Mystici [H.S]

Capitulo 18: identidad

Unos pasos se escucharon detrás de ella y luego unos murmullos roncos, giro su cabeza y ahí estaba Harry, tenía los ojos hinchados y los labios rosados.

— Despertaste muy temprano Anker—canturreo el

— Si, así es, tenia cosas que hacer, pero no hay mas nada

— ¿ tienes hambre?—pregunto el

— No, aun no, pero si tú quieres puedo preparar algo

— Tranquila Anker, pero sabes algo hoy te tengo una sorpresa, es una de las ultimas cosas de la lista

— Eres un pícaro Harry

— Y tu una malpensada—burlo el

— Por favor, no es eso solo que bueno...

— Te entiendo

Ella se levanto de la ventana y camino hasta donde Harry, lo miro fijamente, se acerco a él, y le dio un beso pausado y corto, se separo de él y le brindo una sonrisa.

— Marcela dijo que tenía algo para los dos hoy—susurro el

— ¿qué es?

— Ella suele ser muy seria con eso de las sorpresas así que será mejor no molestarla, según ella hace parte de la lista

— Si ella lo dice

— Anker... yo si tengo hambre así... que no se ¿quieres pizza?

— Está bien, suena agradable

Amos caminaron hasta la cocina, ella se sentó en el pequeño bar, mientras que Harry rebuscaba en la nevera. Ella tenía que hacerle una confesión a Harry, el tenía que saberlo, pero no era precisamente de sus días contados.

— Harry soy virgen—lanzo a quema ropas. El se detuvo en seco y se giro para verla

— ¿ v...virgen?—tartamudeo el

— Así como lo escuchas, soy casta, y si... no lo dejo de ser, creo que me consagraran en un tembló... yo no quiero que eso pase—explico

— ¿consagrar?

— Si, quizás a mi mismo padre, o bueno yo que se... la cuestión es que me tienes que hacer tuya lo antes posible—suspiro

— Bueno... nunca antes me había encontrado en una situación de esta... así que...

— ¿ no quieres?—cuestiono

— Si, si quiero, pero quiero que sea especial, en caso tal—el dio un suspiro y trago gordo—en caso tal de que no nos volvamos a ver

Anker se levanto del bar y camino hasta donde estaba Harry, acaricio su rostro y le dio un beso en la mejilla izquierda.

— Aun no comprendo cómo lea pudo dejarte—siseo

— La vida no siempre es buena—rio el

— Pero conmigo lo ha sido al permitirme conocerme

La mañana pasó, ellos comieron pizza y vieron televisión mientras se daban uno que otro beso. Hasta que la dichosa noche llego, marcela había pasado por Anker, según ella tenía que estar sexi para la ocasión.

Ambas en la gran recamara de marcela se encontraban, mientras que la rubia solo corría de un lado para el otro buscando en atuendo perfecto: Un pequeño vestido azul de tela trasparente, que era un poco largo en la parte de atrás y corto en la parte de adelante. Hoy todo era una linda cita para dos.

— Es perfecto, lo compre en Suecia... pero nunca lo he usado, no sé, pero a ti se te vera jodidamente sexy—dijo la rubia

— Gracias marcela, creo que has hecho tanto por mi—contesto Anker

— Patrañas, eres la única verdadera amiga que he tenido, eres muy buena persona o semidiosa Anker

— Cualquier chico seria un afortunado de estar contigo

— Patrañas, todos los chicos de la universidad son unos tontos. El único que vane la pena es Harry, menos mal y ya no está con la pajarraco de lea, el ahora está en buenas manos

— Es lindo que digas eso

— Anker déjame ver tu brazo derecho—exigió marcela

— ¿ para qué?—cuestiono Anker un poco nerviosa

— Si soy nerd es por algo, ahora muéstramelo, confía en mí, no le contare nada a Harry

— Está bien...

Anker estiro su brazo, marcela lo tomo entre sus manos y lo detallo, ella sabia bastante del tema, y eso no era bueno. Esos lindos puntos dorados, eran una amenaza, significaba que la vida de Anker llegaría a su fin. Los días estaba contados, y no eran muchos máximo tres o menos...

— Estúpido Harry—gruño marcela

— Comprendo si él no siente algo por mi

— No, no es eso, Harry el es tímido, bueno para esas cosas

— Si me desvanezco me iré tranquila, me he sentido bien con Harry, espero que la que logre ganar el corazón de Harry lo aprecie

— Esa eres tu Anker. Si te desvaneces, supongo que te convertirás en un árbol, o algo por el estilo

— Si... así es—corroboro

— Vamos, se nos hará tarde, vístete, y yo que se, trata de ser lo más sexi que puedas—farfullo marcela

— Y claro que lo será, ese mortal caerá a sus pies—susurro una voz proveniente del baño

Ambas giraron sus cabezas, y ahí estaba esa mujer rubia despampanante que te haría hasta dudar de tu sexualidad, tenía un vestido rojo que dejaba mucho a la imaginación, así es afrodita. Ahí estaba ella con una sonrisa picara en su rostro. Marcela estaba sin habla, mientras que Anker.

— Cierra la boca marcela—rio afrodita

— Ella... ella sabe mi nombre—dijo marcela casi sin voz

— Si, así es ¿ pero qué haces aquí?—pregunto Anker refiriéndose a afrodita

— Dije que te ayudaría y eso hare— ella paso una mano por la mejilla de Anker. Dejando un líquido trasparente. La clave de su seducción.

— Esta helado—chillo Anker

— Las sensación es momentánea, ahora ve con Harry, aprovecha—dio unos pasos atrás y desvaneció

Marcela aun seguía sin habla mientras miraba a Anker. Le paso el vestido y regreso hasta su gran armario a buscar algunas cosas. Anker tomo el vestido entre sus manos, lo apretó un poco y lo olfateo. Perfecto olía a canela, su aroma favorito. Se quito la ropa y se lo puso, le ajustaba bien. Acomodo su cabello y después de unos segundos salió marcela. Después de unos minutos Anker estaba lista.

Ambas salieron en la camioneta de marcela, Anker se sentía nerviosa, pues en realidad quería que las cosas salieran bien. Era de esperarse, pues prácticamente su vida dependía de ello. Finalmente el auto se detuvo. Marcela miro a Anker y luego miro hacia la pensión de Harry. Ahí estaba el sentado en la mesa, su cabello esta suelto, y vestía de negro, lucia tan guapo.

— Ve, lúcete—aconsejo marcela

— Gracias—contesto Anker y le brindo una sonrisa.

Se bajo del auto y camino hasta la puerta. Respiro un par de veces hasta que la puerta se abrió. Harry se levanto de la silla y se emociono, pero lo raro es que aun no la había visto. No era ella a quien Harry veía. El veía alguien más tomando su identidad.