y Tanner ya me esperaba para ir a la escuela. Él estaba muy emocionado por ir, al parecer siempre había sido su sueño estudiar en el extranjero, me lo confesó ayer por la tarde, y ahora que lo estaba viviendo realmente se le notaba muy feliz.
Estaba recargado en el marco de la puerta principal con una sonrisa pegada al rostro. Esa sonrisa me hacía transportar hasta mi mundo perfecto, donde éramos él y yo solamente, amandonos y siendo muy felices, bueno él no, si no el Tanner literario. Mi cliché.
Solté un suspiro y caminé los últimos pasos que me llevaron hasta él.
—¿Estás bien?, todo el desayuno estuviste muy seria—le dediqué una pequeña sonrisa y asentí—¿Completamente segura?
—Completamente segura—afirmé—no tienes de qué preocuparte.
—Te conozco a penas hace veinticuatro horas y ya tengo la necesidad de preocuparme.
—Gracias—le susurré y me sonrió.
Le estaba mintiendo. Sí me estaba sintiendo un poco mal. Tenía algo de fiebre por culpa del baño que nos dimos ayer por la tarde y además de eso me sentía algo deprimida por el hecho de que tenía a Tanner Evans pero a la vez no. —Creo que es hora de irnos—asentí y salí de la casa con Tanner detrás de mí.
La distancia de mi casa a la escuela no era un problema, eran a penas tres cuadras de recorrido.
En el camino hasta Johnson High le hablé a Tanner acerca de la escuela mientras el me escuchaba atentamente, a Tanner si que le importa esto.
Llegamos a Johnson y no estoy exagerando cuando digo que todos los ojos de cada uno de los estudiantes estaban dirigidos en nuestra dirección, la gente comenzó a cotillear y me comencé a sentir realmente incómoda pero al parecer Tanner no se percató de nada de eso.
El jardín principal de la escuela estaba lleno de preguntas como; ¿Quién es él y qué hace con esa extraña pelirroja?
Incómodo.
Seguí caminando con la mirada gacha tratando de ocultar mis mejillas sonrojadas, tanta atención no es de mi agrado.
Alcancé a Tanner que se me había adelantado unos cuantos pasos para observar un mapa de la escuela en la entrada del edificio principal. Le di unos pequeños golpecitos en su hombro izquierdo para llamar su atención y logré mi objetivo ya que Tanner volteó hacia mí.
—Puedo llevarte a la oficina del director... si quieres.
—No quisiera ser un estorbo para ti Blake.
Jamás serías un estorbo para mí Tanner, todo lo contrario.
Bueno, eso fue lo que pensé porque si lo hubiera dicho sonaría como una tonta.
—No Tanner, para nada.
—¿De verdad?—asentí sonriendo—entonces aceptaré tu ayuda.
—Sigueme.
Comencé a caminar con Tanner a mi lado derecho hasta la oficina del director, el camino había sido exactamente igual a nuestra entrada, todos tenían su atención sobre nosotros.
Tanner se inclinó hacia mí y dijo:—Tanta atención te incomoda, ¿verdad?
—Sí. No suelo ser el centro de atención, no soy nada más que otra chica como cualquiera.
—Pues yo no creo eso Blake. Yo pienso que eres hermosa y muy increíble.
Oh, santa mierda. En ese momento estuve a punto de desmayarme, no es muy usual que un chico como Tanner me haya dicho lo que me dijo.
Murmuré un "gracias" y cubrí mi rostro con mi cabello naranja para esconder mi ridícula sonrisa y mis coloradas mejillas.
—Llegamos—le dije con el cabello todavía en mi cara. Él estiró su mano y movió los mechones de mi cabello para colocarlos detrás de mis orejas.
—No tienes que estar avergonzada, yo simplemente digo la verdad. Es algo que ya deberías de saber.
Mordí mi labio inferior y no contesté porque realmente no tenía idea que decir a eso.
—Puedo enseñarte un poco de la ciudad después de clases—Traté de salvar mi penosa situación cambiando de tema, lo que al parecer funcionó porque Tanner sonrió.
—Claro. Estaré encantado de pasear por la ciudad con una hermosa chica.
Asentí y le dediqué una tímida sonrisa.
—Nos vemos después de clases entonces.
Asintió y me di la vuelta. Si seguía allí con él un momento más mis mejillas harían erupción.
Llegué hasta el aula 121 donde me impartirán una de las tantas aburridas clases, álgebra.
Al pasar por la puerta un chico que ya tanto conocía me atacó con un asfixiante abrazo.
—Collin creo que estás a punto de cometer un homicidio por asfixia.
—Lo siento Blake. Te extrañé muchísimo en las vacaciones, y a Dawn también—dijo soltándome.
—No creo creo que hayas tenido tiempo de extrañarnos en Italia.
Collin es un de mis amigos más cercanos, es un chico muy atractivo y genial, añadiéndole al paquete ser hijo de un multimillonario definitivamente lo hacen el chico perfecto.
—Sí, tienes razón. Estaba disfrutando tanto de degustar vinos y pasear por Roma que ni una sola vez me acordé de ustedes dos.
—Eres un maldito presumido—rió y yo también lo hice.
—Bueno, ¿Qué te puedo decir? Soy hijo de David Preston tengo que sacarle provecho a eso—negué divertida, eso era tan típico de él; fingir que era un altanero presuntuoso sin remedio—¿Señoria Blake Myers me concedería el grandísimo honor de sentarse a mi lado en esta clase?
