Estaba ordenando su habitacion, llevaba un tiempo sin darle un buen aseo y su madre la había obligado a hacerla antes de irse con su hermano, era una estancia grande, a la orilla estaba su cama de una plaza, en la pared había una innumerable cantidad de posters de bandas y videojuegos, frente a su cama estaba el escritorio con su computador, a los pies de la cama habian dos grandes closets abarrotados con ropa, pasaba la escoba por el piso, asegurandose de que no quedará nada de suciedad, observó su obra y había quedado impecable, se sentó en la cama y tomo su teléfono apagó la música y encendió su computador, jugaría un rato y luego vería que podía hacer, paso un largo rato jugando y gritando de alegría o pena según el resultado de su partida, aunque los improperios sobraban, perdió la última y se enojo, lanzó el mouse y desconecto todo, bajo corriendo y vio la hora, eran las cinco de la tarde y ella aún no almorzaba, fue a la cocina decidida a hacer cualquier cosa, lavó sus manos y buscó algo para poder utilizar, no encontró mucho pero ella era una buena chef y su madre siempre decía "un buen chef puede hacer magia con cualquier cosa" encendió la cocina y puso a hervir agua, se movía con una soltura increíble , hacia todo con una naturalidad increíble, se sirvió en un plato y cuando iba a sentarse a comer recordó que estaba sola, y ella detestaba la soledad, se le ocurrió que ed querría estar con ella, era su único amigo de verdad, los demás sólo la querían por su apariencia, pero el la quería a ella por su manera de ser, lo llamó y no contestó, volvió a llamarlo y nada.
Había conocido a Edward cuando llegó a su trabajo en el despacho de una tienda, cuando lo vio supo de inmediato que el no era como los demás, y cuando habló con el por primera vez lo confirmó, jamás olvidará su primer contacto con el, ella ni siquiera había terminado de hablar y el corto diciéndole que no le interesaba conocer a nadie, el sólo venía a trabajar, al principio creyó que era un engreído amargado, pero cuando comenzó a investigar se dio cuenta de que era peor que eso, su nombre era Edward Crosser, tenía diecinueve años y era huérfano, sus padres y sus hermanos habían muerto en un accidente de tránsito, el no había derramado ninguna lágrima, sólo se había limitado a sonreír, estuvo en un orfanato y la había pasado horrible, no tenía ningún amigo y ningún familiar cercano, no tenía a nadie.
Ella sería la amiga de ese tipo, lo acompañaria y lo apoyaría, ella había perdido a su padre y en parte entendía el dolor de Ed, comenzó a acercarse más a el, a medida que lo hacia podía entenderlo más, era un cretino con todo el mundo pero con ella no, lo estaba logrando una vez logró hacerlo entrar en confianza y el le habló sobre su primera y única experiencia en el amor y era horrible, le contó que el solía ser un niño alegre y simpático, estuvo enamorado diez años de una chica que lo ilusionaba y lo manipulaba cuando lo necesitaba, eso lo volvió frío y distante, comenzó a odiar a todo el mundo, luego de eso había sido traicionado por sus propios amigos que le dieron la espalda, eligió el camino de la autonomia y desde los catorce años no tuvo a nadie a su lado, era un completo infeliz y desgraciado, le sorprendio que alguien así no hubiese intentado suicidarse, comenzó a conocerlo mejor y se dio cuenta de que era una persona increíble, era interesante y muy inteligente, sólo necesitaba a alguien que lo entendiera y ella era ese alguien.
Guardó su comida en una fuente y sacó otro poco más porque sabía que ed no había almorzado, lo conocia muy bien, guardó el alimento en su mochila, y salió a la calle mientras escuchaba a "muse" con su celular, ella amaba a esa banda y siempre buscaba excusas para escucharla o hablar a ed de ella aunque sabía que no le interesaba, camino hacia la parada del autobus, y tomó el primero que paso, se sentó al final mientras tarareaba y pensaba en donde podía estar su amigo, intento llamarlo un par de veces más pero nada, ya eran las seis y media de la tarde, comenzaba a preocuparse, llegó a su destino, bajo del bus y camino a casa dobló una esquina y llegó al pasaje de Ed, se paro afuera de su casa y grito lo más fuerte que pudo.
— EDWARD!!!! —, esperó y no sucedió nada, volvió a gritar una vez más y no paso nada, se preocupó mucho, llamó por teléfono una vez más y al fin ed contestó, sintió un alivio inmenso.
— ¿Hola? — Escucho la relajada voz de su amigo y se sintio aún más aliviada.
— ¿Ed? ¿ed donde estas? Te he buscado toda la mañana y no contestabas el teléfono, estaba muy preocupada —.
— no necesitas preocuparte tanto, estaba en el parque leyendo, nada mas —, ahora lo entendía, el siempre iba a ese parque, era el unico lugar donde podía estar tranquilo y ella respetaba eso.
— esta bien, ¿quieres que vaya para allá? —. Dijo sin esperanzas de recibir un si
— no, no es necesario ya me voy, ¿te parece si nos juntamos en casa? —.
— Si, apresurate... Yo... Yo ya estoy aqui —, Estaba feliz, al menos podría verlo un rato antes de irse a su casa y de seguro estaba de un increíble humor, lo supo por su tono de voz, con Ed las cosas más simples como el tono de voz o un simple ademan con las manos significaban mucho, y lo había aprendido de mala manera puesto que su amigo no era para nada expresivo, se apoyo en la reja de la acogedora casa, no era muy grande pero era más que suficiente para una sola persona, se puso los dos audífonos y comenzó a cantar mientras esperaba fielmente a su amado amigo.
NOTA DEL AUTOR(͡° ͜ʖ ͡°):
BUENO, ESTA ES LA SEGUNDA PARTE DE LA HISTORIA (NO ME DIGAS) Y ES LA PERSPECTIVA DE JAVIERA, ESPERO LES GUSTE, DEBIDO A LA CANTIDAD DE FALTAS DE ORTOGRAFIA EN EL CAPITULO ANTERIOR HE LEIDO ESTE MAS DE 10 VECES Y SE QUE SE ME PASARA MAS DE ALGUNA, POR ESO PIDO PERDÓN, BUENO... básicamente ESO, ESTE CAPITULO NO TENDRA DEDICATORIA (OMG ESO ES INCREÍBLE, LO PENSÉ Y SIEMPRE LE PONGO DEDICATORIA) ASI SIN MAS, SE DESPIDE EL SABROSO AUTOR (͡° ͜ʖ ͡°)