El parque estaba desierto, reinaba el silencio, Edward amaba esa tranquilidad, la había perdido con la llegada de Javiera a su vida, y valoraba ese momento aunque en el fondo sabía que duraría muy poco, se dirigió a la banca más cercana y observó el parque con detenimiento, el pasto era de un verde oscuro hermoso, los árboles cerraban un circulo al rededor del paisaje, como una corona verde, sólo podía verse uno que otro pájaro cruzar rápidamente, sin el molesto ruido de los autos, ni el apabullante murmurllo de las personas, era su paraíso terrenal, abrió la mochila tranquilamente, sacó un grueso libro con una portada café, el título en letras que parecían estar escritas con oro rezaban "oscuridad" y bajo las letras sólo se veían dos esferas azules que parecían ser ojos de fuego, lo dejó en sus piernas y cerro la mochila, sacó su teléfono celular del bolsillo, lo encendió y se dio cuenta que tenía cuatro llamadas pérdidas de su fiel amiga Javiera, pero el quería tranquilidad, dejó el teléfono en modo avión y conectó sus audifonos, la música, el parque y su libro eran lo mejor que podía tener, abrió lentamente el grueso texto por la mitad, tenía un marcador de imán que le había regalado su madre, la música comenzó a sonar, el oi!* Golpeaba con violencia sus tímpanos, sus ojos recorrían las líneas de la página con rapidez y su imaginación trabajaba a toda maquina, podía ver cada paisaje, a cada persona, sentia lo que ellos sentían, el libro era una conexión y una puerta, que lo llevaba a un escape de la realidad, donde todo era mejor, donde podía ser feliz sin que nadie lo juzgara, era la felicidad en su máxima expresión, pero se vio interrumpida cuando la música se detuvo de un momento a otro, un viento fuerte y helado atravesó el parque y le removió el pelo, se desconcentro y el mismo viento cerro el libro de golpe dejando el marcador fuera, ed lanzó unos cuantos improperios, miró con rabia el teléfono y se dio cuenta que la pantalla tenía una mitad apagada y la otra encendida, un tanto asustado por que lo que le podía haber pasado a su celular se lo guardó e hizo lo mismo con el libro, se paro decidido a irse y se percató de que en la banca en la que el estaba sentado había un cuadernillo, lo miro extrañando, cuando llegó ese libro no estaba ahí, lo tomó lentamente, era pesado e igual de grueso que el que estaba leyendo, miró la tapa y no había nada escrito, estaba recubierto en negro cuero, se notaba que era muy antiguo, pero estaba firmemente armado, miró atónito a todos lados buscando indicios de alguien, pero no vio nada ni a nadie, decidió irse, seguramente el dueño volvería al otro día y usaría eso de excusa para volver, comenzó a caminar lentamente, atravesó por la hilera de árboles y salió a una especie de condominio que estaba sin terminar, todo tan tranquilo, como el siempre había querido.
La infancia de Edward no había sido fácil, había atravesado un montón de problemas increíblemente grandes, penas de amor, perdio familiares y eso lo volvió una persona fria y distante, pero lo que lo marco para siempre fue la muerte de sus padres y hermanos en un accidente automovilistico, su padre jhonatan crosser, su madre miriam white y sus hermanos Esteban y Henry, todos habían muerto en un viaje a la playa cuando ed tenía trece, años ahora tenía diecinueve, pero vivió cinco años en un orfanato, a punta de esfuerzo pudo tener un trabajo digno y poder estudiar para salir adelante, su única amiga era Javiera, sólo ella se había quedado a su lado a pesar de la actitud que el tenía, en el fondo ed sabía que nadie merecía a una amiga así y menos el, la había conocido en su trabajo y con el tiempo se hicieron buenos amigos, al principio ella no le agradaba, era todo lo contrario a el, ruidosa, llamaba la atención, era muy bella lo cual no ayudaba a que para desapercibida pero cuando la veía correr hacia el cuando llegaba el se sentía... Feliz y eso le gustaba.
Salió del condominio y escuchó sonar su teléfono, lo estaban llamando, miró la pantalla y era Javiera, contestó.
- ¿hola? - No escuchó nada y de pronto pudo oír la inconfundible voz de su amiga
- ¿Ed? ¿ed donde estas? Te he buscado toda la tarde y no contestabas el teléfono, estaba muy preocupada -.
- no necesitas preocuparte tanto, estaba en el parque leyendo, nada mas -, escuchó un bufido por parte de javiera
- esta bien, ¿quieres que vaya para allá? -.
- no, no es necesario ya me voy, ¿te parece si nos juntamos en casa? -.
- Si, apresurate... Yo... Yo ya estoy aqui -, Ed sonrió y se despidio, guardó el teléfono y apresuró el paso, en el fondo de su ser el quería a esa chica.
El autobús no tardo en pasar, cuando se bajo, camino hacia su casa pensando en que podía ser ese libro o de quien podría ser, dobló la esquina y entró a su pasaje y la vio allí parada, tan bella como siempre, esta ves iba con un pantalón de tela negro, una polera roja de alguna banda que el no conocía, su pelo negro le llegaba hasta los hombros y sus tiernos ojos lo miraban por detrás de sus anteojos, cuando lo vio corrió a abrazarlo.
- Ed!! -, cuando llegó a el se me colgó de el cuello, era muy baja y quedaba flotando, Ed correspondio su abrazo, pocas veces lo hacia y eso ponía muy feliz a su amiga, se solto y le dio un beso en la mejilla.
- Si me recibieran a diario de esta manera amaria volver a casa, vamos adentro enana, parece que llovera.-
- Tienes razón, además... Hoy no almorce, mi madre fue con mi hermano a ver a una tía y se quedaran todo el fin de semana así que no quería almorzar sola, imagine a que ti no te molestaría estar conmigo, traje mi comida y... También hay suficiente para ti -, agachó la cabeza y bajo la voz a medida que terminaba de hablar, Ed sólo se limitó a sonreír ahora que lo pensaba no había almorzado tampoco, caminaron juntos a su casa y entraron, una vez dentro dejaron sus mochilas en uno de los sillones de negro cuero, era una acogedora casa, a la entrada estaba el living con tres sillones de negro cuero, uno era más largo que los otros dos juntos y estaba apegado a la pared, frente a un estante donde había una innumerable cantidad de libros, javiera fue a la cocina, esta era más pequeña que el living, las paredes eran de cerámica blanca, a un lado de la entrada estaba la lavadora y junto a esta había un fregadero con loza limpia, javiera metió una gran fuente en el microondas, le dio cuatro minutos y volvió al sillón con Ed, quien estaba hurgando en su mochila, sacó el libro y se lo enseñó
- Mira, lo encontré hoy a mi lado en el parque, apareció de la nada y sentí que debía traerlo, de todas formas mañana lo llevaré de vuelta y veré si el dueño vuelve por el.-
- Demonios, es bastante pesado, y... ¿ya has leído algo?, se que eres muy curioso.- le entregó el libro mientras esbozaba una sonrisa traviesa, ahora que lo pensaba la intriga de haberlo encontrado ahí sin rastros de nada, había aplacado su creciente curiosidad, tal vez dentro estaría el nombre de el dueño, lo abrió y lo primero que vio lo dejó estupefacto, su amiga al notar eso le arrancó el libro y leyó en voz alta lo que decía
- Para mi hijo Edward, con esto conocerá el peso de su sangre, con cariño Jhonatan Crosser.
Nota del suculento autor.-
Bueno... Este es mi segundo proyecto (si, el primero aún no lo término, pero es que con la actualización de wattpad se me borró todo el avance que no había publicado y eso fue muy frustrante lo cual me hizo perder las ganas de seguir esa historia, la seguiré eso es seguro pero más adelante ahora estoy muy emocionado y bastante empeñado con esta, esperó les guste y la disfruten leyendo tanto como yo la disfrutó escribiendo, sus críticas y/o opiniones son muy importantes para mi, y una estrella no me haría mal, sería como el premio(?... Bueno eso es todo, se despide con cariño yaranaika /-\Nota 2 (esta es en especial para una persona así que no influye si la leen o no), no tenía pensado publicar esta historia aún, quería tenerla más avanzada para así tener mas tiempo de continuar y de diferencia de publicaciones, pero lo haré por una amiga, que últimamente no es la misma esta más triste y apagada.
tienes tus razones y te entiendo porque te quiero mucho, no puedo ayudarte mucho porque soy asqueroso en mis relaciones con las demás personas, publicare esto porque tu sabes el significado de la relación entre Edward y Javiera y si no te lo digo a diario quiero que al menos sepas lo mucho que me importas, que me alegras los días y me haces muy feliz con tus juegos, eres parte fundamental de mi día a día y bueno, me es muy difícil expresarme pero quiero que sepas que te quiero un montón (yu meik mi sou japi)