- Capitulo 13 - [(Angel Eyes)]

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Había llegado el día, nuestro plazo se había acabado, era hora de presentarle nuestra nueva propuesta a la compañía asociada, para lo cual ellos habían enviado a Seúl representantes con el fin de aprobar el proyecto completo o en su defecto de ponerle termino de inmediato al lazo contractual que nos unía. La exposición se llevaría a cabo en la sala de reuniones del edificio de nuestra compañía, la que estaba iluminada por la luz natural y fría del invierno que entraba por las grandes ventanas de la habitación decorada con ramos de lirios violeta y blancos impecablemente dispuestos, pero sin importar lo bellas que lucían las flores el ambiente estaba tenso debido a la presencia de los japoneses que encontraban ubicados alrededor de la mesa ovalada, parecían impacientes por ver que teníamos para ofrecer.

Eran las 10.42 am y sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, Antonella aún no aparecía por ninguna parte, y la reunión estaba agendada para empezar a las 11.00 am en punto, como directora de arte era su labor presentar personalmente la nueva propuesta, nadie más que ella podía hacerlo mejor pues conocía plenamente el proyecto, al fin y al cabo esos eran sus trazos e ideas. Esa chica había trabajado muy duro, jamás la vimos estar quieta durante toda la semana, incluso durmió en la oficina los últimos días con tal de terminar a tiempo, cada vez que pasábamos por fuera del lugar que le habíamos asignado para que trabajase tranquila y sin interrupciones podíamos verla trazando colores e ideas en sus hojas, era como si físicamente estuviese ahí pero su cabeza estaba en otro lugar, en alguna dimensión fuera de nuestra comprensión.

Me encontraba tan nerviosa que por momentos olvidaba respirar, lo que me provocaba una sensación de mareo que iba y venía con el transcurso del tiempo, por más que lo quisiera no podía dejar de pensar que Katy y yo habíamos puesto toda nuestra fe en ella, tanto el futuro de este proyecto como nuestra posición en la compañía estaba por completo en sus manos. El tic-tac del reloj colgado en el muro del salón perforaba mis oídos, acusaba que eran las 10.50 am, que solo quedaban 10 minutos para salvar nuestro pellejo, miraba de reojo a los japoneses y cada vez lucían más hostiles y ansiosos, sentía como comenzaba a sudar frio, usualmente soy bastante buena manejando los momentos de estrés pero esta situación se nos estaba escapando de las manos, a simple vista todo lucia en paz, pero en el fondo la tensión existente entre los miembros de nuestro equipo era casi palpable, el silencio que gobernada la sala, la angustia que respirábamos, entre unos y otros reinaba la incertidumbre.

Cuando casi estábamos al borde del infarto sentimos a lo lejos el ruido de unos zapatos de tacón, miré el reloj y marcaba las 10.57 am, era Antonella que venía a toda velocidad por el pasillo con su portafolios negro en la mano y su largo cabello rizado bailando al ritmo de la urgencia, verla me devolvió el alma al cuerpo, miré a Katy quien se encontraba al interior de la sala de reuniones, parecía tan angustiada como yo, así que le hice una señal para que diera la orden de iniciar la reunión, ella me respondió dándome una sonrisa de alivio, cerré los ojos e inhale profundo, podía volver a respirar.

Se encendió el retroproyector y cerramos las persianas, pero cuando Antonella se disponía a pasar al frente de todos para iniciar la exposición noté que había algo café enredado entre sus rizos, así que antes que comenzara a caminar me acerque disimuladamente y se lo quite con suavidad, una vez que lo tuve en la mano me di cuenta que era una rama de una especie de arbusto, la miré desconcertada, al parecer ella entendió mi extrañeza y me dijo divertida:

- Es una larga historia, más tarde te cuento todo – me limite a afirmar con la cabeza y la deje ir para que diera inicio a la exposición

En la pantalla comenzaron a aparecer múltiples imágenes angelicales en tonos pastel, campos llenos de árboles de cerezos en flor, prados verdes, cielos majestuosamente despejados, fue entonces cuando la chica comenzó a hablar dejándonos maravillados, la propuesta para el Tour estaba basada en el concepto de vivir un amor de ensueño en la romántica ciudad de Seúl, trasladaríamos la magia de la capital coreana hacia Japón con todos los chicos guapos de los grupos de Kpop que formaban parte del Tour, sin duda era una idea muy seductora y comercial, la chica solo a través de juegos de colores habría logrado ilusionarnos haciéndonos pensar en el primer amor, Antonella era tremendamente creativa y talentosa, desde el primer momento obtuvo la atención y simpatía de los japoneses, cada vez que ella hablaba estos sonreían satisfechos, la chica lo había conseguido, habíamos cerrado el trato.

