Finalmente llegué a casa después de esa charla que tuve con Santiago. Y bueno, mi madre ni me dirigió la palabra en todo él camino de regreso hasta que iba subiendo las escaleras
—Bajas cuando esté lista la cena
—Ok
Ya en mi habitación, no quería saber nada de nadie, solo recostarme a pensar en mi vida. Pero luego mi madre tocó la puerta de mi habitación
—Vanessa, tu amigo Andrew esta abajo en la sala. Dice que necesita hablar contigo
—Esra bien, dile que suba
—Esta bien
Al poco tiempo alguien habló tras la puerta, era Andrew
—Hola—dijo
—Oh Andrew, pasa—asintió y se sentó en mi cama frente a mi
—¿Como te sientes Vanessa?
—Bien, gracias, ya estoy mejor
—Me alegro—sacudió su cabello
—¿Y a que has venido?
—Pues a eso, a ver como estabas
—Bueno—sonreí
Se hizo un silencio incómodo en la habitación que duró varios segundos. Después recordé lo que Andrew le gritó a Santiago él día de mi accidente. Pero algo me intrigaba aun más ¿El ya sabrá que me cortó, que intenté suicidarme? Finalmente habló
—Vanessa yo. . .
—¿Lo sabes?—interrumpí
—¿Saber que?
—Nada, dime que ibas a decirme
—Es solo que, me preocupa un poco tu situación y tu estado mental. No se que te haya sucedido pero espero estés bien pronto
—¿Que?
—Si Vanessa, y dime ¿Has pensado en acudir a un psiquiatra?
Ok ya me enojé
—. . .¿que?
—Te pregunto esto por que me preocupo por ti. No se, después de que Santiago me contó sobre tus cortadas y tus intentos de suicidio. Pues, tal vez estarías mejor si te internan en alguna clínica o algo así—mi furia alcanzó niveles insospechados. Hasta que por fin pude descargar mi ira
—¡¿Crees que estoy demente, que soy una psicótica?! No necesito que me internen en ninguna clínica, estoy bien
—Pero Vanessa. . .
—Pero nada —le interrumpí—. Y ahora escuchame IDIOTA, por supuesto que acudo a terapia psicológica. No necesito de tu estúpida lástima. No soy una enferma terminal para que medio mundo sienta lástima por mi —le grité—. Vaya soy mucho mejor que "usted"
—Lo siento. Perdoname —su mirada se entristeció—. Tu no eres una psicótica, tu eres hermosa, linda y mas que nada. . .eres la mujer que quiero tener a mi lado por él resto de mi vida
—Largate por favor, no te quiero ver más ¿Como te atreves a tratarme así? Como si fuera una psicópata. Veté por favor, veté. Creí que eras mi amigo
—Muy bien, me iré
Después de eso, se levantó, me miró y salió por la puerta sin decir nada mas.
Quería llorar pero no iba a llorar por un hombre. Soy Hillary Baxter y Hillary Baxter no llora por ningún hombre. Tal vez Vanessa Hockings lo haga pero Hillary Baxter. Jamás.
Después de esa conversación interna que tuve conmigo misma para darme ánimos, tome mi celular, mi skate y me dirigí al parque. Ahí me encontré a Santiago quien no tardó en ir a saludarme
—Vanessa, hola
—Hola
—Vienes a patinar por lo que veo
—Si, tengo mucho que no salgo a patinar
—Oh entiendo, bueno y ¿como sigues?
—Ya mejor, gracias. Estoy bien
—¿Te puedo dar un consejo?
—Seguro
—Deberias usar cicatrizante
—¿Para que?
—Bueno para que te pongas en las muñecas y así esas marcas que te quedaron en la piel desaparezcan
—Agradezco tu consejo pero, no creo necesitarlo. Quiero que esas marcas se queden ahí
—¿Por que?
—Por que no quiero olvidar los motivos por los que estan ahí. Si las borro tal vez después no recuerde por que es que sufrí tanto
—Creo que lo mejor es que lo olvides y, intentes pues cambiar y buscar ayuda psiquiátrica
—¡¿Ayuda Psiquiatrica?! ¡También tú estarás con esto! ¿¡Es él día de decirle a Vanessa que vaya al psiquiatra o que!?
—Oh ¿Entonces Andrew ya te lo dijo?
—¿Que?
—Si él muy idiota escuchó la conversación que tuve con tu madre antes de entrar a verte. Y veo que ya te adelantó algo ¿Que fue lo que te dijo exactamente?
—Lo mismo que tu —resople—. No necesito que sienta lastima por mi
—Vanessa, a pesar de ser un estúpido entrometido, creo que concuerdo con él en ese punto
—¿¡QUE ESTAS TRANTANDO DE DECIRME!?
—Trato de decirte que, debido a tu comportamiento, tu madre decidió que irás al psiquiatra, no nosotros. Y eso es lo que quizá Andrew y yi hemos tratado de decirte. Para que no te sorprenda que te lo diga tu madre ya que llegues a casa
—No puedo creer lo alcahuetes que son
—No lo mires de esa forma, solo quiero tu bien
—Si seguramente quieres mi bien. El bien de la hija del "asesino de tu padre" seguramente es eso
—¿Por que haces esas comillas? ¿De que hablas?
—Pff, nada. Hablo de que, hablé con mi padre en prisión. Y la cosa es que mi padre, no mató a tu padre ¿Lo entiendes? —se quedó pasmado un segundo
—¿El te lo dijo?
—Si, dijo que lo habían inculpado injustamente. Y por eso esta en prisión
—Vanessa. . .no se que decir
—No digas nada. Nuestra relación ya se perdió. . .me voy a casa
—Vanessa no te vayas —gritó pero no me detuve y seguí mi camino hasta casa
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Quiéreme Otra Vez
RomanceSegunda parte de: "Quiéreme si te atreves." [Nota de la autora] Estoy trabajando arduamente en la corrección ortográfica de esta historia. Disculpad las molestias que las faltas de otrtografia le ocasionan.