Esta bien, arderá mucho.

374 27 7
                                    

Maraton de capitulo doble, 1/2.

-Despierta, bella durmiente.

Parpadeo, tratando de ajustar mis ojos a la repentina luz frente al parabrisas.

-¿Dónde...-bostezo- estamos?

El apaga el motor, quita las llaves y las pone en el posa-vasos del auto. Se recarga en el asiento y me mira, con una sonrisa torcida.

-Adivina.

Miro al frente, mis ojos se han adaptado a la luz. Lo que antes era una bola inmensa de luz cegadora, ahora es un anuncio fluorescente.

Micaela's Hotel.

Le doy una sonrisa pícara.

-¿Y se puede saber, qué hacemos en un hotel? -levanto una ceja.

Sí, he practicado.

-Yo...-se sonroja, su tez blanca lo resalta aún más, lo que me parece muy dulce- aquí vivo.

-¿Vives en un hotel? -dirijo mi vista al lugar.

Parece elegante, lindo, y sofisticado. ¿Pero más que todo eso? Caro.

-¿Y cómo, ya sabes, lo costeas? Es decir, trabajas en un bar. - rió nerviosamente.

No me gusta hablar de la situación económica de los demás, pero, ¡es un barman!

-No, no vivo, aquí, es temporal... -rasca su nuca, nervioso- acabo de mudarme. Vine a estudiar aquí.

-¿Enserio? Yo también. Es decir, ya vivía en la ciudad, pero acabo de mudarme de casa.

-¿Y estudias?

-Tengo 19, claro que sí. Pero bueno, son vacaciones. No sé en cuál universidad quiero entrar.

-Yo vine aquí por una beca, tal vez pueda investigar un poco, y si tu quieres, apliques a ella.

-¡Gracias!-Sonreí-eso me quitaría algo de trabajo, así, de hecho, podría buscar uno, y estudiar. Seria genial.

El alza las cejas, sorprendido. Estas se pierden en sus mechones negros, que necesitan un corte. Pero me gustan así.

-¿Tu pagarás tu propia colegiatura?

-Uhmm, sí.

-Necesitarás un trabajo-afirmó.

-Lo sé -rei-es por eso que necesito un trabajo.

-Hablando de trabajo, ¡no quiero oír nada sobre trabajo!-rió.

Bajamos de su camioneta, y entramos al hotel-casa.

-Bienvenida -dijo una vez que entramos a su habitación- todo lo mío, es tuyo.

-¿Y todo lo mío, y también es tuyo?

-Depende, ¿hablamos de algo material, o de carne y hueso?

-¿Carne y hueso?-negué con la cabeza - no entiendo...

-Oh, claro que lo entiendes-me guiñó al pasar.

¿Carne y hueso...? Oh.

Pervertido.

Entré en lo que parecía ser la cocina, y lo encontré con medio cuerpo metido en el refrigerador.

-Te pareces a mi en las madrugadas.

-¿Qué? -se sobresaltó. Se levantó de golpe del refri, golpeándose en la cabeza en el proceso.

-Oh dios mío, -me acerqué a él y lo tome por los hombros-¿estas bien?

Mi Sexy Vecino » Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora