Metrópolis

CATORCE

Los fotógrafos se agolpaban en la puerta de entrada, custodiada por guardias de seguridad.
Melanny entró de la mano con Niall y los dirigieron hacia el salón "Oro".
Tenía revestimientos color dorado, y empapelado en tonos marrones, hacia un costado se ubicaba la barra, en el lado inferior el escenario y repartidos por toda la habitación, mesas de billar, poker y generala.
Jenny Andrews, de cincuenta y cuatro años, casada, estaba esperándola junto a Floyd para felicitarlos públicamente por su brillante actuación en la primera película de cine sonoro de todos los tiempos.
Niall se hizo a un costado, y miró como Melanny se sonrojaba ante los halagos de la productora.
Al bajar del escenario, Niall la esperaba con una copa de Champagne.
-¿Vamos a jugar?
Niall la miró sorprendido.
-Aún me divierto con algo –Sonrió.
Caminaron hasta la mesa de generala, ocupada en ese momento por la selección de beis Ball.
-Quiero jugar –Se impuso.
Los jugadores la miraron divertidos y le hicieron un lugar en la cabecera de la mesa.
-¿A que número apuestas? –Le preguntó un muchacho castaño, que sobrepasaba los dos metros.
-Al seis –Dijo.
Los dados giraron, y como arte de magia cayeron en el 6, como así lo hizo Niall con otra copa de champagne que Melanny aceptó encantada.
La acción se repitió hasta que la joven estuvo tan mareada e incapaz de decir cosas coherentes.

* * *

Después de aquello no recordó más, hasta que abrió los ojos al día siguiente, 1º error.
El sol se filtraba por la habitación tranquila y luminosa, le dolía la cabeza horrores.
Tomó conciencia de donde estaba y supo que no estaba en su casa, y solo ahí se dio cuenta de que había ropa desparramada por toda la habitación, y que ella estaba desnuda bajo las sábanas.
"Mierda" Pensó mientras se tomaba la cabeza con ambas manos. "Que no haya sido Niall Horan"
Tomó la sabana blanca y se cubrió con ella, y enfiló hacia el living, donde una figura esbelta en calzoncillos miraba hacia la ventana. Tenía la espalda ancha y el cabello rubio.
Melanny tomó un almohadón y se lo aventó a la cabeza de Niall.
-¡Cretino! –Rugió -¿Cómo pudiste aprovecharte de mí?
La puerta se abrió y el servicio a la habitación entró y miró la escena con ojos como plato.
-Ya me voy.
-No, no –Dijo Melanny pasando la mano por la frente –Deje el carrito y puede irse.
El servicio a la habitación se fue y Niall levantó las manos divertido.