4

171 13 3
                                    

-Ayúdame...-suplicaba el niño, asustado y con lágrimas mojando su rostro

-Si Thomas, ayúdalo.

Thomas al ver la escena ante sus ojos solo podía recordar aquella vez en que vio morir a Chuck. Obviamente no quería repetir algo así.

-Oye, calma suéltalo vamos, hablemos de manera tranquila, no hay por qué alterarse- su voz temblaba, no podía pensar claramente- por favor suéltalo. Haré lo que pidas, de verdad.

-Si claro.

-Sí, mira, déjalo irse y te prometo que iré contigo, ¿Qué quieres, la cura? Vamos te ayudare a conseguirla, haré de nuevo las pruebas si es necesario, no me importa lo que tenga que pasar, solo déjalo que se vaya, que se vayan los dos. Sé que ellos no te interesan, solo me quieres a mí.

-Si eso es cierto, ellos no son nada comparados contigo Thomas- ladeaba su cabeza cual desorientado, parecía que a pesar de la locura en su cabeza podía pensar aun con claridad.

-Eso es, vámonos. Ellos no tienen nada que ver, podrás salvarte y no sólo tú los demás infectados también.

-Sí, eso creo...-ahora parecía ido, se notaba a kilómetros como lo afectaba la llamarada.

De repente un silencio sepulcral invadió el espacio, nadie decía nada. Las respiraciones y corazones parecían haber cesado, lo que fueron minutos parecían horas; tanto los dos chicos como La Rata seguían quietos, Chuck empezaba a perder color y Thomas no reaccionaba, debía hacer algo y ya.

-Debería de hacer algo-Gally le dijo en forma de susurro, el castaño salió de su aturdimiento-no podemos quedarnos así para siempre.

La Rata seguía en el mismo lugar, mantenía al niño con la navaja en el cuello pero ahora empezaba a murmurar, no tenía sentido eran casi balbuceos.

La rata parecía que sabía lo que ellos pensaban, por lo que fue más rápido:

-Sé que si quieres ayudarme, Thomas, pero puedes hacerlo mejor. Y no habrá errores, no ésta vez.

Se escuchaban pisadas a lo lejos, como personas huyendo de una catástrofe, anunciando lo inevitable. De repente el agresor se empezó a alejar de ellos junto con su víctima, Thomas y Gally trataban de alcanzarlos. Corriendo llegaron hasta una zona abierta que no habían visto antes. En un momento se estaban tropezando los cuatro, en otro eran sometidos por unos doctores de CRUEL, mientras que Janson junto con el niño quedaron en el suelo, muy cerca de lo que parecía un precipicio.

-Podrás huir con todos los inmunes si quieres Thomas-decía Janson levantándose y al niño- pero lo que no podrás es detener a aquellos que volverán a hacer las pruebas, aquellos que pertenecen a CRUEL pero que no sabes dónde están. Adelante hazlo, pero todo tiene su consecuencia.

-Por favor Jason déjanos ir, no nos necesitas, ¿de verdad crees salvarte a éstas alturas de la Llamarada?

-No estás en posición de dar órdenes. Es un poco curioso cómo cambian las cosas de unos meses a la fecha: quién diría que el gran Thomas se revelaría y ahora al final de las pruebas él no sea el candidato final. ¡Es más! Quién se imaginaría que estuviera a punto de morir por la persona menos esperada...

-¿A qué te refieres?

-Cambio de planes.

De la nada sacó un arma, nada en especial pero capaz de hacer el mayor daño posible. El hombre que sostenía al castaño hizo que se pusiera de rodillas, como si estuviera a punto de recibir un castigo.

-Esto es lo que pasará, tú chiquillo vas a hacer lo que te diga, y tu Thomas no vas a replicar, y dile a tu "amigo" que tampoco intente nada estúpido o empezaremos con él. ¿Entendido?

El odio carcomía tanto al castaño como a Gally por ser tan ingenuos en caer en una trampa muy bien disfrazada. Ese sentimiento se hizo a un lado dando lugar al horror al ver lo que estaba pasando. Chuck tenía el arma entre sus manos.

Detalles no revelados (The Maze Runner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora