Capítulo 2: Skipper tiene novio.

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-¿Te gusta ser papá? -preguntó.

-Me encanta -sonreí aún viendo los ojitos hazel de mi bebé, porque presumo que James tiene los mismos ojos que yo. Oh, y se llama igual que yo, y su cabello es igual al mío.

-Que lindo... Está muy dormido.

-Lo sé, creo que ha de ver tenido a __________ todo el día dándole de comer.

-Yo también quiero comer -tocó su panzita.

-Baja, yo ahorita voy.

Sonrió y se bajó de un salto del banquillo.

Me senté en la mecedora donde mi castaña acostumbra sentarse en las noches para darle de comer y dormirlo. Me mecí un poco y acaricié las mejillas rosadas de James.

POV __________.

La comida se estaba enfriando, así que subí con James para avisarle que ya estaba listo.

Pero... Verlo así... Me daban ganas de no interrumpir. Me recargue en el marco de la puerta.

-Viniste a poner mi vida aún más perfecta -sonrió mientra acariciaba la mejilla de nuestro bebé-. Tú mamá, de por sí ya me hace feliz, y ahora tú... Quiero que sepas que te amo mucho... Y aunque yo quería una niña primero, tú eres la luz de mis ojos. La niña vendrá después... Y tú la cuidarás ¿de acuerdo? Por eso naciste primero. Eres tan pequeño... Mamá muere por verte de nuevo, dice que le recuerdas tanto a mí. Gracias por existir, James.

Sonreí.

Ni siquiera me había dado cuenta que tenía los ojos húmedos.

-Te cuidaré por siempre -acarició con su índice la boca hecha puchero de James.

-James... -dije yo tratando de hacerme la fuerte.

Él me miró y sonrió.

-Está dormido... -susurró.

-La comida está lista, amor.

Sonrió, dejó a James con cuidado en el moisés y salió.

[...]

09:35 p.m.

-¿Guardaste todo en la mochila?

-Sí, __________, de nuevo te digo que sí -rodó los ojos con diversión.

-No jueges, ¿qué tal que se nos olvida algo? ¿que haríamos?

-Yo saldría a comprarlo.

Hice una mueca y cargué a James.

-Vamonos.

Él cargó la mochila y el portabebé. Abrió mi puerta y después dejó las cosas en la parte trasera.

Acomodé a James en mis brazos acostado y mi chico de ojos hazel arrancó el auto.

-Mamá estará emocionada de ver al pequeño James -sonrió sin despegar la mirada del camino.

-Lo sé...

[...]

Minutos más tarde, llegamos a la casa Maslow.

James abrió la puerta sin tocar, como de costumbre, y caminó hasta la sala.

Su rostro se puso rojo como tomate y soltó la mochila.

-¡Skipper Maslow Burge! -gritó.

De inmediato, caminé hacia él con preocupación.

¿Por qué su voz se oía tan enojada?

Juntos, ¡para siempre! ANEXO |James Maslow|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora