La Apuesta |Logan Henderson| (EDITANDO)

CAPITULO 14 -QUE NOCHE

-Hola –gritó Camile acercándose a nosotros.

-Hola Camile –saludo Logan con una sonrisa.

-Hola –me limite a decir solo eso, la verdad no me agradaba estar sola en la fiesta.

-Disculpa ____ pero te robare a Logan por unas horas –tomo la mano de Logan y me dedico una sonrisa.

-Yo... – dijo Logan mirándome con cara de "discúlpame".

-No hay problema... adelante –dije poco convencida.

Ellos se marcharon y yo quede sola, ¿Qué me esperará allá dentro?, ¿Será buena idea entrar? ¿O mejor me regreso a mi casa?, estaba muy difícil decidir, yo quería estar en una fiesta, ya me hacía falta sobre todo, pero sería bastante aburrido estar sola, ¿O no?, bueno ¿Qué puede salir mal?

Me adentre a la enorme casa de Branndon, mejor dicho mansión, esto en verdad lo parecía, la música sonaba a todo volumen, al centro del lugar había un gran número de personas de mi edad bailando descontroladamente y vi que en una parte al fondo estaba una barra y decidí sentarme en un banco frente a esta, quizás con un poco de alcohol logré animarme a bailar sola.

Al llegar al lugar me di cuenta que Logan se encontraba sentado en un gran sofá junto a Camile y platicaban mientras no se les quitaba la sonrisa de encima, y por otro lado James estaba recargado en el marco de la puerta que daba hacia el jardín platicando animadamente con Natasha, mientras que ésta lo besaba una que otra vez "si claro, no es mi novia, no me gusta, terminaré con esto de una vez, bla, bla, bla" mi cabeza me repetía eso una y otra vez ¿acaso James solo quería ilusionarme?

Quite mi vista de ambas parejas y me giré para ver al hombre que estaba sirviendo el alcohol, a pesar de todo esta fiesta estaba bien organizada ya que pedían la credencial que demostrara que tenías la edad requerida para poder beber alcohol. Alcé mi mano en señal de que quería algo de beber y aquel hombre me miró y se dirigió a mí.

-¿Si, señorita? ¿En qué le puedo servir? –preguntó amablemente.

-Quería un poco de whisky –pronuncié un poco alto ya que el volumen de la música se hizo aún más fuerte de cómo estaba minutos antes.

-Claro ¿Me permite su credencial? –saque de mi cartera mi credencial y se la mostré, por suerte tenía ya cumplidos los 18 y pronto cumpliría mis 19.

Cuando menos me di cuenta ya estaba tomando mi whisky. De repente sentí como alguien se sentaba a mi lado, inconscientemente giré a ver de quién se trataba pero no era rostro conocido por lo que volví mi vista a mi whisky.

-¿Ahogando las penas en el alcohol? –preguntó aquel chico guapo que se había sentado a mi lado hace unos segundos.

-¿Te refieres a mí? –pregunté confundida ya que nunca había hablado con él.

-Claro –me dedico una sonrisa tierna.

-No, claro que no, solo quería animarme un poco, tú sabes, eso de estar sola en una fiesta no es muy divertido que digamos –me alcé de hombros.

-Bien pues creo que siendo así yo seré tu compañía esta noche –sonrió- mi nombre es Ian.

-Mi nombre es ____ -contesté devolviéndole la sonrisa.

-Hey! –llamo al hombre que servía los tragos y este se acercó en cuestión de segundos- quisiera un whisky.

-Yo otro –pedí animada, acababa de terminarme el primero y ya iba por el segundo, aquel hombre asintió y en cuestión de segundos tenía mi whisky nuevamente.

-Vaya, sí que eres ruda eh –pronunció mirándome fijamente.

-Claro –contesté acabándome el whisky que me acababan de entregar.

-¿Quieres bailar? –preguntó coqueto.

-Claro, vamos –conteste de la misma forma y lo seguí hasta la pista en la que todos se encontraban.

Nos pusimos a brincar como locos al ritmo de la música electrónica, acababa de darme cuenta que había un DJ, mis movimientos cada vez eran más sensuales, Ian era muy guapo, tenía ojos verdes, cabello castaño, estaba bien formado pero sin exagerar y algo de él me estaba atrayendo esta noche.

Estuvimos bailando así como por horas, la verdad ni cuenta me di del tiempo, Ian me abrazo por la cintura de un momento a otro y miró mis labios, después mis ojos y nuevamente mis labios, iba a besarme, podía sentirlo, se estaba acercando con los ojos cerrados cuando sentí que lo apartaron de mi de un golpe.

-¿Qué crees que estás haciendo?...