—Con mucho gusto señor Preston.
Sonrió y comenzó a caminar hasta su lugar mientras lo seguía. Coloqué mi mochila en la silla justo a su lado derecho y me senté.
—¿Sabes dónde rayos está Dawn?, he querido saludarla desde que llegué a la escuela pero no la encuentro por ningún lado.
—Posiblemente se le hizo tarde por pasar la noche con Kurt—le contesté.
—Ella si que lo ama, ¿verdad?—asentí—si ese idiota con fachada de motociclista rudo la lástima juro que se arrepentirá.
—Se ve que Kurt también la ama demasiado, supongo que no le haría nada que la lastíme.
—Eso espero.
El timbre sonó y Dawn entró al salón corriendo con un aspecto muy desaliñado.
—Te lo dije—le susurré a Collin y rió.
—¡Collin!—chilló Dawn—no sabes cuánto te he extrañado.
—Apuesto que ni me recordaste por andar de rebelde con tu novio—le dijo levantándose. Dawn colocó una de sus manos en su pecho fingiendo indignación y luego lo abrazó.
Ella se sentó en el puesto que estaba frente a mí.
—¿Cómo te fue ayer con Tanner?
—Fue agradable.
—¿Sólo agradable o demasiado agradable?
—Creo que la segunda opción—le respondí sonriendo.
—¿De qué Tanner están hablando?—preguntó Collin.
—De ese Tanner—dijo Dawn volteando hacía la puerta por donde Tanner estaba entrando.
Él volteó hacia mí y me dedicó una sonrisa misma que yo le respondí.
Tanner caminó hasta el asiento detrás de mí y se ubicó en el mismo.
—Hola Dawn—saludó a mi amiga.
—Hola Tanner, ¿Cómo te ha ido?
—Bastante bien debo admitir—respondió mientras figaba su mirada en mí. Le sonreí.
—Chicas, ¿me presentan a su amigo?—nos dijo Collin.
—Uh... claro—le respondí—Collin, él es Tanner Evans un chico de intercambio que se quedará en mi casa a vivir toda una temporada y Tanner, él es Collin Preston uno de mis mejores amigos.
Se saludaron con un apretón de manos mientras ambos se aniquilaban con la miraba, bueno, eso no me lo esperaba.
La clase de álgebra pasó tan lenta tanto que ni si quiera se lo podrían imaginar. Y sucedió lo mismo con biología, historia y literatura hasta que llegamos a mi hora favorita del día, y puedo apostar que de muchos otros también lo es, la hora de salida.
Salí apresurada hasta un árbol justo enfrente del edificio principal de la escuela ya que allí es donde Tanner y yo nos reuniriamos para salir a pasear por la ciudad. Me recargué en el árbol y minutos después vi a Tanner salir de la escuela y caminó hasta mí.
—¿Lista para nuestro recorrido?
—Cla... —fui interrumpida por quien yo y varias personas más en el instituto denominamos la perra de las perras, un título muy merecido. Y las personas hipócritas y cínicas que ella cree sus amigos la llaman Tassia Allen.
—Blake querida, ¿Puedes presentarme a tu nuevo amigo?
—No quiero sonar grosera Tassia—en realidad sí quería—pero no creo que Tanner esté interesado en conocerte.
—Pero amiga—en ese momento sus poros desprendían demasiada hipocresía —no puedo imaginar a alguien que no esté interesado en conocerme. Soy Tassia Allen guapo, ¿y tú eres?
Cerré los ojos con fuerza y apreté mi mandíbula. Estaba sufriendo un pequeño y asqueroso ataque de celos.
—Yo soy el alguien que no está interesado en conocerte.
Tassia abrió su boca con sorpresa y yo abrí mis ojos y mis labios formaron una sonrisa burlona.
—Estoy segura que puedo hacerte cambiar de opinión—le guiñó un ojo y comenzó a jugar con su cabello—te puedo dar un aventón hasta la casa de Blake y así podemos conocernos mejor.
—Tendré que rechazar tu oferta porque ya tengo planes con Blake—rodeó mis hombros con uno de sus brazos y sonreí, sonreí como nunca lo había hecho.
El afilado rostro de Tassia se volvió un gran mueca.
—Puede ser otro día—le dijo—esto no se quedará así. Te haré cambiar de opinión de una forma u otra, ya lo verás.
—Lo dudo mucho—le respondió.
Apretó sus pequeñas manos en puños y se fue muy furiosa. Que la rechazaran no es de su estilo y mucho menos de su agrado.
—Realmente prefiero clavarme una aguja en un ojo que pasar un solo minuto con esa chica, se nota que es una perra.
—Y lo es—le confirmé y ambos reímos.
Punto para Blake. Tassia no podrá ganar esta batalla.He quedado como una grandísima y vil mentirosa xd. En el capítulo anterior había dicho que se suponía que actualizaría pronto but, no fue así por culpa de una serie de eventos desafortunados, pero como dicen por allí; más vale tarde que nunca, ¿no?
Y sí que fue tarde, como compensación subiré un pequeño maratón que constarán de tres capítulos que trataré de hacerlos con una extinción más o menos decente, tal vez la próxima semana pero no prometo nada porque a veces no cumplo (8)En multimedia está una foto de Collin, que disfruten del panorama.
Les envío muchos besos bañados en chocolate.
Noah Nixon.
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Como un cuento de hadas.
Romansa"Simplemente escribí lo que deseaba y al otro día él tocó a mi puerta". SAGA LA VIDA DE BLAKE ES... (#1)