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Alfa, beta y omega.

No le gustaría ser un alfa. No le agradaban, fuera de su celo no los soportaba. Eran unos brutos egocéntricos que sentían que merecían el universo por derecho nato cuando no hacían nada por ganarse ni al más misero omega. Ellos sólo llegaban, con su gran altura y sus anchos hombros, apuntaban al omega que les gustaba y lo mordían. Y, aunque el omega se resistiera en un principio, después de la mordida se volvería la maldita cosa más sumisa, amorosa y servil para con su alfa, olvidándose, literalmente, de lo demás y los demás.
Lo único relativamente bueno (y favorable para los omegas) de ellos es que sólo podían morder a un omega, no más, el lazo era irrompible por lo que el omega que elegían era para toda su larga vida.

Él amaría ser un beta. Todo era simple para ellos, porque si un alfa los mordía no los afectaba y si miraban a un omega eran inmunes a su belleza. Ellos simplemente paseaban, viviendo sus vidas cómodamente, sin la necesidad de (como él mismo) correr porque un jodido alfa se sentía con derecho sobre ellos. Elegían a su pareja por gusto y si no estaban bien siempre podían separarse y buscar otra pareja.
No eran sumisos ni egocéntricos, eran tranquilos, felices y eso es justamente lo que él necesita, tranquilidad y felicidad, dejar de correr.

Odiaba ser un omega. Y es que, en serio, si realmente existía un Dios, que se supone los ama a todos ¿Porqué maldijo a los omega de esa manera? Ellos sólo tenían belleza, pero él no quería belleza, quería libertad.
Los omega eran los más jodidos, porque no podían defenderse ni hacer nada al respecto si un alfa los quería, sólo dejarse morder y pertenecerle.
¿El colmo? Si un alfa los mordía, olvidaban todo, olvidan a su familia, amigos, sus ideales, todo, sólo están ahí para servirle a su alfa y hacerlo feliz. Él encaja sus colmillos y se olvidan de quienes eran, lo único que saben es que quieren abrazar y decirle a su alfa que lo aman.
Con el paso del tiempo pueden recuperar algunos rasgos de su personalidad.
Y finalmente (Cómo no): la mordida duele como una perra.

Él no quería ser nada de eso, por esa razón huía, porque él quería ser libre, no quería ser un pequeño sentimental idiota por su alfa. Quería recordar a sus padres y a su hermana, su vida. Pero estaba Louis (jodido y estúpido Louis). Un alfa con un montón de dinero, dueño de una empresa de, bueno, nunca se entero de que, todos los alfas tenían montones de dinero y eran dueños de algo, no era de extrañar que éste también fuera igual. El punto es que el alfa llevaba casi tres meses cazandolo como a una animal, él y unos betas a los que contrato con el propósito de encontrarlo y tal parecía que no pararían hasta encontrarlo.

alfa innecesario (l.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora