Está prohíbido renunciar

El camino toma forma

Daniel estaba feliz, no podía creerse que ya había hecho las pruebas de estado y que había sacado la mejor puntuación, estaba....no habían palabras.

Layra también estaba dichosa cuando se enteró de que había sido el segundo mejor puesto, no podía creerlo, todo eso había sucedido solo porque su padre quería que hiciera las pruebas de estado para tomarlo como práctica para cuando las hiciera al año siguiente, pero ahora que había sacado ese puntaje...ya no era necesario que terminase once.

Esto es un paso más para lograr lo que le prometí a Layra- pensaba Daniel cuando acababa de acceder a estudiar en Harvard.

-Daniel, gracias, si no hubiera estudiado contigo....no me habría sacado ese puntaje porque había unas cosas que no entendía ni por asomo...Gracias.-dice Layra a Daniel.

Ella también estudiará en Harvard, con Daniel y esa idea a él le encantaba. Esa era su única preocupación antes de hacer las pruebas y era porque no quería separarse de su chica de ojos tormentosos.

-Todo lo hiciste tú, no me des las gracias. Yo solo te explique, lo demás lo hiciste por tu cuenta.

Layra le sonríe.

Ahora estudiaría con Daniel, estaba contenta, ya había decidido que quería especializarse en las telecomunicaciones, Daniel entraría en ingeniería y por fin podrían empezar lo que siempre soñaron.

-Estamos orgullosos hijos, en buena hora, pronto tendremos a unos excelentes profesionales.-Dice Mariza y Artur abraza a sus hijos.

-Me alegro por ustedes, nunca podría haber pedido a unos mejores hijos.-dice Artur.

Layra sonríe y mira a Daniel.

En un mes se irían y su camino empezaría a tomar forma...

-Daniel, ¿Estas despierto? –pregunta Layra entrando a la habitación de Daniel, como han cambiado las cosas en estos años, ya nada es lo mismo y tampoco lo será.

Daniel se sobresalta y entrecierra los ojos hacia la puerta donde se encuentra Layra.

Se pasa la mano por la cara y le indica a su chica de ojos tormentosos que se siente a su lado.

-¿Qué pasa?, ¿No puedes conciliar el sueño?- pregunta cuando su rubia favorita está a su lado.

-No, estoy algo abrumada.- se sincera la chica.

-¿Y qué te tiene abrumada?-pregunta Daniel recostándose en la cama, Layra se acuesta en el pecho de Daniel mirando al techo.

-El futuro, lo que pasará de ahora en adelante....todo, además tengo miedo, algo que no sentía desde el día que entramos al colegio.

Daniel suspira, ya sabe por dónde va la cosa.

-Tienes miedo de que las cosas cambien.- dice el chico de hermosos ojos violetas y piensa, lo que no sabes es que las cosas ya han cambiado...

Layra se queda callada interpretando lo que Daniel dijo.

-Sí, creo que no quiero que cambien porque sé que cuando lo hagan eso significará que tengo que alejarme de ti, ambos tendremos vidas diferentes y ...nos distanciaremos, ya no nos necesitaremos y yo no quiero perderte Daniel...no lo soportaría .- dice .

Daniel le acaricia la cabeza a Layra.

-Tienes que saber que yo nunca me alejaría de ti Layra, nunca. Eso es imposible, no estoy dispuesto a permitirlo, y no te preocupes, ya solucionaremos eso, lo haremos como sea, te lo prometo y yo nunca rompo una promesa.

Layra suspira, ella lo sabe. El nunca haría algo así.

-Te quiero- dice y Daniel deja de respirar un segundo, Layra no tiene ni idea lo que esas palabras provocan en él.