Camino con algo de prisa por todos los pasillos atestados de gente, y justo cuando doblo por uno de ellos para ir hacia mi casillero, casi choco con una chica pelirroja que, tras aventar un vaso de yogurt con demasiada agilidad, que admito, me sorprende mucho, ya que cae directo en el bote de basura, corre directo hacia el baño. Me quito de su camino para que ella pueda llegar al baño sin contratiempos, porque se lo que se siente tener un accidente por no poder alcanzar tu destino, justo cuando lo veo.
Jackson Collins aparece en mi campo visual, luciendo completamente un nuevo look, que consiste en una simple barba bastante cuidada que lo hace lucir como papi Chris Hemsworth, solo que menos caliente, porque obviamente nadie le gana al dios del trueno. Cuando me acerco más a donde está, y no porque lo acose, sino porque está parado frente a su casillero con la vista fija en el celular, y yo también tengo que ir a mi casillero, me percato de que tiene un corte de cabello, uno que le da un toque más maduro, y para que negarlo, haciéndolo ver más guapo de lo que ya es.
Parece que por fin pierde el interés en lo que sea que estuviera viendo, ya que abre su casillero con total despreocupación, momento que aprovecho para caminar de manera lenta, con la intención de querer hablarle después de tanto tiempo en el que al fin he reunido valor.
Valor que por cierto desaparece cuando veo como Colton se acerca a Jack de manera alegre, de modo que opto por desviarme hacia mi casillero, intentando ser invisible ante los ojos de ambos, que por cierto eso no es muy difícil de llevar a cabo, ya que para los dos casi siempre he sido invisible, o al menos para uno de ellos.
—¿Qué tal Jack?, Me han dicho que traes un nuevo auto.
Me encojo de hombros en cuanto estoy frente mi casillero, que después de dos intentos por fin logro abrir, y sin despegar la vista de la taquilla, intento escuchar la conversación que ambos tienen, porque si, todo lo relacionado con Jackson, me interesa demasiado.
—Es verdad—escucho que bebé Jack responde con su ronca voz, seguido de un fuerte portazo—Mi padre me ha comprado un nuevo Toyota.
—¿Y eso a qué se debe?
Termino de guardar mi mochila de danza en el pequeño casillero, y al final cuando termino de acomodar los libros de las materias que me tocan el día de hoy, finjo que estoy buscando algo dentro de la taquilla, con la finalidad de escuchar un poco más sobre su conversación.
—Mi padre quiere compensar el hecho de que me enteré de sus folladas con Meredith, o mejor dicho, de la estupidez que piensa cometer con ella.
—¿A qué te refieres?
—Papá piensa casarse con ella—espeta, sonando enojado.
No sabía que el Señor Collins planeaba volverse a casar, y menos con su instructora de yoga, o eso es lo que recuerdo que Jack le mencionó a Peter en una de sus viejas conversaciones antes de salir del curso pasado.
—Es una lástima lo de tú madrastra, pero al menos acabas de ganar un nuevo auto.
—Es verdad, al menos tengo un muy bonito auto de último modelo, aunque eso no justifica que yo apruebe que mi padre vaya a cometer una locura, casándose con una mujer que podría ser con facilidad mi hermana mayor. Odio que esté encaprichado con ella, y más porque es obvio que esa zorra solo le quiere sacar la cuenta bancaria al viejo.
—Vamos Jack, no es para tanto.
—Cierra la boca Colton.
Por lo que veo, a Jackson no le que cayó muy bien que digamos la noticia.
—No te desquites conmigo Jackson. Además, esa mujer está muy bien por donde le veas, de modo que tú eres el más afortunado.
—¿A sí?, ¿y por qué debería de sentirme afortunado?
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No te enamores de él
Novela JuvenilAnnabelle Morgan siempre se ha definido como una persona normal: guapa pero no exagerada, inteligente pero no nerd, amigable pero no popular, divertida pero no fiestera, y con suerte, aunque no la suficiente. Como cualquier chica que empieza su segu...