Gina POV
Respiré profundo mientras sentía mi corazón latir demasiado rápido, estaba pensando en todo, pero en este momento me debía de centrar en un solo sentimiento para ganar, el odio.
Cuatro personas. Las cuatro son Whitmore, solo me centro en el odio, debo de acabar con ellos pero no darle al auto, saldré de aquí sea como sea.
Pongo mi silenciador en pistola, cuatro balas me quedaban, todo esto era perfecto, pero en eso llega una quinta persona Whitmore, respiré profundo y después de eso salgo de detrás del árbol mientras disparo tres veces. Dos guardias si cayeron, a uno le di justo en el corazón, al otro en la cabeza, pero mi tercera bala falló, dándole en el pecho, mas cerca del corazón que nada.
De inmediato me escondí detrás del otro árbol al que corría, este era mas delgado que él anterior, y aunque se asomaban un poco mis brazos no me alcanzaban a dar con los disparos de bala que los otros secuaces Whitmore tiraban.
Respiré nuevamente y recordé lo que me pasó a los trece, lo que pasó cuando salí de casa y el porqué. No estaba nerviosa, de hecho no sentía absolutamente nada, lo que fue curiosos porque por lo menos viene un poco de cariño que le tengo a K o a mi equipo pero esta vez no fue así, solo sentía odio puro instalado en mi pecho.
Salí del árbol cuando escuché que las balas se les habían acabado a estos dos tipos y le disparé a uno, sin rencor, sin pensar en nada mas que en el odio, curiosamente mis ojos se volvieron complete negros, y si, vi mi reflejo en uno de los espejos del carro. Lo pasé de largo y volví mi vista al último que ha quedado, tenía temor en su mirada, y no se si porque mi color de ojos ya no eran café y ahora eran negros que casi podías ver tu reflejo en ellos o por lo que le había hecho a sus compañeros.
- ¿Que pasa? ¿Temes que la diversión se acabe? - Le apunté con mi cuchillo en el pecho, sus ojos se abrieron mucho mas demostrando miedo y sobretodo... debilidad, algo que en mi nunca debe de haber, ahora sabía exactamente una cosa, él era mi presa - Lastima que no hay nada que hacer - Y con esto sin remordimiento alguno le clave mi cuchillo hasta el fondo, viendo como su alma abandonaba su cuerpo, como la vida se le escapaba, como se arrepentía de algo, como sus ojos no aceptaban el hecho de que esto hubiera pasado, de que estuviera muriendo.
Saco el cuchillo después de asegurarme que estuviera muerto, voy al auto y saco una botella de agua para enjaguar mi cuchillo y guardarlo, ya que podrían identificar mis huellas digitales si dejaba el cuchillo clavado ya que lo he tocado. En eso escucho como un teléfono suena, miro a los tipos allí, tirados y sin vida mientras mucha sangre corre de sus cuerpos llenando el suelo de un color carmesí. Como si no estuviera acostumbrada a ver sangre.
Me acerco al del celular que curiosamente fue al que disparé cerca del corazón, ya se había desangrado. Revisé sus bolsillos con cuidado y di con el celular. Contesté.
- ¿La tienen? - Preguntó esa voz, aquella voz que había adorado y querido demasiado, que ahora era mi enemigo y el jefe de los Whitmore.
- No - Contesté burlona mientras daba un trago de agua - Será mejor que a la próxima que me vayas a atacar o me quieras allá mandes a mas números de rivales, o por lo menos unos rivales.
- Gina...
-Nos vemos - Y colgué, dejé el celular en el suelo y lo pisé , muy fuerte, lo que me dolió el pie ya que aun seguía descalza, pero se me pasa de inmediato el dolor.
Antes de seguir caminando me quito la bala del brazo, y este sangra, pero no como debería de sangrar, aún así me adentré al auto, por suerte las llaves estaban allí, y con esto conduje lejos, para irme directo al hotel a cambiarme y a comprar un boleto de avión. No conducía lento, pero tampoco rápido, no estaba ansiosa por ver a nadie y aun sentía odio, indiferencia y ganas de venganza lo que es raro. Voy respirando lento, con cuidado, al parecer quiero mas adrenalina, así que pisé fuertemente el acelerador mientras gritaba divertida, entonces recuerdo a K, a Adam, a Leonardo, al equipo y todo desaparece, el odio ya no está y de nuevo soy yo, la indiferente Gina pero que si logra sentir cariño, no un monstruo sin sentimientos. Miré mi reflejo en el espejo retrovisor y mis ojos de nuevo eran color café, me sentía feliz, demasiado feliz.
Miré la hora en la radio, creo que K y los demás ya se han ido y están en camino a Los Ángeles. De hecho así debe de ser, o el plan se va abajo, porque si todavía sigue aquí y con el auto las cosas se complican. Miro despreocupada el camino y sigo conduciendo con la máxima velocidad, mientras disfruto del aire que acaricia mi rostro y la canción que está sonando.
Kells POV
-Ya cálmate, ella esta bien- Dijo Frank tratando de tranquilizarme.-¿COMO PUEDES DECIR QUE ELLA ESTA BIEN SI ESTABA HERIDA Y LA DEJE A LA MERCED DE ESOS IDIOTAS?-Dije alterada.
-Tienes razón-.
-LO SE-.
Estaba desesperada no se si ella estaba bien o si estaba mal o incluso si había muerto, me siento la peor amiga del mundo, no la debí dejar allí sola. Soy la peor.
Subí a mi habitación, quería estar sola.
Me tire en la cama y luego me levante, fui hacia el armario para tomar mi ropa, entre a la ducha y sali con la ropa ya puesta.
Me recosté en la cama y me dormí.
-Zorra, ya llegue- Senti que susurraron en el oido y pude reconocer esa voz a cientos de kilómetro. G.
-Creí que te había pasado algo- La abracé.
-Sabes que soy inmortal.
-Si si como digas.
Me levante y salí de la habitación con G hacia la cocina donde todos los chicos estaban reunidos y eso no significaba nada bueno.
-¿Que pasa?- Pregunté.
-Tienen otra misión.
Suspiré pesadamente, ya veniamos de una y nos ponen otra.
-Si y eso ¿Que tiene de malo?.
Vi que todos se miraban unos a otros y eso no me daba buena espina.
-Tienen que robar- Di una señal para que continuaran- Por favor Kells jura que no te vas a alterar.
-¿Que alterarme? ¿Por que?.
-Solo júralo.
-Ok lo juro.
-Tienen que robar en el ....... en el palacio de Buckingham.
NO NO NO NO, NO PUEDE SER.