Esta es la historia de abraham, el cuarto hijo de una pequeña familia en Jerusalén, el no sabe de mi existencia, cuando leyo la primera primera historia del diario no la creyó y lo lanzó a la hoguera, pero Nataniel previo algo como esto y me confió la seguridad de el diario Crosser, mi nombre?... Ojala tuviese un nombre, pero sería una pérdida de tiempo, sólo podría decirse que soy narradora, abraham a diferencia de Nataniel, tenía una buena relación con las personas de su al rededor, tal vez eso influya en el desarrollo de sus poderes que por cierto son muchos, percibo las sombras en su interior y tambien puedo percibir como lo rodea la inconfundible fragancia de la muerte, decidí narrar yo su historia, puedo sentir lo que el siente, ver lo que el ve y oir lo que el oye... aquí comienza su historia, sera breve porque su historia no da para más.
Abrió los ojos con dificultad, su madre le exigia a gritos que se levantase, al despertar percibió todo diferente, como si ese día fuese distinto y así sería, con lentitud se vistió, calzó sus zapatos viejos y su túnica marrón, se miro frente a un espejo y no se reconoció, era como si se viera por primera vez, su cabello estaba largo y tenía una abundante barba negra, sus ojos cafes eran dos linternas frente al espejo, era alto y su contextura física era similar a Nataniel, era grande y de espalda ancha, abandonó la habitación y fue con su madre.
- ¿que sucede madre?-, su madre estaba cociendo una bata, levantó la cabeza y miró a su hijo, era de tez pálida y su pelo rojo caía por sus hombros, sus ojos tranquilos miraban con paciencia al chico.
- Abraham, necesitó que vayas a la casa de Pedro y le pidas a su madre el encargó que dejó tu padre.- bajo la vista sin esperar a que su hijo asintiera, dio la media vuelta y salió caminando de la casa, era dia domingo, habia mercado, la gente iba y venia, los pescadores ofrecian su mercancia, pescado fresco y langostas, al otro lado habian mas comerciantes ofreciendo frutas y carne, pero la gente preferia el pescado, era mas barato y mas delicioso, Abraham comenzo a caminar rapido, odiaba las multitudes, doblo a una esquina y decidió ir por los techos, seria mas rapido y mas entretenido, subio con facilidad al techo de una casa y comenzo a analizar los caminos posibles, habia aprendido a pasar de techo en techo cuando tenia cuatro años, y lo hacia con una habilidad increible, como si llevara una vida entera haciendolo comenzó a correr, llego a la cornisa y dio un agil salto hacia el edificio de enfrente, no aminoro el paso, doblo rápidamente cuando un gato se le cruzo, era muy supersticioso y evitaba ese tipo de cosas, se abalanzo contra una barra, columpiandose tomo el impulso suficiente para llegar al edificio de mas adelante, freno de golpe y examino su al rededor con calma, ya habia llegado a la casa de su amigo, bajo con tranquilidad y llamo a la puerta.
- PEDRO!, soy yo Abraham -, golpeó con los nudillos y espero, inmediatamente escuchó como del otro lado abria su amigo, salio vestido con una tunica blanca, tenia una poblada barba rubia y unos ojos azules muy penetrantes, llevaba el cabello corto y era solo un palmo mas pequeño que abraham, se abrazaron calurosamente y pasaron.
- con que te ha enviado tu madre a buscar el encargo... Se que tienes una fuerza descomunal, pero podras llevar a un ternero de casi doscientos kilos? -, abraham hizo una mueca como si lo hubiese ofendido ese comentario, luego sonrio.
- estas subestimandome viejo amigo, recuerdas esa vez que levante aque boté pesquero?, no creo que el ternero sea mas pesado.- avanzaron por la casa y salieron a un patio trasero, ahi habían tres vacas y siete cabras, a la orilla habia un ternero muerto, era casi del porte de una vaca, solo un poco mas pequeño, abraham se acerco y lo analizo.
- bueno, si es bastante grande, creo que me lo cargare en los hombros, puedes abrir la puerta?.- pedro asintio.- bien, adios y que te vaya bien, ve con cuidado.- se dirigio a una parte de la cerca de alambre, retiro un lazo y abrio un porton del ancho de una carreta, Abraham se agacho junto al ternero e intento pararlo sobre sus inertes patas, al principio le temblaron todos los músculos, no lo logro, respiro profundamente y volvio a intentarlo, esta vez fue distinto, sintio sus musculos inflarse, el no lo sabia pero las sombras le estaban dando mas fuerza, reforzaron los musculos de sus piernas y brazos, recorrieron todo su cuerpo como una inyeccion de adrenalina, se cargo con una increíble facilidad el ternero al hombro, como si no pesara nada, camino en direccion a pedro quien estaba atonito, aun no podia creer que un hombre tuviese tanta fuerza, el no sospechaba que abraham no era un hombre normal, era un crosser y tenía unos poderes increíbles, paso a su lado y le sonrio, se despidio con un ademan de la mano, salio a la calle con tranquilidad, ignorando las miradas de incredulidad de la gente, doblo una esquina con total calma y aminoro el paso, ya se estaba cansando, eso no era normal, generalmente su resistencia era superior sus musculos comenzaron a fatigarse y estaban temblando mucho, comenzaron a ceder sus hombros, y lanzo el ternero hacia atras, sonó un golpe hueco y abraham cayo de rodillas, sus piernas dolian de una forma horrible, las miro y se dio cuenta de que tenia unas especies de tatuajes en el musculo, eran muchas curvas entrelazadas, le quemaban como metal caliente, no recordaba que se las pudo haber marcado ni se imaginaba como habian sido tan perfectas sin que el se diera cuenta comenzo a sentir el mismo dolor en los brazos, gimio de dolor, se quito la tunica y con horror se dio cuenta de que se le estaban forjando los mismos tatuajes en los brazos y de la nada, fue rápido y el dolor era punzante y constante, estaba sudando y jadeando de tanto sufrir, escucho una voz y levanto la cabeza con lentitud.
