CAPITULO 24 -¿QUIERES SER MI NOVIA?

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-Muchas gracias por la ayuda –mencionó Logan con una media sonrisa.

-Sabes que no tienes por qué agradecer, para eso estoy –pause- y lo estaré... siempre –mi mirada se dirigía a Logan. Nos mirábamos de una manera especial, como si quisiéramos decir algo pero nos costará bastante trabajo pronunciarlo.

-Eres la mejor –pronunció por fin.

-Tú eres el mejor –aclaré.


Ambos sonreímos ante aquel comentario mío ya que ambos sabíamos que solo lo decía para llevarle la contraria.


-Y... ¿Cómo van las cosas con James? –comentó intentando conversar. Parece que le gusta arruinar los momentos de felicidad entre nosotros dos.

-Bien, supongo –pronuncié casi inaudible.

-Me da gusto –intentó sonreír pero parecía más una mueca- después de tanto tiempo enamorada de él, y por fin la suerte está de tu lado.

-Sí, eso parece –afirmé con un tono de tristeza.

-Bueno, creo que tengo que irme, mañana será un día largo y necesito descansar –se levantó del sofá.

-De acuerdo –caminé hasta la puerta principal y la abrí para que Logan pudiera salir.

-Hasta mañana –pronunció ya afuera.

-Hasta mañana –me acerque a él para despedirnos, pero al momento de querer depositar un beso en su mejilla él giró su cara y sin querer el beso nos lo dimos en la comisura de los labios.

-Eh... yo... creo que... amm... tengo que irme –sonaba nervioso y yo también lo estaba.

-Si... creo que... está bien –me trabe con mis propias palabras.


Logan se dio media vuelta y comenzó a caminar hasta que desapareció de mi vista. Yo me di media vuelta y cerré la puerta de mi casa tras de mí, me dirigí a mi habitación y me tumbé en mi cama.

¿Qué había sido eso? ¿Habrá girado su rostro a propósito? O ¿Habrá sido casualidad?

Al momento del roce, por un momento mi mente pensaba que era ese momento o nunca para besarlo por fin y perder la apuesta pero no pude, saber que está enamorado de Camile me detuvo, tengo que dejarlo ser feliz con ella.


Narra Logan:

A la hora de la despedida quería girar a ver su rostro y decirle que se veía hermosa, pero no contaba con que aquello pasará, moría por probar por completo sus labios, aquellos que he deseado desde siempre y desde aquella apuesta los deseo con más fuerza pero jamás podrán ser míos.

Ahora no puedo pensar en aquello, necesito sacarla de mi cabeza, ella está por fin feliz de que James esté intentando algo con ella y tengo que dejarla ser feliz, así como yo espero serlo con Camile.


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Desperté gracias al sonido de mi celular indicándome que estaba recibiendo una llamada.


-¿Hola? –atendí la llamada.

-Hola flojo –su voz, ¿Saben lo hermoso que es despertar todos los días y que lo primero que haga sea escuchar su voz?

-Hola hermosa –reí, aunque mi voz no sonaba nada bien ya que estaba algo ronca.

-Ya levántate, recuerda que hoy será un día largo –era cierto, hoy le pediría a Camile ser mi novia.

-Cierto, gracias por recordármelo.

-De nada, adiós –colgó.


Me levanté y me di una buena ducha, al salir opté por ponerme un pantalón negro y una camisa formal color blanco. Hoy me encontraría en una situación para la que necesitaba estar presentable.

Baje y mi madre ya tenía mi desayuno listo, acabé con él y el sonido de el claxon del auto de ____ sonó fuera de mi casa. Tomé mis cosas y salí directo a este.


-woow –pronunció ____ mientras me veía de pies a cabeza.

-¿Qué sucede? –me hice el desentendido.

-Te ves bastante bien –me dedico una sonrisa y yo hice lo mismo.

-Gracias –me limité a decir mientras tomaba asiento en el auto.


Encendí el radio como de costumbre y todo el camino hacia el colegio fue igual.


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-Suerte con lo que harás hoy –dijo ____ un poco incomoda mientras entrabamos al colegio.

-Muchas gracias –sonreí y caminé hasta mi aula, mi primer clase la tenía justamente con Camile.


Llegué a mi aula y pude ver que Camile se encontraba hasta el fondo escribiendo algo en su libreta, así que caminé hasta ella para sentarme a su lado.


-Hola hermosa –pronuncié ya a su lado. Su vista de dirigió a mí y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.

-Hola Logan –contestó tímida.

-A la hora del almuerzo te espero en el jardín de la entrada, te tengo una sorpresa –susurré ya que el profesor acababa de entrar. Camile solo asintió.


El resto de las clases fueron aburridas. Nada interesante que contar.

Durante el almuerzo ____ estuvo con James ya que Camile no me dejo solo ni un segundo y no paraba de preguntarme sobre cuál era la sorpresa.

Me encontraba en mi última clase de la cuál salí un poco temprano, eso me daría tiempo para preparar todo.

____ me había dejado las llaves de su auto para poder sacar todo en cuanto saliera, y así lo hice. Pedí ayuda a dos compañeros para que tomaran el cartel cada uno de un lado, mientras yo sostenía el gran peluche.

El timbre sonó por fin, yo me encontraba más nervioso que nunca, jamás había hecho algo así y no estaba seguro de querer hacerlo, pero no había marcha atrás, ya todo estaba listo.

Vi salir a muchos alumnos por aquella gran puerta, todos quedaban asombrados y entre unas cuantas voces logré escuchar cosas como "¿A quién se lo pedirá?" "Seguramente a su mejor amiga, pasan todo el tiempo juntos" "Que lindo" "Ya no hay hombres que hagan eso" etc, etc.

Hasta que vi salir a ____, sus ojos se abrieron de par en par, parece que le impresionó aunque ya sabía todo. Y en ese momento su sonrisa se borró al ver a Camile pasar a su lado con una cara de gran admiración por lo que estaba viendo.

Me acerqué lentamente a ella, todos se encontraban a nuestro alrededor, le di el peluche y le tome su mano derecha, listo para pronunciar aquellas palabras.


-Camile Roberts ¿Quieres ser mi novia?

La Apuesta |Logan Henderson| (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora