Capitulo 16

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Luego de ese acontecimiento, quede llena de dudas.
Y tenía la intención de quitármelas.

-Me soltaste solo por miedo a quedar preso no es así? -dije conciente de que mi voz se estaba quebrando, al borde del llanto.
El se dio vuelta.
-Eso es lo que tu crees? -dijo mirándome con ninguna expresión facial.
-Si -dije firme.
-Bueno....estas creyendo mal. Te solté porque...-su voz se agudizó y miró hacia otro lado- ...no importa...hasta mañana.
-No!...ahora me dices -dije confundida.
El suspiró y tragó saliva.
-Tu cara...me recordó a...esa noche. -dijo tapándose la cara con una mano. -Bien, si antes estaba confundida...ahora mas!!
-Q-que noche!? -pregunté inocente
-No te hagas la tonta -sospeché que estaba llorando por el tono de su voz.
-N-no me hago la tonta...enserio no se de que noche hab... -el me interrumpió con un grito
-Ah! Dios ________...quieres torturarme no? -dijo mirandome...yo estaba aterrada- Ya se que cometi grandes errores pero no puedo soportarlo okey? Los recuerdos de esa noche, me atormentan...lo quiero olvidar, pero es imposible, y menos si tu vuelves a recordarme la noche en que te viole!

Ahora comprendía todo...la verdad es que se me habia olvidado por completo. Y decir verdad mi sensibilidad habia sido tocada. Y me puse a llorar como una tonta.
Sebastian me miró y me rodeó con sus brazos.
Yo me hice una bolita, y permití que me abrazara.

-Perdona...yo no queria gritarte... -dijo en voz baja- Solo entiéndeme...no es fácil ser conciente de que uno es un hijo de puta.
Yo levanté la vista.
-Y si eres conciente porque mierda no cambias?
-L-lo intento...de veras lo intento. -dijo mirándome
-Yo no puedo seguir así...te das cuenta lo que me hiciste?...
El no dijo nada solo escondió su cara entre mi cabello y en la almohada.
-Perdóname.
-No...sabes porque?...la ultima vez pasó lo mismo...y...esta vez... -me largué a llorar- ...mira como me has dejado!! eres un maldito Arango! Te juro que te odio...prefiero morir antes que vivir contigo.
Me habia descontrolado. Golpeaba su pecho una y otra vez mientras le decía todo lo que pensaba y sentía- Y-yo te amo...y mira como me lo pagas idiota! Yo doy todo por ti...nunca te fui infiel y tu...
-No hablemos de la fidelidad porque ninguno puede asegurarla.!

Eso me daba a entender dos cosas la primera; El creía que yo le mentía, la segunda; el tiene un amante.
Podría apostar por las dos.
Yo me callé y me di vuelta como pude.
El bufó y me abrazó por atrás.
-Suéltame!
-No.
-Suéltame!
-No te soltare!

No dije mas nada...y me acosté a dormir.
Tenia todo planeado. A la mañana cuando Sebastian se fuera a trabajar yo haría mi bolso y me iría a...Uruguay! Si!. Siempre quise ir ahí. Tomaría un taxi, y el primer vuelo que pasara hacia Uruguay.
Genial! Nada podía salir mal...excepto....

Abrí los ojos, y mire el despertador.
Las 10...LAS 10??

Oh no Sebastian me matara.
Me dí vuelta de inmediato pero no lo encontré. Solo encontré un papel que decía:

''Cariño...bueno no se si debería llamarte asi...de seguro estas enojada. Bueno _______ quise quedarme contigo para cuidarte, pero solo pude suspender una junta, la otra no. Llego a las 10:30 y no desayunes!! Quiero hacértelo yo. Enserio lo siento por...todo. Sabes que te amo no?...Sebastian.''

Oh no!! Llegaba dentro de media hora!
Me levanté rapidísimo, hice lo usual (lavarme la cara, los dientes, etc.)
Tomé un bolso a toda prisa ignorando mis dolores musculares.

Me preguntaba a mi misma si lograría superar esta especie de...''Crisis''...por llamarlo de alguna manera.
Podría yo? La mujer que todos siempre respetaban, y la titulaban como ''Señorita''??
Podría yo? Estar sola, e indefensa en un país totalmente nuevo para mi?
En otro momento pensaría que estaba loca...pero no. Debía huir.
Tomé ropa, y todo lo necesario para mi higiene.
Llamé un taxi, con las manos temblando. Tenía miedo, sentía que algo iba a salir mal.
Cuando llamé a el taxi me dijeron 15 minutos aproximadamente...
Eran las 10:08, si Sebastian llegaba no se como lo miraría..que le diría?
''Oh cariño, me voy a Uruguay''..?? era una tontería. Le rezaba a Dios para que me ayudara, en esta...solo en esta necesitaba ayuda.

Cuando ya había terminado mi bolso, y solo rezaba para que apareciera el taxi, en eso me llama Sebastian.

-H-hola? -dije tragando saliva, estaba muy nerviosa.
-Cariño...estoy a unas cuadras de casa...me detuve en la Panadería para comprarte unas medialunas...las quieres rellenas?
Yo había quedado muda.
-Cariño...?? Estas bien?...necesitas que valla ahora??
Yo seguía sin contestar, el pánico me habia inundado.
-A la mierda con las medialunas, ya llego a casa. -Habia colgado, era mi fin.

Fue lo único que pensé al darme cuenta que venía hacia aquí.
Reaccioné rápidamente, tomé el bolso, y fui hacia la vereda.
Se me ocurrió una idea. Asi que coloqué el bolso en el tarro de la basura...que gracias a Dios era lo suficientemente grande.
En el momento en que cierro el tarro, dobla en la esquina el auto de Sebastian.
Mi pulso se aceleró. El auto estacionó a mis pies, y noté que no estaba solo.

-hola...._______?? -me dijo el señor que conducía que me miraba horrorizado.
-Hola...Juan Pablo.
-Pero que...te ha pasado? - preguntó espantado.
En ese momento recordé la paliza de ayer y miré a Sebastian.
-Mm...ayer iba al mercado y...me asaltaron. Me golpearon y los muy infelices escaparon con mi dinero.
-Oh...cuanto lo siento... -dijo mirando a Sebastian.
-Bueno Juan Pablo...me devuelves el auto a media tarde? -dijo Sebastian.
-Claro que si...tu bebé está a salvo con migo!...adiós _______ -dijo al arrancar el auto.
-Adios!
Logré contestar.
Sebastian me miró...yo estaba con la mirada perdida, y de golpe me abrasó y me besó la cabeza.
-Como estas? -me dijo bajito en mi oído.
Yo no contesté nada...solo metí mi nariz en su cuello e inspiré todo su aroma.
Aroma que amaba, pero que me torturaba.
Pasé mi naríz sobre su cuello y le besé allí.
Sentí como se estremecía, y me abrazaba mas fuerte, mientras yo lo rodeaba con los brazos.
-Vamos adentro cariño. -dijo en mi oído y me tomó de la cintura para ir hacia adentro.
Ya allí me volvió a abrasar, y nos sentamos en el sillón.
Dios...mis últimos minutos con Mi Marido.
De pronto me tomó por el mentón, mirándome fijamente. Y sus ojos se llenaron de lágrimas.
Me volvió a abrazar, aun que creo que esta vez era yo la que lo abrazaba.
-Eres tan hermosa... -dijo acariciando mi mejilla- ...y mira lo que te hice...-ya a estas alturas sus ojos estaban rojos e inundados en lágrimas.
-Ya basta Sebastian ...no te tortures...
-Tan hermosa y fresca...tan apasionada... -dijo besando mi cuello y acariciándome el cabello. Como si no me hubiese escuchado siguió hablando- Sabes las veces que eh golpeado por ti?...las veces que...te han mirado esos bastardos y horas después yacían en un hospital a causa de mis puños?...tienes idea de lo que te amo?....tienes idea de lo hermosa que eres?...de que cuando te hago el amor siento que vuelo y toco el cielo?...te siento dulce y suave bajo de mi...te siento apasionada y salvaje...te siento amada...porque te amo.

En ese momento no sabia que hacer, se notaba sincero pero pensé que era la típica táctica de ''te seduzco y haces lo que quiero''. No iba a caer...de nuevo.

El comenzó a acariciarme, y a subirse arriba de mi. Me besó con tal pasión que creí desmayarme.
Sus manos viajaron a mis caderas, y su cuerpo calló contra el mio con un gemido de satisfacción.
Sus labios vagaron por mi cuello, haciéndome erizar.
Luego el comenzó a gemir, y noté que estaba apoyando su erección en mi muslo, y se movía para profundizar el movimiento.
Sus labios seguían en mi cuello. Y subieron a mi oído.
-Siéntelo _______ ...siente como te amo...como te hago sentir. -yo gemí- ...como te hago mojar...siéntelo.
Yo pasé mis brazos por su cuello en el momento en que...
-Mierda! -masculló.

El taxi había llegado y estaba tocando bocina.
El se levantó y miró por la ventana.
-Quien mierda es?...quédate aquí cariño -dijo guiñándome- ...ya vengo.
Dijo yendo hacia la puerta.
-No! -dije asustada, el me miró y le dije- ...yo voy.
-No enserio cariño...quédate aquí.

Bien. Necesitaba usar mis armas para salir de esa situación.
Me acerqué a el y lo tomé por el cuello y le devoré la boca, mordiendo y torturando su labio inferior.
Al separarme le hablé contra sus labios, sintiendo su respiración y le hablé seximente.
-Cariño...-rocé nuestros labios- ...deja que valla yo, y de mientras tu...preparas la habitación -bajé mi mano y rocé su masculinidad y el dio un gruñido, apretándome hacia el- ...deja que me deshaga de el taxista, y luego subo, directo...a la cama.
El sonrió y me dijo mordiendo mi labio.
-Me harás el amor? -dijo con un toque de burla.
-No te burles Arango...cuando termine con tigo...no podrás levantarte, no te dejaré dormir hasta que tengas 20 orgasmos.
El me miró sorprendido y me dijo.
-Lo juras?
-...Lo juro cariño...

El me besó nuevamente con...ternura. Tanta que me movió el mundo.
Subió hacia la habitación. Yo tomé mis papeles, y fui hacia el taxi.
Tomé el bolso escondido, y cuando levanté la vista lo ví en la ventana del cuarto con los ojos abiertos, y noté como le dio un golpe a la ventana y se alejó rápidamente.
Yo me apresuré entré al taxi en el mismo momento en que Arango salía de la casa corriendo.
Solo atiné a poner una mano contra el vidrio.
El taxi arrancó, y Sebastian empezó a correr, no podía creer que esto estuviese pasando. Era como en las películas.
Corrió dos cuadras y media, mientras yo le decía al taxista que acelerara.
Cuando lo vi disminuir la velocidad y gritó.

-NO! _______ ...NO!!!

Me di vuelta para verlo mejor, y comprobé mis sospechas.
Estaba tirado en la calle...llorando.
Mientras yo me marchaba, me iba. Huía de el...huía del peligro.
Pero también...huía del amor de mi vida.

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Marido Golpeador - Sebastian ArangoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora