Robert Hemmings,el marido de Liz y padre de Luke era un multimillonario. Era demasiado inteligente y tenía la intuición de un vidente.
Lamentablemente ocupó ambas cualidades para el mal y comenzó a estafar gente con el afán de hacer más y más dinero.
Liz no trabajaba, solo estaba en casa e invitaba a un montón de sus amigas a tomar el té, todos los días. Como las niñas, en tazas pequeñas con el dedo levantado.
Luke amaba todos los juguetes a los que tenía acceso, las motos a su medida, los autos a control remoto y sus figuras de acción.
Robert estaba orgulloso de lo masculino que era su unico hijo.
Liz un día fue invitada a la casa de su nueva amiga. Estaba nerviosa, nunca había ido a una fiesta del té fuera de su propia casa.
Todas llevarían a sus hijos para que jugaran juntos.
Pero Liz estaba muy asustada de ser avergonzada por Luke. Era un bruto, hiperactivo y violento. Seguramente vería a los demás niños y sugeriría jugar a las luchas o algo así. Liss habló con él.
- Cariño,vendrás conmigo. -tomó suavemente su mano y el sonrió, amaba a su mamá, amaba estar con ella, era tan delicada y suave con él que lo hacía sentir especial- Podrás jugar con un montón de niños, son los hijos de mis amigas.
- ¿Puedo llevar mis autitos? -dijo rascando su barriguita prominente-
- No, allá habrán suficientes juguetes. Pero debes ser muy cariñoso y amable para que te los quieran prestar. -cepilló su cabello hacia atrás-
- Okey. -sonrió y abrazó a su mamá-
Liz se vistió mejor que nunca y el pantalón caqui y la camisa de polo celeste de Luke eran ocupados por primera vez.
Su chofer los dejó en la enorme casa de Lidia Norman. Estaban todos en el patio trasero.
Todas las señoras amaron a Luke y como Luke quería jugar fue muy amable con todos.
De tanta limonada a Luke le dieron ganas de ir al baño.
Entró a la casa sin saber a donde ir, ahí fue cuando escuchó la voz de Caitlin Norman, ella tenía 16 y asistía a la academia artística de los 5. Cantaba hermoso, alcanzaba las notas más altas y también podía tocar el piano.
A luke le pareció como una sirena. Siguió la voz hasta que tuvo a la chica frente a él.
- ¿que haces? -le preguntó el-
ella sonrió al ver al niñito interesado.
- estaba cantando, ahora voy a tocar un poco el piano. -explicó suavemente, pero ahora su voz no sonaba tan linda como antes-
- ¿que es cantar? -dijo acercandose a ella que se sentaba frente a un objeto no tan desconocido para Luke, había uno en su casa, pero nunca se sento como ella lo hacía y nunca le tomo atención-
La chica parecía sorprendida por su pregunta y se tomo su tiempo para responder.
- Cantar es como hablar, pero lo tienes que hacer sonando parecido a la melodía de la canción que quieras cantar. -Luke asintió-
La chica levanto una parte del objeto de madera y apareció otra que parecían dientes.
- ¿Que es esto? -dijo tocando una tecla emitiendo una nota-
- Es un piano. Puedes tocar melodías en las que puedes cantar.
Luke la observó bastante rato, cantar y tocar. Estaba fascinado.
Se hubiera quedado más tiempo ahí pero tenía que orinar.
Al salir del baño se encontró con su mamá.
- Es hora de irnos Luke, ve a despedirte. -dijo Liz acariciando su cabello-
Luke fue corriendo a la habitación del piano, la chica seguía ahí.
Luke le dió un abrazo y salió corriendo hasta el patio donde grito un agudo "Adios" y subirse al auto.
Madre e hijo llegaron a cenar, Luke saludo a su papá con un beso en la mejilla.
- Papá quiero pedirte algo. -dijo Luke luego de tomar jugo de fresas-
- Claro campeón. ¿Qué es? -dijo tomando su manito-
- Quiero saber cantar y tocar algún instrumento. ¿puedo tener eso?
Una semana después Luke estaba asistiendo a la misma academia que Caitlin.
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Dating » l.h
FanficPeyton Hills era tan corriente y ordinaria que su rutina aburrida no serviría para escribir una historia. Luke Hemmings era un misterio, una leyenda, pocos lo conocían realmente, la mayoría solo sabía su apodo de pandillero: "Hemmo". Cuando ambos se...