Parte cuatro; Los visitantes.

295 37 2
                                    

Sus ojitos achinados soltaban varias lágrimas, aterrado por los ruidos a su alrededor. No los deseó abrir, menos cuando sintió que alguien subió a su cama y tomaba la parte inferior de las sabanas.

Abrazó a la sabana, tratando de evitar que se la arrebataran de su cuerpo. Sin embargo no pudo hacer mucho, ya que con una gran fuerza esta salió volando hacia una de las esquinas de la habitación, revelando al lloroso muchacho. Retrocedió en su cama, pegando su espalda al respaldo de la cama.

Vio a Samuel, gateando sobre la cama con una mirada seria y dura, intento tomar la linterna para defenderse pero este tomó su muñeca con fuerza, deteniendo sus movimientos y congelándolo. Dirigió sus asustados ojos alrededor, observando como todos los seres paranormales estaban a diferentes distancias de la cama con sus crueles y macabras miradas sobre él.

Un nuevo apretón sobre su muñeco le hizo soltar un quejido y mirar al hombre frente a él, Samuel tenía la sonrisa más burlona que le hubiese visto en su vida, apretando más su mano. Los sollozos de Guillermo reanudaron, mirando con pánico a su pareja.

--Samuel-- susurró, de pronto vio como su mano contraria se dirigía a su cuello, rodeándolo --, no.

Lloró, observando como Samuel comenzaba a reír a carcajadas, alejándose de su cuerpo tembloroso y colocándose al lado de los intrusos. Estos no tardaron a seguirle, y a cambio de lo que Guillermo esperaba fueran terribles y macabras risas, fueron carcajadas bastante familiares.

Abrió su boca, sin creer en lo que escuchaba. Las burlas de sus amigos. Atónito vio como la niña caminaba hasta donde se encontraba el interruptor y encendió la luz sin problema, quitándole el aura sombría y tenebrosa a la habitación y a sus personajes.

Observó sin emitir palabra como la niña, Sally Play With Me, retiraba su alocada peluca mostrándose como Alex. El horrible disfraz de Slenderman, que era de malla totalmente, demostró ser Rubén cuando se quitó la parte superior de su disfraz mostrando su rostro sudado pero si dejar de reír. A su izquierda el hombre con el bisturí y rostro azulado, al retirar su máscara se pudo apreciar la enorme sonrisa de Luzu, alías Eyeless Jack. El siguiente a él fue Miguel, retirándose la estorbosa cabeza de su botarga y sacudiendo su cabeza tal y como un perro, tratando de librarse del sudor que desprendía aquel disfraz de SlendyTubbie. El temible payaso resulto ser nada más y nada menos que Frank, quién a pesar de no haberse retirado su disfraz o maquillaje, se distinguía entre todo por su peculiar risa. Y por último, el escalofriante Jeff The Killer, hizo notar con una gran giró de "¡Gusta!", a quien Guillermo reconoció como Álvaro.

Guillermo sentía la furia crecer dentro de él, el enojo de ver a sus amigos burlándose de él.

--¡ME PUEDEN EXPLICAR QUÉ ES ESTO!-- gritó, poniéndose de pie y mirando a todos y cada uno con rabia.

--¡Feliz Hallowenne!-- gritaron al mismo tiempo, elevando sus brazos al cielo y continuaron riendo.

Samuel aplaudió contento, tratando de que las carcajadas se detuvieran --Excelente chicos, les quedó genial todo.

--¡La cara de Willy!-- chilló Rubén, apuntando al pelinegro que secaba sus lágrimas con fuerza, dejando rojas sus mejillas --Lo mejor fue cuando lloró, ¡Solo se veían salir las lágrimas de dos líneas!

--¡Te voy a matar!-- gritó Guille, dispuesto a ir y moler a golpes al hombre.

--O vamos Guille-- Luzu caminó hasta él, para colar su brazo por los hombros del menor con una sonrisa burlona --, solo fue una bromita inocente.

Su rostro estaba colorado, pero de ira. De un golpe al brazo de Luzu se libró de él y habló --¿¡Pequeña bromita?!

--Sí, escucha Guille, es una gran historia-- empezó a hablar Samuel con una sonrisa --, todo comenzó cuando me dijiste que jamás te habían jugado una broma en Hallowenne. Días después hablando con Luzu me dio está genial idea.

--Me preguntó si quería entrar y acepte gustoso, fue cuando invitamos a todos y en un grupo nos pusimos de acuerdo.-- narró Luzu.

--¡Yo les dí el ritual!-- exclamó Álvaro --No es real, tranquilo Guillermo, lo invente mientras viajaba desde Latinoamérica.-- Para aquel punto, el pelinegro parecía tetera a punto de explotar. Gritó, deseando lanzársele a todos para acabar con las estúpidas sonrisas de sus rostros.

--¡Oh, se me olvidaba! Lo del grito fue una pasada Luzu.-- felicitó Frank, mas el nombrado frunció su entrecejo.

--Yo no fui-- confesó, confundiendo a quienes se habían coordinado, para la broma --, tiré de las velas con el hilo y se supone que Abraham abrió desde fuera y desconectó la electricidad. Pensé que ustedes lo hicieron.

Cuando de pronto se escuchó algo desde la sala, las cosas no acababan allí.

Las risas pararon cuando escucharon la puerta principal abrir lentamente, para luego cerrarse de la misma manera. Todos se miraron en silencio, aguardando a otro sonido, pero nada.

--¿Abraham?-- cuestionó Frank, pero solo escucharon un quejido de dolor, espeluznante.

--¿Van a seguir con la jodida broma?-- reclamó furioso, ni siquiera aguardo a que sus amigos le respondiesen --¿¡Ahora Abraham saldrá disfrazado con una mascará de Hockey y con una sierra eléctrica?!

Se sentía humillado, y no planeaba permitir que le siguiesen jugando tal broma. Con furia avanzó entre sus amigos, empujándoles sin consideración para salir hasta la estancia, los demás solo se asomaban por la puerta.

Guillermo encendió la luz, mostrando lo que había, nada.

Luego todo pasó en cámara lenta para sus amigos.

Guillermo girándose hacia ellos, la chica ensangrentada saliendo de por detrás del sillón, el inútil grito de advertencia que lanzó Samuel hacia su pareja, y por último, el horroroso ser saltando hacia la espalda del pelinegro, tirándolo al suelo con fuerza, golpeando su frente contra en piso aturdiéndolo.

--¡GUILLERMO!

-------

23 de Octubre del 2015.

La fiesta del terror ¤ WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora