Capitulo 5: Sueño

24 2 2
                                    

Jennifer! ¡Toma él bebe y Corre! – Logró, aún con las pocas fuerzas que le quedaban saltar del gran risco agarrado a quien atacaba a su familia.

-¡Anton! ¡No lo hagas! no... - Grito a su esposo en vano. Soportando las lágrimas, corrió alejándose del lugar; aunque en vano, porque a pesar del sacrificio de su amado, la criatura sobrevivió a la caída sobrevolando el risco alcanzando a la madre, acorralándola.

- A-aléjate monstruo- Aferraba al bebé entre sus brazos mientras trataba de no mostrar debilidad.

- Jajajaja, ¿qué dices mujer?- La criatura que reía y se jactaba de su ser se aproximó a la mujer rápidamente quitándole la vida. El llanto del bebe aumento hasta cesar, haciendo caer la noche en un silencio sepulcral.

-¿Eh? ¿Me quede dormido? – Miguel se levantó de la cama y se dirigió al baño. Al verse al espejo notó sus ojos hinchados y rojos, otra vez había llorado en sueños.

-Vaya, no me gustaría que me vieran así. Y menos ese tonto... ¡que no entiende nada! – se lavó la cara, cambió de ropa y dirigió a la sala.

-¿No hay nadie? – Inspeccionó con una mirada rápida la pequeña sala y cocina.

- ¡Tsk! Esta vez no me quedaré – Y a paso rápido salió por la puerta recibiendo la fresca brisa mañanera en su rostro.

-Hace mucho no salía- Inhaló el aire fresco hasta donde pudo y corrió por el sendero hasta el centro del pueblo.

***

-Kamila, ¿y entonces cuánto tiempo más piensas quedarte? ¿Acaso no te parece aburrido este lugar? No te estoy echando ni nada, de hecho me gusta que me ayudes con el bar, pero-

- Papá, no es nada, me gusta estar aquí, a diferencia de la ciudad aquí es muy silencioso, calmado, y también... las mañanas son maravillosas-

Ambos rieron, estaban sentados en una de las pocas bancas en buen estado que se encontraban en el parque. Eran pocas las veces que podían compartir juntos. Desde la separación, Kamila se fue a vivir con su madre a la capital para estudiar, a diferencia de Víctor que decidió dejar la ciudad donde Vivian para mudarse junto a su bar al pueblo donde reside ahora.

-Debo ir a comprar algunas cosas para la casa, nos vemos más tarde.- la joven sonrió y se alejó tarareando su canción favorita.

- Cuídate, no llegues tan tarde- se despidió el padre sin que ella llegara a escuchar. 

mejor me voy también, hay mucho que hacer.

***

Al doblar la esquina para llegar a su casa ve dos personas paradas delante de su puerta esperando a que abrieran.

-oh, pero si es Julián y... ¿un turista?- el hombre de gran masa muscular se aproximó rápidamente hacia donde estaban para saludarlos.

-¡Hola! ¿Me buscaban?- Saludó sonriente al escritor y su acompañante. Ambos voltearon a verlo y correspondieron al saludo.

Ya dentro de la casa del cantinero, mientras tomaban una bebida caliente para el frio Julián comenzó.

-¿Aún tiene el mapa que me mostró el primer día que visite su barra?

- Claro, aunque no lo tengo en estos momentos ya que lo presté. Me dijeron que la otra semana me lo devolvían, ¿es urgente?

-Si-

-No- interrumpió André sonriente.

- ¡¿No?¡ ¿Y su viaje de negocios? – lo veía un poco sorprendido y disgustado.

- Mentí. En realidad hui de mi casa para viajar y conocer el mundo, disculpa, pero si decía la verdad no me hubieses dado hospedaje anoche...- Esto último lo dijo un poco avergonzado.

- Ah, no importa, no es necesario disculparse por algo como eso. – Julián se cruzó de brazos y evito la mirada alegre que hacia el muchacho al escuchar eso.

- Genial, entonces parece que te quedarás una semana por lo menos hasta que llegue el mapa, así que si necesitas hospedaje yo conozco una señora que puede ayudarte a encontrar uno.- Soltó el cantinero risueño y entusiasmado. El escritor solo hizo un gesto de disgusto al recordar que la señora no le ayudó en nada.

-¡¿En serio?!- Los ojos del pelirrojo brillaron, le emocionaba la idea de empezar su viaje en ese lugar, y lo mejor era que a pesar de ser un lugar tan apartado las personas llegaban a ser muy amables.

- ¡Claro! Vamos. Julián ¿vienes?

- Eh, no. Iré a dar una vuelta mientras lo llevas. Quiero preguntarte una cosa así que volveré ahora.

Salieron los tres por la puerta para luego tomar caminos separados.

***

La mañana empezaba a perder su brillo a causa de la neblina común por esos lugares. Nuestro escritor mientras caminaba por los caminos de ladrillo no dejaba de pensar en cómo continuar su novela, no había ocurrido nada interesante últimamente y su imaginación la veía por el piso.

-Demonios.

Paró y se sentó en el césped debajo de un árbol, del cual se levantó de un salto al sentirlo mojado.

-Anoche llovió, es natural que este mojado... que tonto.

Se lamentaba por ensuciar su abrigo favorito. Optó por sentarse en la acera al lado de un farol.

La calle estaba sola y tranquila. Julián, cerró sus ojos y recordó lo que vio en la mañana al entrar en la habitación donde había ido Miguel.

-Eso que vi, ¿no era parte de mi imaginación? Carajo, ¿qué era eso? Soy escéptico de los rumores que hay en el pueblo, pero, después de lo que vi... ya no estoy seguro.


\-_-/°\^-^ /

\_(ツ)_/¯ Fin del capitulo 5. Corto porque subí el anterior hoy también. 

Y bueno, ¿que fue lo que vió Juli al entrar en la habitación donde se encontraba Miguelito? 

Hasta la próxima ಠ‿ಠ Ah, les dejo un link con imagen alusiva a la historia. Es Miguel.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora