Capítulo dos: "El probador"

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-Chicas... -Karen apareció en la cocina entusiasmada. Le miramos.

-¿Sí? -preguntó Brit.

-Preparen su mejor traje de baño... -dijo mirándonos. -¡Iremos a la playa! -Brit y yo nos miramos sorprendidas y sonreímos.

Abrazamos a Karen, en verdad ella nos iba a llevar a la playa.

-¿Cuándo? -pregunté.

-Mañana. -respondió. -¿Quieren ir a preparar sus cosas de una vez? -en verdad ella estaba muy entusiasmada.

Brit y yo asentimos y subimos las escaleras junto a Karen. Parecíamos niñas pequeñas a las que les habían dicho que habían mil muñecas en su habitación.

Al llegar, busqué y busqué y nada. Sólo habían tres trajes, pero, eran demasiado antiguos.

Salí y me encontré a las dos chicas saliendo al mismo tiempo.

-No tengo ropa, chicas. -bufamos las tres al unísono. Nos miramos y reímos.

-Vamos al centro comercial. -asentimos y subimos al auto de Karen. En el camino sonó "Drag Me Down" una nueva canción de los chicos. Sus voces eran tan perfectas y el estilo de la música era muy diferente a cuando eran unos bebés.

Al llegar bajamos y vimos la ropa. Entramos a muchas tiendas, y las chicas ya habían elegido los suyos. Para Brit era fácil, pues, siempre usaba uno de una pieza. Karen siempre usaba unos reveladores y yo, ni tan cortos ni tan tipo monja.

Seguimos buscando y entramos a la última tienda que había en éste centro comercial.

- ¿Y éste, Val? -me mostró Karen. Lo tomé entre mis manos y lo miré bien, asentí y me metí al probador.

Cuando vi era demasiado corto, ¿esto era obra de Karen, cierto?

Rodé los ojos y cuando estaba apunto de quitármelo, la puerta de mi probador se abrió, se me había olvidado ponerle llave. Tomé mi ropa y traté de taparme lo mayor posible. El chico tenía un cabello familiar, era como sí lo conociera bastante bien.

Me ardían las mejillas, bajé la mirada, y el tipo seguía con la mirada en la puerta y era como sí hubiera corrido un maratón, volteó topándose conmigo, en traje de baño.

Alcé bien la mirada y no podía creerlo. Me sonrojé aún más, tanto que sentí que mis mejillas explotarían. Me miró de arriba a abajo sonrojado.

¡Era Niall Horan!

Niall Horan me estaba viendo en ropa interior, o más bien, en traje de baño.

- Pe-perdón. -dijo tras ese silencio incómodo.

- No te preocupes. -dije y reí nerviosa. -Sólo... por favor, mira a otro lado... o voltéate mientras me cambió.

Él asintió e hizo lo que le dije, mirando de nuevo hacía la puerta. Me cambié, mientras miraba que Niall no girará o algo.

- Ya... -dije mirando a una esquina de la habitación. -¿Por qué entraste aquí así de repente? -pregunté alzando la mirada y viéndolo a los ojos. En verdad, me era muy difícil no descontrolarme, abalanzarme y viola... no, Valentina, ¿qué cosas piensas?

- Pues... -seguía sonrojado. -las fans me perseguían y esto fue lo primero que encontré.

- ¿Y los demás chicos? -le pregunté interesada.

- Los perdí de vista cuando entré acá, así que a lo mejor están como locos, buscándome. -asentí riendo. -Espera... -le miré confundida. -¿Eres fan?

- Directioner. -le corregí. -No somos sólo fans, ¿de acuerdo? somos Directioners. -trataba de pronunciarlo, pero, no le salía.

- De acuerdo, perdón. -río. -¿Traes tu celular? Necesito llamar a los chicos y a los guardias. Por favor. -hizo puchero, y morí. De ternura. Literalmente. Asentí y giré donde estaba mi bolso, de ahí saqué mi celular y se lo pasé. -Gracias.

Marcó en mi celular y se lo colocó en el oído. Asentía y respondía, con lo que escuchaba.

- Sí, Liam, no le hice nada. -rodó los ojos. -No... -río exageradamente. -De acuerdo, adiós. -colgó y me pasó mi celular. -Dice Liam que me disculpé, así que discúlpame.

Negué riendo. -No te preocupes.

- ¿Cuál es tu nombre? -me preguntó.

- Valentina... -dije tímida, en verdad, él me ponía así.

- Lindo... -susurré un Gracias y él me miró con ternura. -Por cierto, ¿vas a ir a la playa? -asentí sonriendo. -¿Y a cuál?

- La... privada, creo. -pensé y asentí. -Eso creo.

- De acuerdo. -dijo riendo. -Creo que me tengo que ir. Sí la prensa sabe que me metí acá por una hora, habrán muchos rumores y no quiero meterte en eso. ¿Me das tu número, Valentina?

- Claro, pero, dime Val, por favor. -el asintió y saqué un lapicero de mi bolso. Él estiró su mano y le escribí mi número.

- Ah, cierto... -le miré. -¿Cuántos años tienes? -me sonrió.

- 19 años. -le sonreí de la misma manera.

- Te creía de 17 o 16, eres tierna. -reí y me sonrojé. Él me volvió a sonreír, y me abrazó. -Hasta ahora me acabó de dar cuenta de que eres la chica pequeña a la que no dejaban ver en el concierto anoche.

Cierto, me había olvidado de eso.

- Oh, es cierto, gracias por eso... Y gracias por todo. -empecé a llorar, él me abrazó más fuerte.

- No llores, cariño. Me verás más seguido, y pienso hablarte diario, así que acostúmbrate. -asentí llorando. -Me tengo que ir, linda. Fue un placer conocerte. -hice un movimiento de mano de despedida. Salió y miré hacía un punto de la habitación. Procesé todo, era el mejor día de mi vida. Me tapé la boca llorando.

El mismísimo Niall Horan tenía mi número de teléfono y me hablaría diario.

Salí y seguimos buscando trajes de baños, mientras les contaba todo a las chicas, las cuales no se lo podían creer.

Encontré en traje de baño perfecto, y después regresamos a casa.

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+10 votos y sigo.

Chicas, acá está el segundo capítulo. Espero les gusté, voten y comenten. Las amo, bebés.

xNarryForevahx

"Directioner"  «Niall Horan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora