-Cuéntamelo otra vez.
Tina y Mike me miraban perplejos, ¿acaso nunca me habían visto hacer un placaje? Bueno, en realidad no, pero ¿qué más da? Solo ha sido un golpe en la perfecta cara de Parker, no era para tanto.
Pasé de ellos y abrí mi portátil, que estaba en lo alto del escritorio, dejándolos tumbados en la cama.
-Vamos Alex no nos puedes culpar, nadie le había hecho pasar tanta vergüenza en su vida a Jordan, y mucho menos una chica.
Una sonrisa se dibujó en mi cara al recordar ese momento, pero desapareció al abrir mi correo electrónico.
Un inesperado mensaje de Jordan se coló en mi bandeja de entrada:
"¿Te has divertido esta mañana? Creo que esa diversión va a durar poco, te vas a acordar de mí Collins."
Mi corazón empezó a bombardear mi pecho.
-Oh-Dios-Mío.
Mi desconcierto era tal que no aparté la mirada de la pantalla del ordenador. Tina y Mike se acercaron para ver la causa de mi reacción, quedando tan impresionados como yo.
-Tía, la has cagado, mucho, un montón.
-Gracias, eso me ayuda mucho.
-No dejaré que ese imbécil te toque un pelo, y lo sabes. No se acercará a ti, lo prometo.
SuperMike volvía a la carga. Me encantaba cuando se ponía modo sobre protector, era tan tierno...
-No te preocupes, haré lo que tenga que hacer, ese idiota no me hará daño..
Ni yo misma me creía lo que estaba diciendo, puede que no me agrediera, pero estaba casi segura que me hundiría de todas las maneras posibles.
-Alex tiene razón, no le hará daño, o eso espero.
-Me da igual, mañana no te separes de mí, por favor.
Mike sabía como me gustaba que me pusiera esos ojos de cachorrito tan dulces y a los que nunca podía decir que no. Pero si hacía eso todo el mundo creería que soy una niña indefensa que no se sabe proteger por sí sola.
Le pegué un pequeño apretón en las mejillas sonrojadas de Mike y un beso cariñoso en la frente.
-Gracias, pero creo que me puedo cuidar yo solita.
-Viendo que has derrumbado a Parker el magnífico con uno de tus placajes nos dejas más tranquilos.- Dijo Tina rompiendo el silencio. Todos nos partimos de la risa mientras comenzamos una guerra de cosquillas en medio de la habitación.
Me miré al espejo una última vez antes de precipitarme a lo que probablemente sería una muerte segura. Me había puesto mis jeans negros ajustados, mi camiseta de Nirvana favorita y una chaqueta de cuero obsequio de Valentina. Hoy no llevaba unas superplataformas como otros días. Me sentía más cómoda llevando mis converse negras. Todo en mí irradiaba seguridad y autoestima. Pero dentro de mí tenía ganas de salir corriendo.
-¡Cariño voy a llegar tarde si no te das prisa!
Mi madre tan apresurada como siempre.
Cogí mi macuto Hello kitty y me dispuse a bajar las escaleras rápidamente.
-¿No vas a desayunar?
Toda la desesperación por llegar tarde en la cara de mi madre desapareció por completo.
-Vas a llegar tarde, ya cogeré algo de la cafetería al llegar.
Y como era de esperar, mi madre se acercó a la cocina y se puso a hacer lo que en ese preciso instante yo llamaría volverse loca.
-Siéntate.
-Mamá no hay
-Siéntate, ahora.
La cara de asesina de mi madre me dio el impulso necesario para sentarme y comer las tortitas que me había preparado en un abrir y cerrar de ojos.
Cuando acabé miré el reloj. Las 8:00. Mierda. Lo recogí todo antes de que mi madre pudiera decir palabra. Era como un torbellino por la habitación.
-¡Arranca el coche mamá! Enseguida estoy.
Dicho y hecho, en cuanto acabé de recogerlo todo mi madre me estaba esperando en la puerta con el coche arrancado. Cerré la puerta y literalmente volé hacia el coche.
-¡Vamos acelera!
Eran las 8:15 cuando llegué al West High, seguramente ya estarían diseccionando algo en Biología, así que no me importó mucho haberme perdido tiempo de clase. No me entusiasmaban demasiado las lecciones del profesor Griffiths.
Los pasillos estaban desiertos, cosa que me aliviaba bastante, me dirigía a mi taquilla cuando me dieron un fuerte empujón hacia el baño de chicas. No me lo podía creer.
-¿Britney?
Ante mi la intocable más poderosa del instituto. Ceñida en un vestido color pastel y subida a unos tacones tipo Barbie de 15cm. Su pelo rubio perfectamente rizado dejado caer a sus hombros y sus increíblemente maquillados ojos clavados en mí como cuchillos.
-Te advertí una vez Collins, y créeme que no volveré a hacerlo. Si vuelves a tocarle un pelo a Jordan, te arrepentirás el resto de tu vida.
Las muñecas de silicona detrás de Britney rieron provocandome una ligera risa.
-¿Te hace gracia Collins?
-¿Enserio crees que puedes venir aquí y amenazarme y que yo me quede de brazos cruzados. Britney, te has equivocado de persona. Y tranquila, Parker es todo tuyo, jamás se me ocurriría si quiera tocarle, así que tú y tus "amiguitas" ya podéis iros por donde habéis venido si no queréis un placaje estilo Collins. ¿queda claro?
Vi furia, ira y rabia en los ojos de Brit, pero ni rastro de preocupación.
-No sabes con quién estas hablando guapa, a Britney Hamilton JAMÁS se le desafía, porque...acabarás perdiendo.
Puso una de esas sonrisas falsas que siempre utiliza y se dirigió a la puerta con sus secuaces detrás.
-Recuérdalo Alexandra, nadie se mete conmigo, y tú no seras una excepción.
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Inténtalo
Genç KurguAlexandra Collins, más conocida Como Alex, es la chica mas tozuda, desagradable, ironica y estúpida de todo un West High.Pero A Pesar de todo, sigue siendo irremediablemente guapa. Jordan Parker, guapo, chistoso, popular y terriblemente egocéntrico...