Y LO ESCUCHE POR PRIMERA VEZ

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Una mañana como cualquier otra, recuerdo perfectamente que realizaba mis actividades como de costumbre, contestaba un correo cuando de pronto escuche el teléfono sonar y al contestar escuche una voz que me erizo la piel, fue como si una descarga eléctrica me recorriera por completo.

Él: Sarah?

Yo: Si, quien habla?

Él: Soy Axel Femat, de Master Transfer, quiero revisar algunos puntos contigo.

Y así fue como comenzó todo, al principio eran simples llamadas casuales para revisar situaciones laborales, nada diferente a lo acostumbrado con el resto de los clientes de la compañía. Pero un día, mientras esperábamos a que el sistema reaccionara, para romper con el silencio tan incómodo que se creó a consecuencia de la espera comenzamos a platicar

-Y dime Sarah, qué dulces te gustan? - dijo con un tono de voz casual y amable, como invitándome a sobrepasar unos milímetros nuestra muy buena relación laborar, solo unos milímetros repito.

Una pregunta nada común pensé, me detuve un momento antes de poder responder - Bueno pues me gustan las paletas, en especial esas de cereza que tienen goma de mascar al centro y los chocolates, como a la mayoría de las mujeres y a ti?

-Verás, mas allá de lo dulce me gusta lo agridulce, es decir cualquier dulce que tenga tamarindo o sabor picosito ese es mi favorito - su voz era como la de un niño describiendo su gusto por los dulces, jamas creí que un adulto y una persona tan seria como él pudiera describir algo de esa manera.

-Ah entonces te gustan los pulparindos? - pregunté curiosa, porque recordé en ese instante que en mi infancia esos eran los mejores dulces del mundo, por lo menos para mi.

-Ay esos me encantan, pero los amarillos, los rojos son algo raros, no saben como el original - dijo emocionado.

Nuestra interesante plática sobre dulces fue interrumpida abruptamente porque a mi sistema se le ocurrió reaccionar justo en ese momento, así que no quedó más remedio que continuar con nuestra conversación laboral, como si ese episodio no hubiera pasado.

A partir de ese día, las cosas cambiaron, no no me refiero a que nos enamoramos, eso sería demasiado fácil y telenovelesco; lo que sí pasó es que los correos se convirtieron más amigables, las llamadas más amenas. La línea entre lo laboral y lo personal con cada llamada la íbamos cruzando mas y mas; al punto en el que algunas llamadas ya no eran para revisar temas laborales, sino para hablar y acompañarnos mientras trabajábamos.

Una tarde, después de algunos minutos de reír y de divagar como solíamos hacer una vez terminada la sesión laboral, se puso un tanto serio.

-Sarah, quisiera saber cómo es la persona con quien platico desde hace algunos meses y quien me hace muy feliz escuchar - se imaginan sólo mi tono de voz lo hacía feliz, suena digno de una novela de Nicholas Sparks no lo creen?

-Bueno pues si gustas podrías agregarme a Facebook - dije algo dudosa, aunque para ser honesta yo también quería saber como era el - aparezco como Sarah Reyes, y creo que tengo una foto con una niña pequeña-.

-Espérame, te busco en este momento - se creó un silencio, no incomodo, este fué como un silencio de suspenso, que pasaría si me veía y no le parecía linda y se derrumba la ilusión que quizás le creó mi voz - . Te encontré!!, agregame soy Axel Femat, espero que no te asustes al ver mi foto-. 

-Ay cómo crees que me voy a asustar - dije mientras tomaba mi celular y revisaba rápidamente mis notificaciones de esa red social desde mi celular - ah si ya me llegó tu solicitud - abrí su perfil, la verdad nada mal, pero no quise reflejar desesperada o algo por el estilo, así que guarde la compostura - Ah mira sales con un sombrero de vaquero jeje-

Se veía joven, de acuerdo a lo que registré de nuestras pláticas sociales, el tenia no mas de 33 años, pero en esa foto parecía de unos 25 quizás, de momento no supe si era reciente o no, pero no me atreví a preguntar. Supongo que hizo lo mismo inspeccionar rápidamente mis fotografías.

- Que bonita eres Sarah, tu novio debe de decirlo todo el tiempo - Novio?, de dónde sacó que yo tengo novio?, nunca me lo ha preguntado, pero por qué suponer que estoy con alguien o si? - .

- Cuál novio? - me apresure a decir, en ese tiempo salía con ese extranjero extraño, pero no era mi novio - Estoy solterita Axel, así que no hay nadie que me diga eso que tu dices y gracias por el cumplido, me sonrojas- sentí como al instante mis mejillas comenzaron a sonrojarse.

Se creó un silencio un tanto incómodo.

-Bueno, pues cualquiera pensaría que tienes a alguien a tu lado, una chica como tú no aparece todos los días - frase cliché para ligar, pero eso dijo, me daban ganas de cachetearlo, pero solo hice una risa incómoda y fingida.

-Axel, me esta llamando mi jefa, después hablamos, cuídate mucho - la verdad es que no me hablaba nadie, sólo no quería dar pie a nada más allá de lo que ya teníamos.

Al colgar me sentí muy extraña, el hecho de ponerle rostro a la voz con quien comparto tantos momentos durante la jornada laboral resultó súmamente agradable, similar a cuando conocías a alguien por chat y hacías click a pesar de la distancia. 

Aún todo puede pasarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora