Cambio de habitación

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Pasaron varios meses desde que conociste a Levi y empezabas a querer superarle, ese enano era muy serio, muy exigente, y aunque a la hora de la verdad demostraba todo lo que valía y apoyaba a sus cadetes, seguía siendo un hombre que creía estar por encima de todos, y tú estabas decidida a demostrarle que se equivoca. Estabas tan ensimismada en tus pensamientos que no no notaste que tus amigas te estaban hablando.

-(Nombre), te estoy hablando- dijo molesta una mujer con gafas

-Ay, perdona, Hanji- te disculpaste sonriendo

-¿Otra vez te quedaste pensando en Levi?- preguntó otra chica alegremente

-N-no, Petra, deja de decir tonterias

-¡Mira, Hanji, se ha puesto roja!

Ambas comenzaron a reirse a carcajadas llamando la atención de todos los que estaban en el comedor desayunando al igual que vosotras, pero no te diste cuenta de que cierto cabo estaba observando lo roja que estabas y, aunque no sabía cuál era vuestra conversación, estaba dispuesto a averiguar la razón de tu sonrojo.

El día pasó como cualquier otro, entrenando hasta acabar echa polvo, pero sin embargo ese día fue más duro que los anteriores debido a que Rivaille te pidió que entrenaras con él para que le demostraras la fuerza que tienes, pero obviamente, por mucho que te esforzaste, por más rápida que tú fueras, él siempre te vencía. No te culpabas ante las derrotas, sabías que eras muy fuerte, eras la única que igualaba a Mikasa en fuerza, pero ese pequeño hombre estaba a otro nivel. 

Llegasta agotada a tu habitación después de darte una ducha, pero te percataste de que la puerta esta entornada y te acercaste con cuidado para abrirla muy despacio. No había nadie, pero la habitación esta muy desordenada, demasiado. Observaste que no faltaba nada, pero el corazón te dio un vuelco al acordarte de que el cabo Levi visitaría las habitaciones para asegurarse de que están ordenadas, y faltaban 5 minu...

-Mocosa, abre la puerta- se escuchó la respetable voz que tanto intimidaba a los hombres que fueran menos rango que él

"Oh, no. Se ha adelantado 5 minutos y la habitación está desastrosa" pensaste aterrada al imaginar la reacción de tu superior al ver todo ese desastre.

-Voy, cabo- dijiste y con temor abriste la puerta -Señor, antes de que saque conclusiones precipitadas deje que le explique lo ocurrido

-¡¿PERO QUÉ ES TODO ESTE DESORDEN?!- gritó Levi entrando a tu cuarto, le dio un tick en el ojo indicando que estaba muy enfadado -¡Prepárese mañana, porque limpiará usted sola todas las habitaciones de los demás!

-Cabo, no es lo que cree, alguien entró en mi habitación y la dejó así

-Sí, claro

-Le juro que no le miento, señor. Yo lo tengo siempre ordenado, usted sabe muy bien que siempre tengo ordenada mi habitación. Tenerla de esta manera es algo muy raro en mí

El mayor se quedó analizando tus palabras unos segundos, mirándote de arriba a abajo.

-Tienes razón, (nombre), no es normal en ti tener tu cuarto así. Si es cierto que han entrado en tu habitación lo más seguro es que vuelvan a entrar, y por lo pronto hablaré con el capitán Erwin para que te cambie de habitación por motivos de seguridad. Coge tu uniforme, el pijama y ven conmigo

Levi esperó a que pusieras tus prendas en una mochila y comenzó a andar hasta el despacho del capitán seguido por ti, preguntándote en qué habitación te iba a asignar tu superior y si tendrías alguna compañera. Cuando llegasteis al despacho Rivaille te ordenó que esperaras fuera e así lo hiciste. No escuchaste nada de lo que hablaban ambos hombres, ya que aquellas paredes estaban insonorizadas para que nadie escuche conversaciones que no le incumben. Al cabo de varios minutos el moreno salió y te pidió que lo siguieras de nuevo. Llegasteis a una habitación que tenía una cerradura que el cabo abrió con una llave que sacó de su bolsillo.

-No hay más habitaciones libres, y como todas están ocupadas tendrás que quedarte en la mía hasta que le pongan una cerradura a la tuya- explicó entrando a su cuarto

Esas palabras te dejaron impresionada, ibas a dormir con tu superior varios días, eso te ponía nervioso, pero te decías mentalmente que el cabo no intentaría hacerte nada, ¿oh sí? Rivaille cerró la puerta con lave después de que entraras, pensaste que era para que nadie entrara y no le diste importancia. Después el hombre se puso detrás de un biombo donde se cambió su uniforme diario por unos pantalones cortos de dormir, si quería dejarte impresionada con su bien formado torso lo consiguió. Reconociste que tu superior era de buen ver, pero su actitud indiferente era lo que aún te hacía desconfiar en él, si no confiaba en ti, ¿por qué ibas tú a confiar en él?

-Eh, mocosa, cámbiate tu también. ¿O piensas dormir con el uniforme?- habló el hombre tumbándose en su cama

-Ahora mismo me cambio, cabo- dijiste poniéndote detrás del biombo y te pusiste tu pijama de verano, luego saliste con timidez, era la primera vez que dormías con un hombre, y más a solas

-Me sorprende que seas tan fuerte teniendo ese cuerpo

-Y a mí me sorprende que sea tan fuerte siendo tan enano

-¡¿Cómo dices?!- exclamó ofendido el hombre poniéndose de pie en la cama -Mírame, mocosa, soy más grande que tú

-¿Ah sí?- preguntaste divertida y empujaste a Levi para tirarlo a la cama, luego te suviste a ella de pie -Pues yo soy un titán y te voy a comer

-Mmmm... tentador- dijo pícaro, aunque tú lo dijiste en plan broma, él lo dijo en serio -Pero no me dejaré vencer por un titán, y seré yo el que se coma tu punto débil

El moreno te cogió de las manos y con fuerza te tiró a la cama, luego te volteó boca abajo, apartó tu cabello (color/pelo) dejando libre tu cuello y empezó a dar suaves mordiscos en tu nuca, provocándote varios escalofríos y espasmos que indicaban que te daba gusto que te hiciera eso, por lo que Rivaille recorrió toda la zona con su lengua, sacándote algún que otro gemido.

-Ca-cabo, yo...- tartamudeaste muy sonrojada, no esperabas que tu superior te mordiera el cuello, pero en parte no te molestaba que lo hiciera. Si otro hubiera hecho lo mismo tú no le habrías dado oportunidad para hacerlo, pero él era Levi Rivaille, y fue en ese momento dónde te diste cuenta que lo amabas

-Se hace tarde ya, cadete, durmamos- dijo el mayor soltándote y acomodándose en la cama -Pero la próxima vez que decidas transformarte en un titán no tendre piedad

-Entonces lo haré más a menudo- sonreíste picarona tapándote con la sábana y cerrando los ojos

-Pues saldré de caza

Ambos os dormísteis pensando en lo que pasaría estos días en los que dormireis juntos, no sabíais lo que pasaría, pero no dudabais de que sería una divertida y alocada experiencia para los dos que os marcaría de por vida.

Sorprendiendo a tu superior. Levi x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora