Dating » l.h

s i e t e

Peyton POV.

Estaba sentada en una mesa del Starbucks que estaba en el centro de la ciudad. Ashton a mi lado, pegado a la ventana y enfrente de él Anna.

Era una chica linda, ligeramente popular pero no era la típica plástica. Me caía bien.

Ella decidió junto a Ash crear una cita doble conmigo y un tipo desconocido, alguna vez fue amigo de Anne y era el responsable de que ellos ahora estuvieran saliendo.

Me había arreglado más de lo normal hoy, había alisado mi cabello dejándolo perfectamente estirado, haciendo que luzca más largo. Me eché algo de rubor, máscara de pestañas y labial sabor cereza (El que llevaba en mi bolsillo actualmente,pues los nervios me hacían chupar todo lo que había aplicado en mis labios y debía retocarmelos) que dejaba un lindo tono rosado natural en mi boca.

Habíamos llegado hace 5 minutos, Anne conversaba animadamente como siempre y me sacaba sonrisas con comentarios estúpidos, que decía aproposito.

- ¿Estás bien, Pey? -habló mi amigo,aprovechando que Anna contestó una llamada telefónica,sobando mi rodilla para llamar mi atención-

- Si um, sólo un tanto nerviosa.-arreglé mi cabello y él besó mi mejilla-

- No tienes porque. -quitó un mechón de cabello que estaba preso entre mis labios- Te ves hermosa, si no resultan las cosas él se lo pierde -guiñó un ojo-

- Awww por esto te amo Irwin -abracé su delgado pero fibroso brazo y el acarició mi cabeza suavemente.-

Anna dejó su teléfono sobre la mesa y nos miró con una sonrísa.

- Hey corazón, tu cita está a una cuadra de aquí. Prepárate.

Segundos después el rugido de una moto resonó a través de las ventanas.

No le tomé importancia porque mucha gente anda en motocicleta, pero mi corazón se apretó ante el recuerdo de Luke.

Luego de esa salida juntos, pensé que quizás había algo, pero él no hizo más que ignorarme por al rededor de dos semanas.

Lo veía caminar en la secundaria, jugando con su piercing,nos mirabamos, me acercaba hablarle y él solo seguía caminando. Ignorandome, como si fuera un fantasma.

- PEEEEEYTON -sentí como salía de mis pensamientos para sentir que me sacudían de los hombros levemente, enfoqué mi mirada y era Ashton quien lucía muy preocupado, acaricié su rostro para calmarlo y el sonrió extrañado por mi poco usual comportamiento- Peyton, llegó tu cita. -hizo un ademán para que mirara en dirección a Anna-

Deslicé mi mirada hasta el frente y me encontré con Anna quien llevaba una mirada coqueta, a su izquierda estaba "Luke" el amor me golpeó verdaderamente fuerte, pestañeé varias veces para quitar ese espejismo y es que me encantaría tener a Luke al frente pero ahora debo tener mi atención en mi cita. Abrí los ojos y seguía ahí. Los rasqué y seguía ahí.

- Creo que tienes algo en ..el ojo, ya sabes..-murmuró con esa voz tan profunda que me mataba lentamente-

- Peyton, él es Lukey mi amigo del que tanto te hablé. -dijo Anna para romper el hielo, yo seguía anonadada por esta situación-

- Mucho gusto -dijo asintiendo levemente- Cuál era tú nombre?

¿NO ME CONOCÍA? está de broma verdad? ¿yo no inventé todo esto en mi cabeza o sí? Este chico iba a terminar con mi salud mental.

- Um, eh.. Pe-Peyton.-balbucee y me acerqué más a Ash, sintiendo que iba a desfallecer-

Ordenamos café con pasteles e iniciamos una charla grupal relajada, no como si me quisieran casar a mi a mi cita y lo agradecí.

Este era un Luke completamente distinto al que conocí, era simpático y amoroso, sobre todo con Anna, a la cual le apretujaba las mejillas y recordaban cosas de su infancia.

La comida que estaba en nuestros platos desapareció al cabo de una hora de conversaciones triviales, de avergonzarnos entre nosotros ya que ambos éramos amigos desde hace varios años.

Decidieron que era hora de ir al cine.

Ash y Anna avanzaron tal atleta por la calles semi-llenas, dejándonos a mi y a Luke atrás.

El llevaba las mangas de su sudadera ploma arremangadas, por lo que podía notar su tatuaje "Hemmo" en el antebrazo.

- ¿Y ese tatuaje? -dije jugando con mis dedos mirando los autos pasar-

- Oh,deja vú. -dijo irónicamente, luego se movió agarrandome por la cintura para que no cruce la calle, ya que estaban pasando decenas de autos-

- Siento que ya nos conocemos Luke.. -dije mirando sus bellos ojos y por primera vez pude compararlos con el celeste cielo que podía ver detrás de él, pero sus ojos ganaban por mucho el premio de la perfección hermosa-

El rió suavemente y tomó mi mano, cuando pasamos cerca de un callejón me tiró hasta acorralarme contra una muralla de ladrillos.

- Estoy harto de fingir nena. -bufó- no me ha sido fácil ignorarte,más cuando molestarte es tan divertido. -me crucé de brazos mirándolo enojada- Te arreglaste para mi, déjame decir que te ves bastante decente -sonrió de lado-

- Para tu maldito juego ¿quieres? -intenté separarme pero me tenía acorralada.

- No, no quiero. -carraspeo y lamió su piercing, me dieron ganas de besarlo- Mira, si tu me dices quién te reveló mi maldito apellido todo seguirá como antes...-me penetró con la mirada buscando la verdad a través de mis ojos-

- Escucha "Luckey" -hablé con sinismo- Nadie reveló tu tonto apellido,nadie más que tú -el frunció el ceño- Tú lo anotaste en la ficha de asistencia en detención y lo leí sin querer. -lo empujé lejos de mi- ¿Es por eso que me ignorabas?

- Quizás.. -comencé a caminar, pero el me detuvo haciendo que me tropiece con mi pié- Peyton, créeme que cuando esté listo te diré todo. Pero no me presiones y no me investigues porque eso me hará odiarte.

Me di vuelta a mirarlo, por qué era tan dramático. En sus ojos se veía el pánico y decidí hacerle caso a Bonnie y dejar todo ese tema de lado, no hacer más bromas con su apellido porque al parecer realmente lo afectaba, había ocurrido algo delicado con su padre seguramente.

Asentí y seguí caminando en dirección al cine, sentí como tomaban mi mano suavemente. Voltee a ver a Luke con ese aspecto dulce de Starbucks, excelente actor.

Rodé los ojos y el paró de caminar, justo en frente del cine,me voltee a verlo y tiró de mi brazo haciéndome chocar con su pecho. Tomo mi barbilla y besó lentamente mis labios llevándome al cielo, él saboreando mi labial de cereza y yo esa dulzura repentina que le brotaba derrepente, que de sentía tal como una droga.

- Hemmo. -murmuré apenas nos separamos-

el me besó castamente.

- Shht, que no te escuchen. -movió su cabeza en dirección al cine y metió sus manos en sus bolsillos indicándome que el momento de dulzura se acabó-

Ahora no tomaría mi mano, no me besaría y practicamente seguiría con la farsa de que no nos conocíamos.