- tss.. Eres patetico, creí que me darias mas pelea, asi como Nataniel... Y yo que venia preparado para un emocionante duelo, pues... Sera.- el extraño individuo venia con un traje largo y negro, era alto y fornido, unas botas largas hasta la canilla y su cara no se veia, estaba entre las sombras, abraham sintio que se le revolvia el estomago el extraño hombre habia mencionado a Nataniel, el autor de ese extraño cuaderno que habia lanzado a la basura unos dias atras, intento moverse pero el sujeto lo pateo con violencia en la cara, metio una mano a su largo traje y saco una espada persa, abraham sintio un enorme pánico al verla, sintio como el dolor se iba, como sus musculos volvian a reaccionar, se levanto con rapidez y corrio a una velocidad impresionante, pero lo detuvo un fuerte puñetazo en el estomago, el hombre se habia movido mucho mas rapido y habia aparecido frente a el, no podria escapar, pero podria pelear, se levanto a duras penas y se concentró, si lo que aquel cuadernillo decia era verdad el tenia un poder escondido, se concentro pero no logto mucho porque la espada lo atraveso en medio del pecho, sintio un frio atronador, todo el cuerpo le peso mucho, cerro los ojos lentamente a medida que caía y todo se vio negro, era su final, no, no se iria sin pelear, sintio una calidez otra vez y la fuerza volvio a su cuerpo, abrio los ojos y vio como lo rodeaban las sombras, era increible, estaban formando un remolino a su al rededor, el extraño hombre embistio contra estas pero salio disparado, el remolino comenzo a cerrarse hasta que abraham no pudo moverse por la presion, entonces se introdujeron en su cuerpo, la herida de su pecho se cerro, se sintio muy ligero, miro el puso bajo sus pies y se dio cuenta de que estaba levemente hundido, estaba ejerciendo una presión increíble, el hombre se levantó con rapidez y corrio hacia abrahan, lanzando un golpe de lado, a su cara, el chico lo bloqueo con facilidad, golpeo la cara de su agresor y este salio disparado una vez mas, sin perder el tiempo recogio la espada persa y se dio la vuelta, preparado para pelear, pero el sujeto ya no estaba, sintió un leve suspiro y con un veloz reflejo levanto el arma sobre su cabeza, choco de inmediato contra un gran y pesado sable, pudo ver por fin la cara del extraño atacante y quedo petrificado, su tez era pálida y por su sonrisa asomaban unos largos y claramente afilados colmillos blancos, sus ojos eran los ojos de un lobo, que penetraban cualquier mirada, el joven reacciono rápido y separo las espadas, las volvieron a chocar, una y otra vez, parecía una danza eterna, abraham aprovecho un error de su agresor y le dio un rodillazo en el estómago y un codazo en la nuca, este cayo inerte al piso, sin esperar nada atraveso su espalda con la espada, dejandolo clavado al piso, suspiro pues estaba cansado, se sento en el piso y una vez que la adrenalina paso comenzo a cuestionarse, quien era ese hombre, esas sombras que eran, de adonde habia sacado tanta habilidad y reflejo con la espada, tantas preguntas y ninguna respuesta, se levanto dispuesto a marcharse y se percato de que el cuerpo de su atacante se desvanecia como si fuese polvo, no cavilo y salio corriendo, cegado por el terror, tal vez ese fue su error... No avanzó mas de tres metros cuando algo le corto las piernas a la altura de la rodilla, cayo de bruces, la sangre salia a chorro, horrorizado miro el lugar donde debian de estar sus piernas cuando a su espalda escuchó una voz que se le habia vuelto muy conocida en los ultimos quince minutos.
- genial, diste una batalla digna de Crosser, estuviste a punto de alcanzar el nivel de Nataniel, pero lamentablemente la diversion debe de acabar... Supongo que mi proxima victima tambien leera ese diario que advierte sobre mi, supongo que pueden llamarme "Taedium" amo esa palabra.- abraham no necesitó verlo para saber que sonreia, lo que si vio fue la espada atravesar su cuello desde atras, lo ultimo que vio fue como su sombra lo abandonaba.
- era algo de esperar...- ed cerro el libro sin desviar la mirada, respiro profundamente, y miro a javiera, su amiga lo miraba sin ocultar su sorpresa.
- es algo... Muy fantastico no crees?, la primera historia era un poco mas... Hm.. Un poco menos loca mejor dicho. - puso una mano en la espalda de ed y comenzo a acariciar lentamente sus homoplatos, era increible lo dócil que lo habia vuelto aquel libro, en un dia normal el ni siquiera se habria sentado a su lado, aprovecho cada segundo, se sentia un poco mal porque estaba feliz y su amigo tal vez no.
- no... No se que decir... Ni tampoco que creer, hace unos momentos vi como mi nombre se escribia solo en la hoja anterior, y todos esos datos... El nombre de mi padre... El de mi abuelo y mi bis abuelo, aquel ente que se hace llamar narradora, si es real porque no... Por que no... Por que no lo ayudo.- lo interrumpio una fria brisa que lo obligo a soltar el libro, este cayo al suelo, ed lo recogio y vio como dejaba una estela de sombras a su paso, en un segundo estuvo toda la sala oscura, cuando entonces se pudo oir claramente la voz de una mujer que no era javiera decir
- apenas podia escribir en el libro, habria sido un obstaculo
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