La Apuesta |Logan Henderson| (EDITANDO)

CAPITULO 16 -SORPRESAS

-¿Bueno? –pregunté extrañada.

-¿Hola? –preguntó una voz femenina del otro lado del teléfono, esa voz que me recordaba mi infancia, la voz maternal, mi madre me estaba llamando después un buen tiempo.

-Hola mamá –contesté animada, me emocionaba mucho hablar con mis padres

-Hija –dijo emocionada- ¿Cómo estás?, tenía mucho sin hablar contigo y perdóname pero tu padre y yo hemos tenido mucho trabajo –se disculpó.

-No te preocupes mamá yo entiendo, he estado muy bien, ¿y ustedes? –me interesaba saber cómo estaban, que de nuevo había y todo eso.

-También estamos muy bien hija, pronto iremos a casa, estoy muy entusiasmada por verte, y tu padre también, solo que ahorita no está aquí para decírtelo porque está un poco más ocupado que yo –menciono un poco triste.

-No hay problema mamá, me emociona que pronto los veré, dile a papá que lo amo –dije feliz ¿quién no lo estaría? Iba a ver a mis padres pronto.

-Y ¿Cómo esta Logan? –Preguntó curiosa- ¿siguen siendo mejores amigos? ¿O por fin es mi yerno?

-Mamaaaaá- alargue esa última palabra en forma de queja- no pasará lo que quieres que pase, él y yo seguimos siendo mejores amigos, tal y como lo recuerdas.

-Hmmm que mal, bueno tengo que irme, te amo hija, cuídate mucho por favor, yo te aviso el día que vayamos a ir, adiós –mencionó melancólica.

-Adiós mami, te amo –contesté de la misma forma y colgué la llamada.

Después de la llamada inesperada de mi madre terminé de cepillar mi cabello y de arreglarme y baje para desayunar algo y a ver un poco de televisión, no tenía nada que hacer y no tenía planes hasta por la noche con la pijamada con Logan, para lo cual faltaba algo de tiempo ya que apenas era la 1:00 p.m.

Después de unas dos horas decidí prepararme una rica merienda pero mi celular nuevamente comenzó a sonar y sin mirar la pantalla contesté.

-¿Hola?

-¿____? Disculpa pero me acabo de enterar que ayer fuiste a la fiesta y me quería disculpar por no haber estado contigo perdón, no te vi llegar –era él, su voz lo delataba, miré la pantalla de mi celular y claramente decía James.

-No te preocupes James, vi lo bien que la estabas pasando con Natasha –James se quedó en silencio por unos segundos, se notaba que aquello que acababa de decir le incomodaba.

-¿Qué te parece si vamos a comer algo y te cuento como fueron las cosas? Yo invito –se notaba el nerviosismo en su voz, no sabía si creerle lo que tenía para decirme o realmente creer que Natasha estaba saliendo con él, pero la curiosidad por saber eso que tenía por decirme me estaba matando y no tenía otra cosa que hacer así que mi decisión era clara- ¿ ____? ¿Sigues ahí?

-Sí, perdón –contesté apenada.

-¿Entonces? ¿Qué dices? ¿Vamos a comer juntos?

-Sí, está bien.

-Paso por ti en 10 minutos ¿te parece?

-De acuerdo –colgué y me levante de mi sofá para apagar la televisión y dirigirme a mi habitación por un bolso y mis llaves, solo fue cuestión de minutos para que James tocara el claxon de su auto por lo que salí y cerré con llave para después subir a su auto.

-Hola –mencionó mientras besaba mi mano- luces hermosa –dijo coqueto.

-Hola James –conteste un poco apenada, él solo me dedico una sonrisa y comenzó a conducir.

-¿Se te ocurre un buen lugar para comer? –preguntó sin quitar su vista del camino.

-No –respondí sincera- llévame a un lugar que a ti te parezca bueno –él asintió y yo me dispuse a mirar por la ventana, cuando yo no conducía me gustaba hacer eso.

Llegamos a un restaurante no tan formal y James estacionó su auto para salir de este y abrirme la puerta, ayudándome a salir como todo un caballero.

-Gracias –mencioné por el gesto que acababa de hacer.

-No es nada preciosa –me guiño un ojo y me tomo por el brazo para adentrarnos al restaurante.

-Buenas tardes –mencionó James al recepcionista del lugar.

-Buenas tardes –respondió amablemente aquel chico- ¿En qué puedo ayudarlos?

-Quería mesa para dos –dijo James tranquilamente.

-Claro, por aquí por favor –el recepcionista nos condujo hasta casi al fondo del restaurante, donde solo había mesas para dos personas.

Nos sentamos y ordenamos lo que queríamos haciendo que el mesero se fuera no sin antes decir un "enseguida se los traigo".

James me miró fijamente haciendo que mi vista se girara hacia su rostro, sonrió y yo le respondí con otra sonrisa.

-Y bien ¿Te gustó el lugar?-preguntó curioso.

-Sí, aunque aún falta que me guste la comida –bromeé

-Oh cierto, que tonto, aún no pruebas nada, pero estoy seguro que te encantará, este lugar nunca me decepciona, mi tío es el dueño –eso último apenas pude escucharlo.

-¿Enserio? –pregunté sorprendida.

-Sí, pero no quiero que los empleados lo sepan, no me gustaría que me traten diferente a los demás solo por quedar bien con mi tío, lo suelen hacer con unos primos y no es agradable –se alzó de hombros.

-woow, no eres superficial ni interesado por lo que veo –sonreí.

-No, eso no me parece bien –sonrió de igual manera- y cuéntame –dijo cambiando de tema- ¿Por qué tu auto no estaba estacionado fuera de tu casa?

-Logan lo tiene –contesté sin importancia.

-¿Por qué? -su curiosidad era imparable.

-Ayer en la fiesta tome un poco y él no me dejo conducir, por lo que me llevo hasta mi casa y le dije que podía llevárselo para que no anduviera por las calles a esa hora –respondí tranquilamente.

-Así que te emborrachaste –mencionó James sorprendido.

-No, eso dice Logan pero no es así, solo estaba un poco mareada –me defendí.

-Bien, te creeré, pero ¿cómo es que Logan te dejo beber?

-No me dejo, ni siquiera me vio cuando lo hice –me alce de hombros.

-¿Cómo? ¿Él no estaba contigo? –frunció el ceño.

-No, él estaba con Camile –conteste un poco molesta.

-Entonces ¿Con quién estabas tú? –su confusión cada vez se hacía peor.

-Con un chico que conocí durante la fiesta, con quien por cierto me la pase muy bien –una sonrisa apareció en mi rostro al recordarlo.

-Oh –alzó una ceja- ¿Cuál es su nombre?-me miró fijamente.

-Ian –contesté y sus ojos se abrieron de par en par- ¿Por qué esa cara? ¿Qué sucede?

-Así que eras tú –contestó y yo no entendía a qué se refería.

-¿Yo? ¿Yo que? –esta vez yo pregunté confundida.

-El único Ian que estaba en la fiesta es mi primo.