Innerisland

6/ LA VENGANZA DE KHA (primera parte)

  

Primera Parte.

En el principio los ciborgs eran libres. Fueron escogidos de entre los más fuertes, los más hábiles y los más hermosos de Soa. El pueblo Lunor fue invadido durante la noche y nadie quedó allí, hombres mujeres y niños fueron raptados y llevados a Kha ante la presencia de Múrien el poderoso, quien les habló diciendo: - Habéis sido escogidos de entre todos los habitantes de la tierra para mantener el equilibrio. Seréis recordados por el honor y la gloria de salvaguardar la vida de la comunidad. Lunors, raza valiente y superior en fuerza y destreza. La misión que se os encomienda no es fácil y correrá sangre de vuestra estirpe para que sobrevivan muchos otros. La tarea es difícil pero grandes serán las armas con las que se os favorecerá. Si bien el dolor os será ajeno y os está prohibida la mezcla con cualquier otra raza, no borraré toda emoción de vuestro espíritu. Guerreros de Kha, esta es ahora vuestra patria-

Hubo llantos y desesperación, pero pronto los métodos de Múrien implantaron en los Lunor un nuevo pensar, un nuevo sentir, parte máquina, parte humano, en el que no había cabida para la autocompasión o la duda. Se les instruyó en el camino de la destrucción y la violencia, aunque desde los comienzos hubo un ciborg, Unai, que desarrolló una emoción parecida a la piedad, cercana a la compasión, secreto que guardó y ocultó hasta que fue incapaz de cumplir las órdenes de Múrien. Llegado este punto las acciones de Unai comenzaron a diferir de las de sus compañeros y su deseo de huir se hizo insuperable.

Unai se enfrentó a Múrien y antes de retirarse a las montañas del oro donde ha vivido todo este tiempo con una mujer humana, le habló así:-Tu poder, Múrien, no es eterno. Morirás con las manos manchadas de sangre y un día tu creación se volverá contra ti.-

Múrien era el líder más poderoso del planeta desde que aconteciese la gran devastación. Su poder se veía tan solo amenazado por los libertarios que comenzaban hacer tambalear la hegemonía de Kha desde dimensiones del espacio tiempo a las que solo ellos podían acceder, en concreto desde aquel extraño e inconmensurable hogar al que ellos llamaban innerisland.

Múrien extorsionaba a los tres estados sin escrúpulos. Soa, Treva y Eudon eran sus vasallos, una Confederación a sus pies aunque los ciudadanos de los tres Estados ignoraban que Kha tuviese el control de esta alianza.

Desde la gran devastación hubo un pacto de vasallaje que quedó sellado con los líderes religiosos de los tres. Sheila, Iwan y Sekondell se avinieron a tiranizar al pueblo, a imponer dictaduras religiosas para controlar a la población. No obstante amaban a sus gentes y la situación que comenzó como una farsa se fue forjando como una realidad.

Se dice que la primera guerra entre Eudon y Treva fue una maquinación de Kha, un invento más para tener controlado al pueblo y ocupadas sus mentes en el conflicto exterior, lejos de la pobreza y el hambre, pero nunca se ha sabido con certeza.

Prácticamente desde la gran devastación, las guerras religiosas se habían sucedido con una furia brutal.

Los Estados gastaban lo poco que tenían en la contienda y pasaban el tiempo al margen de la vida secreta de Kha que conservaba las aguas transparentes y los jardines frondosos de antes de la devastación. Desde prados verdes podían ver las estrellas y contemplaban las lunas llenas en las noches de verano. Ignorantes de ésto vivían bajo burbujas protectoras en Soa, Treva y Eudon.

Ahora bien, Siluth, La Colonia, era el caso más especial de todos. La tierra de la libertad, era llamada. Allí donde algunos libertarios habían sido enviados tras ser perdonados de la pena de muerte.

Siluth era la productora de Lisargina, y Kha la mayor consumidora de la flor de los sueños, pero el consejo de sabios de Siluth había osado desafiar a Múrien.