Conversaciones en el Edén

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Camino a la casa de Dayana, vi un grupo de 5 personas en la puerta de su casa;  4 mujeres y un hombre. Cuando Dayana me diviso, me pidió que me acercara y me presento a sus amigos : Carlos, Miranda, Yuriko y Sofía. Dijo que algunos vivían cerca de su casa y otros eran de su antiguo colegio, pero como ya dije : "Nunca esta de mas tener nuevas amistades".

Nos dirigíamos a un parque, supuestamente para platicar y cosas por el estilo. No era la primera vez que pasaba por ese parque, se llamaba el Edén y hasta mi punto de vista; si lo parecía. Pero no frecuentaba mucho por ahí, debido a que siempre paraban personas de mayor edad y pensaban que nosotros, "los jóvenes"; destruiremos su paraíso terrenal.

Grande fue mi sorpresa cuando no vi a nadie en aquel "paraíso", le pregunte a Dayana que había pasado y me contestó que ella sabia con exactitud el horario de los "viejitos". Todo estará bien no te preocupes- me dijo Carlos. Me senté en la banca mas cercana que encontré y de nuevo me puse a pensar, pero antes que me diera cuenta; ya había un circulo de personas a mi alrededor.

Cuéntanos más de ti- me dijo Yuriko. Resulta algo curioso, durante mi infancia siempre me juntaba con gente de rasgos asiáticos y aunque suene raro me inspiraban mucha confianza. Tengo 15 años, estudio en el mismo colegio que Dayana y pienso estudiar Literatura y Lenguaje en España- le contesté. ¿Te gusta el fútbol?- me preguntó Carlos, ¿Gustarme? ¡Me encanta!- le dije. Carlos me dio unas palmadas en la espalda, esas que inspiran confianza y la certeza de haber encontrado un nuevo amigo. ¿Además del fútbol, practicas otro deporte?- me pregunto Miranda; Tenia en mente practicar Taekwondo el próximo verano, mientras tenga tiempo- dije.

Eso pareció ser mas que suficiente para que Yuriko y Miranda me miraran con una gran sonrisa, pero faltaba alguien: Sofía. A simple vista parecía un poco tímida pero no quise que se excluyese del grupo y le pregunte: ¿Sofía, no? ¿Como conociste a Dayana?- le pregunté.

La conocí en un centro comercial, en una tienda de música; cuando estaba buscando un álbum de un artista que me encanta, pero me dijeron que ya no había. Dayana estaba en la recepción de compras, reclamando que le habían vendido un CD que ya tenia. Me acerqué a ella y le pregunté si me podía vender el CD a mí; ella me miro con una sonrisa y se retiró del mostrador. Me lo entrego sin dudar y nos fuimos juntas de la tienda. Desde ese día frecuentamos más seguidos los centros comerciales JUNTAS- me respondió Sofía con un aire de seguridad. 

Para mi desgracia, ya era tarde y si mi madre me encontraba hasta altas horas de las noche; me podía ir despidiendo de algunos privilegios que solo ella me da. Me despedí de mis nuevos amigos uno por uno, Carlos me invitó a su casa el viernes después de clases y, Yuriko y Miranda me habían invitado a la suya el próximo sábado y domingo, respectivamente. Y a la hora de despedirme de Sofía, me susurró en el oído: Gracias.

No podía entender porqué me había dicho eso.......

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