Cuando terminó nuestra exitosa reunión decidimos ir a almorzar juntos para festejar con todo el equipo por lo que habíamos logrado, acabábamos de dar un paso gigante en nuestras carreras, incluso el Presidente de la compañía nos había llamado para felicitarnos, estábamos dichosos, todo el trabajo duro había tenido recompensas. Luego de un par de brindis y bastante comida finalmente recordé lo que había encontrado en el rizado cabello de Antonella y le pregunte:

- ¿Por qué traías una rama en tu cabello? ¿Dormiste en medio del césped? – y ella me respondió

- ¡No! No soy una indigente, ¡que risa! es solo que me pasó algo increíble esta mañana.

- ¿De verdad? – pregunte asombrada, entonces Antonella dijo

- Estuve terminando mi presentación hasta muy altas horas de la noche por lo que hoy me quedé dormida así que salí retrasada de mi casa, después de mucho esperar pude tomar un taxi, el que me trajo hasta muy cerca pero como era hora punta había un embotellamiento descomunal en la avenida principal que está a dos cuadras del edificio en que esta la oficina, así que en razón de las circunstancias y como me sentía desesperada decidí bajarme y correr lo que me faltaba de trayecto, así que me dije dándome ánimo "son solo dos cuadras, puedes hacerlo", me bajé del taxi, pero iba tan concentrada pensando en llegar a tiempo que no me fije que delante de mi venia caminando un chico con un café en la mano, logré esquivarlo pero de todas formas me tropecé y empujé a su amigo, pero como iba corriendo el impulso hizo que ambos cayéramos sobre unos arbustos que hay afuera de la cafetería que está al lado del edificio de la compañía, mi portafolios voló por los aires haciendo que lo perdiera de vista, una vez en el piso el chico al que empuje me pregunto "¿Estas bien?", entonces fue ahí cuando lo miré a la cara, su rostro era hermoso, tenía unos sus ojos almendrados de abundantes pestañas que desbordaban la gentileza de sus palabras, su pequeña boca rosada estaba tentadoramente cerca de mí, su nariz hacía perfectamente juego con todo lo demás, las proporciones de su rostro eran perfectas, pensé "tiene que ser un ángel". Luego de ponerme de pie y limpiar un poco mi ropa note que su amigo había encontrado mi portafolios, la verdad es que no recuerdo las veces en que me incliné ofreciéndoles disculpas a ambos, solo sé que fueron muchas, miré mi reloj de pulsera y tome el portafolios para luego continuar mi carrera hasta entrar al ascensor y aquí estoy – dijo sonriendo

- ¡Wow! ¡Que intenso! Y ¿le preguntaste su nombre? – le dije intrigada, su historia era muy interesante

- No, estoy tan arrepentida, como solo pensaba en llegar a tiempo no se me ocurrió preguntarle nada, ¡ay! como me gustaría volver a verlo, pero Seúl es tan grande, no volveré a verlo jamás - dijo lamentándose la chica

- Tranquila, no digas eso, piensa que si él está en tu destino aunque por cualquier motivo no quisieras volver a verlo de una u otra manera la vida se encargará de hacerlos tropezar otra vez, solo ten fe.

Después que terminé de decir esa frase miré por la ventana del restaurante, sin duda muchas cosas habían cambiado en mí al pasar estos últimos meses, al parecer mi discurso ahora era más suave, las semillas de la esperanza no tan solo habían germinado sino que estaban luciendo sus verdes brotes, sin importar el frío que estuviese invadiendo silenciosamente la ciudad, quizás este sería un invierno florido.

Try To Walk (CNU y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora