Afterlife: Después de la vida ®

Capítulo 6.

- Demián. - Susurró Camille.

No podía musitar palabra alguna; simplemente me quedé sin habla. ¿Por qué? Sencillo, no me había puesto a pensar en mi familia, mis padres y mi hermana; simplemente todo este tiempo he estado siendo egoísta, preocupándome sólo por mí.

Ahora que mi madre ha contactado a Camille, no sé como reaccionar al respecto. ¿Qué debo hacer?

- ¿Estás bien? - Preguntó mientras cerraba la puerta detrás de ella, para posteriormente entrar a la habitación.

- Define el sentimiento "bien." - Pedí en un murmuro.

Se quedó en silencio unos segundos, y nunca apartó la mirada de mí. Eso me hizo sentir avergonzado, siempre que me entero de algo nuevo, reacciono como una nenaza, y siempre es frente a Camille, es patético de mi parte.

¿Por qué sencillamente no fui a dónde se supone que van las almas después de morir?

- No sé. - Se limitó a decir.

- Si no sabes como es sentirse bien. ¿Por qué me lo preguntas? - Musité. - ¿Por qué siempre que decimos sentir algo; cuándo nos preguntan que digamos cómo se siente, no sabemos? - Ella se encogió de hombros. - Es estúpido ¿No lo crees? Es estúpido el tener sentimientos, toda la naturaleza del humano es estúpida. - Comencé a escupir con desdén.

- Estás frustrado. - Mencionó la pelirroja. - Mejor hablamos cuando te calmes. - Se dio media vuelta y salió del lugar.

Era verdad, no lo negaré. Estoy frustrado. He vivido en la frustración desde que supe que estaba muerto. Simplemente esto no me gusta, no me gusta el sólo ser visible para una persona, no me gusta el hecho de que tenga que dejar mi vida atrás, no me gusta nada de lo que me está pasando. ¿Han visto el anime de los Súper Campeones? Espero que sí. Pues el final o la creepypasta del final, es donde Oliver despierta del coma y no tiene piernas; así volviendo toda la historia en un delirio ocasionado por el estado de coma. ¿Qué tiene que ver esto? Pues digamos que tengo una vaga esperanza de que todo lo que me pasa sea producto de mi alocada imaginación. Aunque diga que he perdido la esperanza; no es así, aún la tengo y espero no perderla. Quiero creer que sigo vivo, que tengo una vida, que tengo personas a quiénes les importo, que tengo un hermoso futuro con altos y bajos, como siempre ha sido mi vida. Pero claro, luego viene Evangelyne y Axelia, y el idiota del Ano, a decirme que debo asimilar mi propia muerte, me dicen que soy un incompetente, y que no podré hacer ese "trabajo" del cual no me han mencionado ni lo más mínimo de que se trata. Me excluyen totalmente, lo cual no me agrada en lo absoluto.

Créanme que si no fuera un ser intangible; varias cosas ya habrían terminado estrelladas en la pared, así como..... Cómo la vez que peleé con Maddy y arrojé mi móvil contra el suelo.
Como cuando mi madre no me dejó ir al concierto de mi banda favorita a los 15 años y derribé todos los muebles de mi habitación, haciendo un berrinche de los buenos.

Intenté tranquilizarme y me senté en la orilla de la cama, pasaba repetidas veces las manos por mi rostro y por mi cabello.
No sabría decir cuanto tiempo había pasado, pero vamos, debo dejar de ser un maricón de mierda y aceptar lo que venga. Tengo qué, no hay opción.

Salí de la habitación y fui directo a la sala, donde Camille y Victoria veían una película. Ambas sentadas en el sofá, una a cada extremo, cubriéndose con una manta gris. Victoria tenía un bote de helado de limón de un litro. Mientras que por el otro lado estaba, Camille con un bowl medio lleno con palomitas.

Me senté a lado de Camille, posicionándola en medio de Vic y yo. En la mesa del centro vi una caja del DVD que estaba en reproducción. Alcancé a leer el título: "Ghost: la sombra del amor."