1 semana después.
Despierto, abro los ojos y lo primero que alcanzo a ver es una lámpara borrosa, con una luz demasiado blanca que logra cegarme, pero no cierro los ojos, no los cierro aunque incluso una lagrima se resbale por mi ojo gracias a que la luz quema mis ojos y la lastima, muevo los dedos de mi mano izquierda sintiéndolos un poco entumecidos, sintiendo mi pierna algo adolorida y el recuerdo de la sangre brota en mi mente, no puedo evitar sentirme tonta y débil.
Respiro un poco profundo y mi vista deja de ser borrosa, para darle paso a una lámpara y otras cosas a mí alrededor, cosas como medicamentos... Siento que el aire de mis pulmones se va y me empiezo a asustar, esperando que ella no aparezca.
Quiero levantarme rápido, pero cuando lo hago una cálida mano se pose en mi hombro y lo primero que veo son los azules ojos de Adam, entre preocupación y alegría.
-Sácame de aquí - Es todo lo que digo, él no lo piensa más y me carga, para después salir de esa espantosa habitación y meternos a la mía, sin que nadie nos viera.
Me sienta delicadamente en la cama y al fin puedo respirar normal de nuevo, pero el picor de mis ojos no se va gracias a las lágrimas, de nuevo recuerdo esa melena rubia perfectamente peinada, con ojos azul claro y un poco de arrugas, no puedo evitar volver a sentirme mal, sentir que las paredes se cierran y me aplastan, sentir de nuevo cada crueldad y tortura que me hicieron, y todo por ayudar a la humanidad
-¿Qué pasó? - Pregunto
-Nada, solo que algo en la misión salió mal y casi te desangras, pero Cristal te logró salvar, nos dijeron que podías terminar en coma o algo así, pero tardarías en despertar un mes lo cual claramente no pasó. Le dijimos a K que habías ido de viaje. - Me río y el frunce el ceño.
-Tengo que contarte algo, es de mi pasado, pero creo que estoy lista.
-Puedes decirme luego - Y sin más acerca sus labios a los míos y me da un tierno beso, moviendo sus labios y nuestras lenguas haciendo una pequeña lucha entre ellas.
Sonrío de lado cuando muerde mi labio inferior un poco fuerte, pone sus manos en mi cintura y me recuesta lentamente en la cama, mientras va alzando la bata que Cristal me había puesto y poco a poco la quita, logrando así que quede tan solo en ropa interior. Muevo mis manos rápido y saco su camisa, para admirar sus hermosos músculos, recorro con cuidado mis manos cálidas por su pecho y siento como su respiración sube y con dificultad, sonrío mordiendo mi labio y paso a desabrochar su pantalón y quitárselo por completo.
Cuando ambos quedamos desnudos admiramos el cuerpo uno del otro, él era bellos, y no solo por fuera, por dentro también, teniendo un corazón blando, tierno y fuerte cuando se necesita, él me hace estremecer tan solo con una sonrisa y por nadie más sentí esto, pero me alegra que él sea el primero.
Adam recorre con sus manos todo mi cuerpo, comenzando por mis labios y besándolos, luego pasa a tocar mis pechos con furia pero sin lastimarme, mientras ambos seguimos con los labios unidos, lanzo un pequeño gemido cuando siento su miembro en mi entrada.
-Di que eres mía - Susurra en mi oído, haciéndome esperar, mientras sigue masajeando mis pechos y su otra mano está en mi muslo - Dilo
-Soy tuya Adam, tanto como tú eres mío
- De nadie más, preciosa - Y sin más entra con fuerza en mí, lanzó un enorme grito, ya que dolió, y mucho.
Me agarro de su espalda mientras paso mis piernas por cada lado de sus caderas y lo abrazo, sale de mí y vuelve a entrar mientras muerde un poco mi pecho, lanzo un gemido que se escuchó del otro lado del mundo, rasguño su espalda fuerte y el dolor se va convirtiendo en placer poco a poco, mientras Adam sigue entrando y saliendo de mí, mordiendo y lamiendo mis pechos y labios.