Me desperté, miré el reloj. Vaya las 6:30 am. Corrí. Ya era muy tarde para la escuela, así que me puse lo primero que vi y comí un poco
-Ya me voy mamá que se me hace tarde.-tomé mi skate
-Adiós hija, date prisa que llegarás tarde******
Finalmente había llegado a la escuela, mis amigas me estaban esperando
-Vanessa, hola.-Jenny y Monse me abrazaron
-Chicas me da gusto verlas
-Nos enteramos de lo que pasó contigo y con Santiago ¿Te encuentras bien?-dijo Jennifer
-Sí, supongo, ya un poco mejor
-Pero cuéntanos amiga ¿Por qué terminaron?
-Por qué mi padre mató al suyo. Y ninguno de los 2 lo sabia. Hasta el día del evento. Por eso me fui
-Eso es una tontería, independientemente de lo que hayan hecho sus padres, por que a ustedes tendría que afectarles. Tu no tuviste la culpa.
-Lo sé, intenté decírselo pero no me quiso seguir escuchando. Dijo que no podía seguir siendo novio de la hija del asesino de su padre
-¿Y por qué tu padre lo mató?
-Mi madre dijo que fue por asuntos de dinero
-Deberías investigar ese asunto más a fondo Vanessa
-Tenia pensando preguntarle a mi madre donde esta encarcelado pero no se si me quiera dar esa información
-Tiene que hacerlo, tienes derecho de saber que fue lo que pasó exactamente
-Tienen razón, lo haré.-hice una mueca.-Vamos ya a clase*******
Había llegado la hora de salida, y por suerte no había visto a Santiago en todo el día.
-Oigan, hace mucho que no vamos al centro comercial.-mencionó Montserrat
-¿Por qué no vamos ahora?-dije yo
-Hillary Baxter, detente ahí.-escuché a alguien gritar mi nombre, y quien lo había hecho se acercó a mi a saludarme. Era Andrew.-Hillary ¿Cómo estás?
-Bien y no me llames así.-rodé los ojos
-¿Vanessa quien es el?-preguntó Jennifer
-El es Andrew, mi vecino de enfrente.-saludó a mis amigas
-Hillary, no sabia que estudiabas en esta escuela
-Pues ahora ya lo sabes ¿Tu también estudias aquí?
-Sí.-sonrió.-¿Ya te vas a casa?
-No de hecho voy a ir con mis amigas a. . .-me voltee a ver a mis amigas, que por cierto ya no estaban.-¿A donde se fueron?
-Hillary. Mientras hablabas conmigo, ellas se hecharon a correr y apenas te diste cuenta.-rió
-Mierda. Me las pagarán.-apreté los puños.-Bien me iré a casa.-tomé mi skate del piso
-¿Entonces te puedo acompañar?
-No.
-¿Por qué no?-me miró fijamente.-Oh vamos Hillary debe haber una razón
-Pues solo no y ya me. . .-no pude terminar esa frase por que me percaté de la presencia de Santiago a unos cuantos metros de nosotros
-Hillary.-miré más allá de Andrew que Santiago estaba mirándonos.-¡Hillary!-gritó Andrew quien me sacó de la nube de mis pensamientos
-¿Qué?-parpadee repetidas veces rápidamente
-¿A quien ves tanto?-se volvió para ver en la dirección en la que yo estaba viendo hace un momento.-Oh ya veo, ves a ese chico de allá
-Bueno es que el es mi. . .ex novio.-bajé la mirada
-Oh Hillary, lo lamento mucho.-me dio un abrazo
-No es para tanto.-refunfuñé
-Ven, te acompaño a casa
-No se si quiera volver a casa tan temprano, quería salir y distraerme para no pensar en mi ex novio
-Pues que tal si vamos a tomar unas malteadas, yo invito
-Esta bien vamos*******
-¿En que piensas?
-No, nada.-tomé de mi malteada
-Estoy seguro que pensabas algo
-Eso es ridículo ¿Cómo puedes saber eso, eres mentalista?
-No, es solo que. Digamos que aunque tenga poco de conocerte, cada que te pones pensativa juegas con un mechón de tu cabello desinteresadamente
-¿Enserio? Ja, no había notado que siempre hacia eso
-También cuando algo te intimida bajas la mirada. Como ahora
-Claro que no
-Y cuando mientes jamás miras a los ojos. Bueno eso sí me costó trabajo deducirlo por que a mi casi no me miras a los ojos, siempre miras más allá de mi
-Claro que no, si te miro a los ojos
-Y cuando estas nerviosa o titubeas o parpadeas más rápido de lo normal. Cuando te enojas tiendes a rodar los ojos demasiado. Cuando estás triste tiendes a jugar mucho con tus manos. Cuando estás feliz y te ríes tiendes a cerrar los ojos un segundo. Además de que te ves más linda así
-Suficiente. Es demasiada información.-pasee la mirada por el lugar
-Cuando haces eso es por que no sabes que decir.-sonrió
-¿Por qué me dices esas cosas?
-Por qué seguramente nadie te las ha dicho ¿o si?
-. . .No.-hice una mueca
-Cuando haces eso es por que algo te disgusta o hay algo que no entiendes
-Conoces bien mis expresiones y movimientos Señor Aparicio
-De hecho aún no termino de conocer todas tus expresiones Hillary
-Nadie.-alcé las cejas
-Entiendo.-se acomodó el cabello
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Quiéreme Otra Vez
Любовные романыSegunda parte de: "Quiéreme si te atreves." [Nota de la autora] Estoy trabajando arduamente en la corrección ortográfica de esta historia. Disculpad las molestias que las faltas de otrtografia le ocasionan.