After The Dawn Larriet Stylinson.

Capítulo 24

Estaba en uno de esos lugares en los que compras casas firmando documentos y escribiendo cosas que me pedían que escribiera pero no tenía ni la menor idea de que eran.
Hasta que por fin me dieron las llaves de mi casa y muchos papeles con miles de sellos y firmas.
Caminé porque aún no compraba auto y eso me estaba comenzando a desesperar.
Hasta que llegue a la dirección de mi nueva casa. Cerca del Mall más prestigioso de la ciudad.
Entré y era un basural total. No estaba limpio pero estaba nuevo.
Dejé mis maletas y una bolsa enorme de comida del hotel y me senté en una esquina del último cuarto de la casa.
Se estaba haciendo más noche y yo seguía tirada con una manta y mi celular en mano.
Esta será una noche difícil.
Pero valdrá la pena con el tiempo haber comprado esto.

*

Estaba en la sala de tv, en mi sillón favorito, platicando con Jade.
Últimamente nos habíamos vuelto grandes amigas, y confidentes.
Le platiqué mi historia con Harriet.

-Querida y ¿por qué ya no le has llamado?
-No quiero saber absolutamente nada de ella. Quiero que desaparezca.
Chasqueó la lengua.
-Tu misma sabes que no es así. Te está carcomiendo el alma no saber nada de ella.
-Pero ahora me gusta Zay.
-Eso también sabes que no es cierto, sólo quieres desviar tus sentimientos sobre Harriet porque estás resentida. Y no sabes porqué, porque no la dejaste que te explicara que había ocurrido.

Le expliqué con lujo de detalle y vaya que fue un error.

-Ya no quiero nada con ella.

Hizo un gesto de desesperación, tomó el control de la televisión y la apagó moviendo sus ojos hacia mi.

-Louise... Louise Tomlinson escúchame bien. Quiero que mañana mismo busques a Harriet. Que le pidas una explicación y tú sabrás si es verdad o te miente cuando te diga que sucedió. Pero por favor.. Hazlo. Por que yo te lo pido. Se que en el fondo sabes que es la mejor relación que has tenido. Y yo lo sé porque no se puede desaparecer un amor que duró casi 2 años en 1 mes.

Apagamos las luces, nos despedimos y cada quien fue a su cuarto.
Pensé en lo que me había pedido que hiciera.
Pero no sabía.
Si ir por Harriet o intentarlo con Zaynia.
Tomé mi mochila y saqué algunos cuadernos para hacer mi tarea.
No podía dejar de pensar en el tema y cada vez que intentaba hacer una ecuación o quien sabe que cosa soltaba el lápiz y volvía a pensar en lo mismo y lo mismo. Se me ocurrió buscar algo.
En los estantes donde había dejado mi ropa y esas cosas busqué una carta que Harriet me había escrito en mi ante pasado cumpleaños.
Esa carta siempre estaba en el suéter que usé en nuestra primera cita.
La encontré y leí con atención cada palabra.

"Louise Tomlinson. (Si aún no me puedo aprender tu nombre completo)
Feliiiiiiz Cumpleañooos
Perdón por no poder estar contigo este importante día, nuestro primer cumpleaños juntas (técnicamente tuyo pero bue) te traeré algo de la playa, ¿un sombrero? Creo que no te gustan ¿un collar? ¿Por qué te pregunto si no puedes contestar? Ash bueno Lou eres la mejor de las mejores amigas de todas no me imagino mi vida sin ti y sin molestarte agarrando te las nalgas jajaja eres esponjosa. Lou espero que nuestra amistad dure para siempre siempre de los siempres porque no me imagino mi vida sin ti (si lo repito porque en serio creo que moriría no se) espero algún día poder salir a un lado, de vacaciones y comprarte todos los vestidos cortos que quieras. Eres la mejor Lou.
Siempre juntas.
Atentamente Harriet Styles.
21 de diciembre del 2013."

Sentí como las lágrimas caían sobre mis mejillas lentamente.
No me había puesto a pensar en el tiempo en que duró nuestra amistad.
Era algo largo, bueno no tanto, un poco corto pero no tanto.
No pensé que nada de esto iba a suceder.

Y con todo esto me dieron las 2:00 a.m. y decidí que después de los días que dije que no iría a la escuela este si lo cumpliría.

Creo que tomé una decisión.

*

Busqué en el directorio de la ciudad una tienda de muebles o como se llamen y lo primero que compré fue una cama. Fue la peor noche de mi vida. Dormir en el piso es lo peor de la vida.
Después compré sillones, televisión y pintura y algunas mierdas y contraté a unos que hicieran todo mi trabajo mientras me bronceaba en una silla de playa que también compré.
Todo en un día.
Mi madre se a de estar muriendo de hambre y me importa una mierda.
Mi hermano también me importa una mierda no necesita dinero en los próximos 2 años y medio.
Mientras reflexionaba y masticaba mi chicle de burbujas rosas en mi bikini azul y sostenía un espejo cuadrado de bronceado una tipa de estatura media, tez muy oscura se acercó a mi patio.

-Buenas tardes nueva vecina.-Sonrió y me saludó con su mano alzada y dedos mirando hacia el suelo.
Me levante, me quité los lentes, la observé, me los volví a poner, me recosté de nuevo y dije:
-Hola.
-Vaya creo que avanzó muy rápido en la construcción de su casa.-Comentó con una impresión falsa y volvió a sonreír, esta vez de manera malisiosa.

-Ah si, no viviré en una casa común como la de todos estos pobres en este vecindario.
-Estoy de acuerdo contigo.-Mi reacción en mi pensamiento fue como un "qué".-Cuando terminen y te des un cambio puedes pasar a mi casa es la beige de allá.-La señaló.
Era una casa de tres pisos (sí.....tres pisos) con un patio verdaderamente precioso. Verde por aquí y por allá con cientos de palmas y una piscina feo tamaño de la vida. 2 autos. Estaba en extrema seguridad y tenía varios perros protegiendo. Tenía dos terrazas en el segundo piso y uno en el tercero. Y muchas ventanas. Era el lugar perfecto.

-Nos vemos en un rato.-Dije y sonreí.

Cuatro horas después.

Mi casa había quedado muy bien para ser el primer día. Me estaba duchando para ir a la casa de... Wow, no le pregunté su nombre que mierda.
Sonó mi celular unas tres veces hasta que logré salir y contesté.

-¿Quién es?
-Harriet.
Era la voz de mi mamá.
No contesté.
-¿Qué le estás haciendo a mi dinero Harriet?
-¿Por qué me hablas? No tienes derecho de hablarme.
-Claro que lo tengo, soy tu madre.
-Pues lo perdiste, yo no tengo madre.
Escuché un sollozo casi inaudible.
-¿Qué estas haciendo con todo mi dinero y por qué lo estás tomando?
-Escúcheme bien señora ese dinero no es suyo es de mi hermano y el me dijo que podía agarrarlo cuando me diera mi puta gana así que no se meta en lo que no le importa y no diga que es su dinero cuando usted no se partió el culo consiguiéndolo, señora.
Colgué.
Aventé el celular a la cama y me enjuagué.
Me puse una falda rosada y una blusa de manga corta y pegada blanca con unos zapatos negros y el cabello recogido, y salí.

Toqué el timbre y una voz me preguntó mi nombre, se lo dije y la tipa de hace rato me abrió la puerta.

-Así que Harriet Styles.
-Ajá.
Registró mi nombre en una especie de llave que abría la puerta solo cuando es alguien de la lista.
-Mi nombre es Becka LaVerne.
Caminábamos por un camino de piedras hasta que llegamos a la entrada principal que abrió con la huella de su dedo, curiosamente caro.
La entrada era hermosa, el piso era de mármol gris con negro que parecía tener diamantes incrustados. Una fuente de agua clara que Becka me aclaró que se podía beber. Caminamos y me guío a una sala con sillones dorados que me parecían ridículos.

-Cuéntame de ti Harriet.
Un tipo con traje nos sirvió té negro.
-Uh, nací aquí y ya. No tengo nada más que decir.
Me miró con su taza de cristal con unas cuantas flores dibujadas. Sólo sus ojos se podían observar.
Tenía ojos preciosos.

-Hm, pues yo trabajaba para la casa blanca, de EUA. Nací allá en un pequeño pueblo de Alabama.
-Oh.
-Sí y ahora se puede decir que tengo dinero hasta en las piedras de mi patio. Literal.
-Wow.

Creo que nos llevaremos bien.

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