Aún todo puede pasar

TODO CAMBIO

La verdad, me sentía una adolescente fantaseando nuestra historia de amor, pensando en hacer un futuro con él, de verdad anhelaba con todo mi ser que nuestros mundos se unieran, que sin dejar de ser y y sin dejar de ser yo fueramos uno mismo. 

La frecuencia de nuestrtas llamadas aumento, prácticamente mi compartíamos todo el día por el teléfono o por whatsapp, era como si los dos quisieramos hacernos compañía desde nuestro pequeño lugar en el mundo. Al principio para mí eso era suficiente, me conformaba con hablar por horas con él y los hermosos textos que nos envíabamos; pero comencé a querer más.

De pronto observé que nuestros castillos en los cielos sólo los visitabamos de lunes a viernes y en horario laboral, al llegar el viernes a las 6pm todo terminaba, no podía evitar preguntarme qué era de él cuando no hablábamos, que pasaba en su vida los fines de semana,  la verdad yo le compartía mis actividades, no me causaba ningún inconveniente hacerlo, al contrario, mi objetivo era hacerlo parte de mi mundo en la distancia, cosa que no pasaba de él hacia mí.

Las dudas cada vez eran más grandes, la incertidumbre era casi incontrolable; pero no me atrevía a preguntarle nada, temía que se terminara todo si lo cuestionaba, hasta que ya no puede aguantar más, me arme de valor y se lo pregunte.

-Necesito preguntarte algo- dije sutilmente.

-Lo que quieras- dijo como dándome confianza.

-Le he estado dando vueltas a la situación, y no quiero sonar paranóica, pero me pregunto porque los fines de semana desapareces o porque después de las 6 de la tarde es como si yo no existiera, hay algo que deba saber y no me has dicho, porque si tienes un compromiso prefiero saberlo ahora a que me digas en unos meses y la situación pueda resultar un desastre.

-Nena, preferiría tocar el tema en persona, estoy pensando ir a verte en un mes, podrías esperar hasta entonces para poder resolver todas tus dudas?

- Wow enserio vendrás a verme? que lindo se escucha eso, tu y yo sin tener interrupciones - dije entusiasmada- está bien, esperaré para cuando nos veamos de nuevo.

-Sólo te pido un cosa - pauso un poco- necesito que pase lo que pase confíes en mí por favor.

-Ay dices las cosas como si hubiera algo raro, pero está bien, prometo confiar en ti. 

Colgamos, y casi al instante comencé a hacer miles de planes, a donde iriamos, quería mostrarle toda la ciudad, que aunque no es muy grande, hay lugares hermosos que tienen que ser visitados cuando se viene por primera vez, busque algunos hoteles, le envié toda la información; de igual modo se entusiasmo con algunas actividades. 

Llegó la fecha esperada, nerviosa llegué al aeropuerto a la hora que me dijo que estaba marcada en su boleto de avión. Pasaron 10, 15, 20, 30 min y nada que llegaba. Imposible llmarle porque en los aviones comunmente uno lleva el celular apagado. Me acerqué a la ventanilla de la aerolínea a preguntar por el vuelo en cuestión; la respuesta de la chica me dejó helada. 

El vuelo llegó a tiempo a la hora indicada, pero el que no llegó fue él, él no apareció, revisé mi celular rápidamente, mis redes sociales y mis correos, a ver si me había mandado algun mensaje o cualquier señal que me ayudara a entender que estaba pasando, pero no.

Le llamé varias veces, le envíe no se cuandos mensajes pero ninguna respuesta. La verdad no recuerdo exactamente que pasó después, entré como en una especie de transe, cuando reaccioné ya estaba en mi casa recostada en mi cama con el celular en una mano y un pañuelo desechable en la otra.

Los días posteriores a ese desagradable acontecimiento, no fueron fáciles en ningún sentido, pasaba por todos los estados de ánimo en cuestion de instantes, y el deolor en mi pecho que ninguna medicina podía calmar era demasiado. 

Fue como si la tierra se lo hubiera tragado, ni una llamada, ni un correo, no habia nada ni nadie que me dieran alguna señal de su paradero, hasta que hablando en el trabajo con uno de sus compañeros de trabajo me reveló que él estaba de vacaciones, que podría hablar con él después de 3 semanas. Reconozco que se me entrecorto la voz cuando escuché tal revelación me limite a dar las gracias y colgar.