.Capitulo 1.

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Estaba sentada en su cama. Llevaba un rato. No sabía exactamente cuanto. Tenía la sensación que en esos momentos no pasaba el tiempo. Observaba la vista sombría que tenía desde su ventana. Iba a ser la última vez que disfrutara de aquella ventana, de su biblioteca, de su cama, al fin y al cabo lo que podría considerar su casa.

No podía ponerse melodramática. Nunca había sido su casa. Estaba allí sabiendo que era un lugar de paso. Nada la ataba a ese asqueroso edificio. Pero, no podía evitar dejar de vislumbrar antiguos recuerdos. La primer vez que leyó un libro, la primera vez que todo el piano, el primer instante que sintió la magia corriendo por sus venas.

- Veo que ya ha recogido todas sus cosas- dijo la mujer- Bien, podemos irnos ya ¿Para que demorarlo más?

Lu la miró. Aquella mujer era impresionante mente elegante y muy hermosa, aunque fuera de un tipo regio y frió. La llevaba esperando más de dos horas. Se puso de pie pensando que a una mujer con tal porte no podía hacerse le esperar más. Ademas iba a ser huésped en su casa durante a saber cuanto tiempo. Debía empezar pareciendo una mujer seria y respetuosa.

Cuando la señora, pues era toda una señora, se dio cuenta de la intención de la joven de salir de la habitación, hizo desaparecer el equipaje y las cajas que albergaban todas las pertenencias de la chica.

- Querida, así no tendremos que cargar con ellas- La señorita Black no se fiaba mucho pero se mantuvo imperturbable ante las dudas que tenia de que sus cosas llegaran en buen estado.

Bajaron las escaleras. Narcissa abrió la puerta sin ningún miramiento y de la misma manera la cerro después de que Lucy saliera de la casa. No dejo margen para que la niña se diera la vuelta en un impulso melancólico, y observara por ultima vez la fachada de la casa de Severus. Se dijo que no necesitaba hacerlo y siguió caminando hasta desaparecerse en la esquina de la calle que tantas veces había cruzado.

Enamorada de La SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora