Capítulo 3: Paranoia con los insectos.

246 27 5
                                    

Amigos cercanos a nosotros nos han invitado a más fiestas y hemos negado, Kirk después de esa última juerga no ha vuelto ser el mismo. Lamentablemente no fue "sólo resaca" lo que él sufría. No tengo ni idea qué es lo que ha pasado para que se haya vuelto totalmente loco, estoy a su lado todo el tiempo y sé muy bien que no consume otro tipo de drogas que pueden dejarlo así; alucinando todo el rato y siempre con lo mismo: plagas de insectos que lo comen vivo.

Mis "vacaciones" del trabajo cesaron ayer y hoy debía regresar a laborar... No me atrevía. No quería dejar solo a Kirk, el pobre lloraba horas porque le picaba el cuerpo entero, se desesperaba, gritaba por ayuda y por más insecticida real que echáramos a la habitación, por más repelente que yo le echara a él... la cosa empeoraba.

- Cariño... -susurré, recostándome a su lado en la cama- ¿Sabes que yo debería irme a trabajar ahora? -al acabar de preguntar, le di un beso en la mejilla, él estaba jadeando, inquieto porque no podía rascarse más- Me he arriesgado a faltar y que me descuenten de mi salario sólo por ti, en serio... me preocupas demasiado.

- N-no... Lars, no te vayas... nunca... -su voz estaba quebrantada, demasiado, sus ojos hinchados y rojos como nunca antes, me daba muchísima pena.

- No quiero hacerlo... Es que... -me quedé a medias, suspiré, decaído- Eres muy vulnerable ahora, podría pasarte algo mientras no estoy, no sé qué es lo que te pasa, cariño, estoy... estoy desgarrado por dentro -confesé.

Mi novio sólo asintió cabizbaja.

Tras varios segundos de silencio, él comenzó a revolcarse en la cama, quejándose en voz baja hasta que directamente se tiró de la cama para caer en el suelo a rascarse de manera compulsiva.

- ¡Lars! -bramó- ¡Ayuda, ayuda! -gritaba en desesperación- ¡Me comen por dentro, mierda, ven!

Fui hacia dónde él porque pillé ciertas cosas en su piel que no me cuadraban aquí...

Lo cargué hasta recostarlo en la cama, retuve sus brazos para que no se rascara, él se ponía agresivo y yo insistía, joder, qué pesado se ponía cuando los delirios venían...

- Maldita sea, Kirk, déjame revisarte, creo que te vi ronchas en...

- ¡¿R-ronchas?! -se sentó erguido y yo lo empujé contra la cama- ¿M-me salieron más? -titubeó.

- Joder, déjame revisar...

Me senté sobre sus piernas y levanté su camiseta del pijama, la piel estaba enrojecida y algo hinchada, habían pequeñas ronchas pero no parecían ser de picaduras, era más de alergia, no lo sé... eran unas tres, el resto; por todo su abdomen, estaba herida la piel por sus uñas que rasguñaban demasiado fuerte, habían tajos y un par de raspones.

- ¿Q-qué tengo?

- Joder, que te haz rascado demasiado fuerte y tienes todo herido -hice una mueca en descontento-. ¿Me dejas revisarte entero? -asintió de mala gana.

Obvio, se pone muy mañoso cuando se trata de que yo le revise y le diga que no tiene nada cuando él me dice que lo tiene todo.

No hallé más ronchas pero si muchos, muchos rasguños feos.

- Amor, ¿hace cuánto que no te cortas las uñas? -encogió los hombros- ¿Me prestas tus manos? -negó y se echó para un lado, aprovechando de rascarse el cuello- ¡Te digo de hace rato que no te rasques! -me sacó la lengua a modo de burla y se rascó más fuerte.

Las situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas.

Sonará feo pero lo dejé sólo lloriqueando por unos cinco minutos mientras buscaba un corta uñas, lima, unos guantes y cinta adhesiva.

- No sé qué es lo que te está pasando, cariño -aclaré-. Pero no permitiré que te sigas haciendo daño, ¿sí? -me acerqué y le di un abrazo, él me empujo bruscamente.

- ¡No te acerques! -se quejó- ¡O te picarán a ti también!

- No, yo soy inmune a ellos, Kirky, o sino, yo estaría igual que tú. Vamos, dame un abrazo -negó-. Ok, por las malas entonces...

- ¿Q-qué? ¡No! ¡Déjame!

Lo empujé con agresividad para que quedara acostado y me senté sobre su pelvis, tomé sus brazos a la fuerza para forzar un abrazo compartido.

- Te amo -besé un costado de su mejilla-. Sabes que yo nunca te haría daño, yo sólo quiero lo mejor para ti...

- Lars... suéltame... yo no quiero que te piquen...

- No lo harán... Y tampoco te seguirán picando a ti, ¿vale? No lo harán si yo estoy contigo para protegerte de toda esa mierda.

Se relajó más con esas palabras y me permitió cortarle las uñas -que por cierto, parecían garras filososas-, se las limé, le puse los guantes y los aseguré con varias vueltas de cinta adhesiva para que no se los saque.

Le di muchos besitos, tratando de ignorar todas sus quejas sobre que le pica mucho o que los insectos querían subirse a la cama. Ahora sí, eché de verdad veneno para insectos en spray por toda la habitación, abrí una ventana para que se ventilara bien el área, agregué repelente en gran parte del cuerpo de mi novio y me recosté a su lado.

- Tengo mucho miedo por ti, precioso, te pillé verdaderas ronchas, no de picaduras pero si de alergia... -le dije, era muy importante para mi que él supiera bien la situación, que razonara un poco. Aprovechando que dejó de delirar.

- Son picaduras -afirmó y yo negué.

- No, te digo que es de alerg...

- Picaduras -insistió.

- Ok, sean lo que sean, esas me preocupan... Llamaré a un fumigador o algo así para que revise la casa, ¿vale? Para que ambos sepamos muy bien que esas plagas no existen. ¿Entiendes, querido?

- Entiendo... -asintió además- ¿Te irás a trabajar? -negué.

- Arriesgo mi paupérrimo empleo para cuidarte, ¿sabes? No te dejaré por nada del mundo, a menos que nos estemos quedando extremadamente pobres, ahí si tendré que salir... -hicimos una mueca en disgusto- Que bueno que me pagaron el día de la fiesta esa porque o sino, ya estaríamos sin nada.

Volvió a asentir, se quedó recostado sobre mi pecho y a los pocos minutos se quedó dormido. Anoche casi ni durmió por los delirios, se le veía muy cansando y cuando no duerme lo suficiente, suele ponerse de mal ánimo como hace unos momentos atrás.

En serio, estoy muy preocupado por mi novio, si no es ninguna droga lo que causa su extraño estado... ¿por qué después de una semana y media sigue igual? Y esas ronchas... también me tienen preocupado, ¿de qué serán? ¿Picaduras, alergia o algo peor?

Me da mucho miedo, ¿tendrá algún trastorno psiquiátrico mi hermoso Kirk? ¿Y si acaba en un manicomio y no le veo nunca más?

Mierda, no. La preocupación me dejaba demasiado loco. Veamos cómo se ponen las cosas ahora.

Infected mind and skin (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora