Capítulo 18

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Extrañaba esos días en los que íbamos a la preparatoria, Harriet, una persona popular y yo la típica tonta antisocial que no daba señales de vida nunca, pero todo, totalmente todo cambio. Literalmente perdí a mi padre, la vida que llevaba cambió de un abrir y cerrar de ojos.

Empiezo a escuchar un ruido desde afuera, sabía quien era. Abrí la puerta y Harriet me intentó abrazar, pero no se lo permití.

-Hol..

-Por qué me dejaste? Te rendiste? te cansaste de esperarme?

-Lou..

-No, no te volveré a perdonar Harriet, me harté igual que tu esperando por mi, así que estamos a mano, solo quería aclarar eso. Necesito terminar con esto y volver a nuestras antiguas vidas, regresar a estudiar a reponer los dos años que perdí gracias, a ti. Tu puedes hacer de tu vida lo que quieras, irte a Italia a creerte mejor que las demás personas por tu dinero que ahora tienes escaso, o que siempre lo tuviste no lo se pero lo que si es que yo te dejaré, y volveré a lo de antes.

Ella no contestó. Permaneció con la cabeza gacha.

-Adiós Harriet, buena vida.

Salí con total calma de esa casa y busqué un directorio. Revisé sí la casa en la que solíamos vivir seguía ahí todavía permanecía, y si, suspiré de alivio. Caminé a la dirección y encontré una casa, distinta, algo alegre, y colorida. Unos tonos pasteles empalmaban las paredes que antes solían estar grises y agrietadas.

Toqué la puerta y esta se abrió con un ruido. Entré y caminé por un camino de flores de colores, con césped y árboles frutales. Toqué la segunda puerta ahora de madera y de abrió dejando ver una cara desconocida.

-Disculpa, quien eres?- Me preguntó una mujer alta de piel blanca, en demasía, cabello rojo y ondulado hasta el pecho, ojos cafés y ropa fina no muy cara.

-Mi nombre es Louise.

-Creo que te equivocaste.

-Aquí vive Rob Tomlinson?

-Sí, yo soy Jade, su esposa.

'Su esposa' esas palabras destrozaron mi cabeza.

-Oh.

-Quieres pasar?

-Claro.

Era una casa indiferente, pero con unos colores llamativos. Piso de madera, paredes de color azul y rosa pastel, con muebles de plástico y flores naturales regadas por doquier. Era bonito, pero, algo exagerado para los gustos de mi padre.

-Quieres té? agua? limonada?

-Uhm, nada, esta bien gracias.

Jade se marchó para luego volver con, mi padre.

-Louise?- Acomodó sus lentes tratando de percatarse de sí era yo.

-Hola papá.

-Que haces aquí?

-Regresé.

-Me di cuenta. Donde estuviste estos dos años?- Cruzó los brazos.

-Estuve... en... un lugar... sola.

-Oh. Te perdiste demasiadas cosas Louise, espero que vengas a quedarte.

-Sí a eso vine.

-Ella es Jade.

-Si ya nos presentamos.-Habló ella dándome una sonrisa sincera.

-Jade, ella es mi hija, Louise. Louise, Jade tiene dos hijos y viven aquí espero que te lleves bien con ellos.

Por dios.

-Ajá, claro.

-Te gusta la casa?

-Sí es algo, extraña para tus gustos padre.

Mi padre era, y era, un hombre simple, no le gustaban las cosas exuberantes, ni lo rosa, ni nada de estas... cosas. Era un hombre violento, y creo que ha cambiado, creo que ya no me pegará, pero mis cicatrices permanecerán por siempre.

-Oh si Louise, Jade decidió todo.

-Donde será mi cuarto?

-Por ahora podrás quedarte en el cuarto de los niños.

Genial, que asco.

-Um. Bueno algo o nada.

Entré al cuarto, desordenado, típico de hombres.

Caminé por el lugar algo grande y lleno de juguetes de naves de Star Wars. Las paredes eran azules oscuro con estrellitas blancas pintadas por todos lados. Había una litera rayada y un sillón de cuero negro. Tomé una sábana de la litera de arriba y me recosté en el sillón.

Pensé en la manera en que dejé a Harriet, y en que mañana volvería a la preparatoria a reponer las semanas que perdí, y claro, entraría al equipo de fútbol en el que ya estaba, me llevaría un sermón por parte de Zaynie, pero, ya estaba echo. El sueño me ganó, cerré mis ojos y dormí.

Mañana volvería a la normalidad.

After The Dawn Larriet Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora