.Capitulo 3.

21 1 0
                                    

El pasillo era eternamente largo. Parecía que nunca terminaba. Cuando llego al final se sintió frustrada, estaba en una biblioteca oscura ¡Iba a tener que desandar lo andado!

En un segundo dejo de sentirse de aquel modo. Se había quedado echizada por el fuego de la chimenea, que ardía feroz e incansablemente. Cada llama azul que desprendía la lumbre le hacia sentir cada vez más deseo de acercarse al intenso calor. Y así hizo, entre consciente y embrujada, fue hacercandose con lentos pasos a la fogata. Se quedo mirando el fuego, sintiendo el calor en la cara y apoyando su mano en la repisa de mármol negro.

- Preciosa, no creo que se considere correcto que una mujer decente irrumpa de esta manera en una habitación de un hombre como yo. A no ser que quieras que chismorrean y parloteen sobre ti, en ese caso has llegado al lugar ideal- la joven respiró y, tranquila y lentamente, se dio la vuelta.
Fue entonces cuando pudo ver a un apuesto chico rubio recostado de una manera relajada sobre un sofá rojo de cuero mientras leía un libro. No había puesto la vista en ella hasta ese mismo momento. Esta imagen le dibujo una sonrisa socarrona en sus bonitos labios.
- Tranquilo, no tengo ningún interés de que me relacionen contigo en ningún sentido. He llegado aquí por error, mientras buscaba mi habitación.- respondió tajante la chica Black

-Tu lo llamas equivocación, yo lo llamo destini- dijo para después colocar de nuevo sus ojos grises en las hojas del libro.

-El destino no existe.
-Entonces, ¿cómo llamas tu al hecho de que nos hayamos vuelto a encontrarnos después de tanto tiempo,mi querida Lu?- después de decir esto la traladro con una de sus miradas que a ella tanto le molestaban.
- Yo lo llamo mala suerte, Malfoy
- ¿Malfoy? ¿Es esa la manera de tratar a un querido amigo de la infancia?

Lucy se dio la vuelta, sin hacer caso de las palabras del chico, y se dispuso a salir por donde había entrado.
- Si lo que quieres es llegar a tu habitación, te estás confundiendo de camino, cariño- esa forma suya de hablar la enerbaba sin remedio- será mejor que me sigas, antes de que acabes en la alcoba de alguien que no sea tan encantador como yo.
Draco cruzó la habitación con Lu siguiéndole desde una distancia prudencial. Abrió una puerta secreta que había detrás de la estantería y se quedo apoyado en el marco de esta, con una postura chulesca. Luego le indico a la chica con un brazo que cruzara la puerta. Ella pasó y siguió caminado hasta alcanzar el pomo de una puerta que estaba al final del corredor. La abrió.
- Yo estaría encantado de invitarte a pasar, preciosa; pero me gustaría que antes nos conociéramos mejor- ¿No podía dejar de intentar molestarla? se preguntó la chica.- tu habitación es esta- diciendo esto abrió una puerta muy cercana, pintada del mismo color que la pared. Pasaba totalmente desapercivida.
- ¿Es que en esta casa no podéis dejar de ocultar cosas?- dijoy adornó sus palabras con una bonita pero irónica sonrisa.
- Eso me da dolido- dijo el chico llevando exageradamente las dos mas hacia el corazón.
- Ya no soy una niña a la que puedas hacer llorar con facilidad, Malfoy- cerro la puerta dejándole con ella en las narices.
- Eso ya lo veo- dijo muy bajito el hombre- te has convertido en toda una mujer.

Enamorada de La SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora