-Dinah, ¿eres consciente de que nos acabamos de graduar? -grité en su oído mientras que subía a su espalda.
Así era, después de cuatro años de carrera, habíamos conseguido licenciarnos, ella en turismo y yo en periodismo. Hoy era nuestra graduación y no podía estar más feliz, habían sido cuatro años complicados, la universidad no tenía nada que ver con el instituto, además, tanto Dinah como yo habíamos estado haciendo, a la vez que la universidad, ella un grado en idiomas y yo en administración y dirección de empresas, lo que le sumaba todavía más complicación.
-Y preferiría terminar la universidad pudiendo oír, gracias -dijo tapándose una oreja.
Dinah y yo habíamos seguido igual de unidas que en el instituto sino más, habíamos conocido muchas personas nuevas y mi índice de amigos había crecido considerablemente, había ido a fiestas y en más de una terminé fuera de mis cabales, por suerte Dinah había estado siempre ahí conmigo.
-Hay que ver, os acabáis de graduar y seguís igual que el primer día de guardería -espetó mi madre riendo junto a la de Dinah.
-Pero tenéis que reconocer que ahora estamos mucho más buenas que ese día, ¿eh? -a Dinah no le hacía falta tener abuela, a pesar de estar aquí también.
- Pues yo os prefiero como el primer día de guardería - contestó la madre de Dinah.
Dinah, que ahora estaba deleitándonos con un pequeño desfile, había frenado de golpe al oír a su madre, provocando así las risas de todos los presentes en la conversación.
- ¿Dónde están nuestras graduadas favoritas? - se oyó de repente.
- ¡Ally! ¡Normani! - gritamos Dinah y yo a la vez, lanzándonos a abrazarlas.
Ally y Normani eran un año mayor que nosotras así que ellas ya se habían graduado el año pasado, graduación en la que Dinah se cogió la cogorza del siglo y tuve que llevármela a rastras a nuestro campus. Ese día había roto con su novio más duradero, cuatro meses y medio en los que todo el campus había presenciado sus apasionados besos en medio de los pasillos, pero una nueva Barbie apareció y Dinah se quedó destrozada.
Durante esos cuatro años Dinah había tenido tres novios, el primero fue Michael, capitán del equipo de futbol americano de la universidad, el cual tenía de cerebro lo mismo que yo de músculos, nada. El segundo fue Ted, recuerdo que la primera vez que lo vi les dije a Normani y Ally que me parecía muy amanerado, al final tuve razón, el chico utilizó a Dinah como tapadera. Por último Cody, el chico que prefirió una Barbie con los pechos operados.
- Estamos muy orgullosas de vosotras chicas - dijo Ally -. Ah, el discurso precioso, Camila, hemos llorado las dos como idiotas.
Y si bien yo no tenía mucha facilidad para hablar en público, había querido hacer un pequeño discurso, quería hacer un pequeño homenaje a todas las personas que había conocido en la universidad que, aunque sabía que no eran grandes amistades, habían hecho mi día a día mucho más llevadero, pero sobre todo a Normani y Ally, que ya eran como hermanas. Y qué decir de Dinah, Dinah era mi hermana.
Ally había sido la responsable y madura del grupo, la que no se emborrachaba y nos llevaba por el buen camino, por eso estaba muy feliz por ella y su novio, Troy, con el que ya llevaba cinco años. Normani, por el otro lado, había sido un poco como Dinah, había estado con varios chicos pero ninguno había sido el indicado.
- Bueno, bueno, esto se merece un viajecito, ¿eh? - dijo Dinah dando pequeños saltos, pero sin duda no fue hasta segundos después cuando se dio cuenta de lo que había dicho.
No habíamos vuelto a saber de Lauren ni mucho menos verla. Cuando volvimos de Kiev fuimos, acompañadas de nuestras familias, a la policía y les habíamos contado todo, pero al parecer de poco sirvió. Nos dijeron que se pusieron en contacto con la policía de Kiev y que éstos se habían encargado de rastrear de arriba abajo toda la ciudad y que no habían encontrado ni restos de nuestros otros compañeros ni de Lauren. Nos trataron como locas y después simplemente se olvidaron, dejándonos a todas impotentes por ni tan siquiera saber el estado en el que estaba nuestra amiga.
Meses transcurridos de aquella tragedia volvimos a estar más cercanas las cuatro, porque durante el verano ninguna supo de ninguna. Yo había sido un alma en pena durante todas las vacaciones, fui incluso a un psicólogo el cual me ayudó a superar en parte la falta de Lauren y todo lo vivido, pero al igual que a las demás, siempre algo viviría dentro de nosotras, algo que nadie ni nada conseguiría eliminarlo.
Casi un año después empecé a salir con Austin, un chico que iba a la misma clase que yo. Duramos poco más de un año, no salía con él porque lo quisiera o algo similar, simplemente estaba con él, pero cuando quiso más yo rompí con él, además no me sentía bien, él, a pesar de no ser el mejor chico, se merecía algo mejor, algo que yo nunca le iba a dar. Después de esto estuve con algún chico más, pero nunca nada serio.
- Chicas - empecé -, hace ya cuatro años de ello, tenemos que superarlo.
Podía engañar a Normani o a Ally, pero sabía que a Dinah nunca lo conseguiría. Por mucho que aparentase que ya había olvidado y superado lo pasado, Dinah sabía que eso no era verdad, que muchas noches la recordaba y lloraba, que no había conseguido estar con ningún chico porque Lauren seguía estando en mi mente y que por mucho tiempo que pasase seguiría estándolo.
CUATRO AÑOS DESPUÉS
Después de la graduación todas nos habíamos ido a Los Angeles y una vez allí, ahora todas con trabajo, la amistad entre todas se había resentido. Dinah había empezado a salir con un chico, Will, al cual conocí hace ya un año, el mismo tiempo que hacía que no veía a Dinah ni a Normani ni a Ally. Por lo poco que hablaba con Dinah por correos, le iba muy bien en su trabajo de azafata, otro motivo por el cual también la veía poco. Normani seguía como siempre, conocía algún chico por la noche y ya está, respecto a su trabajo iba muy bien, igual que Ally, la que aún seguía con Troy y cada vez más felices.
Yo trabajaba para una gran revista, Vogue, y no me podía quejar para nada, todo el esfuerzo que había supuesto la universidad estaba dando sus frutos. Respecto a mi vida, al poco tiempo de instalarme había conocido a Brant, el agradable vecino, estuve saliendo con él durante tres años, incluso una vez hicimos una cena de parejas junto a Dinah y su novio, y debía decir que estaba muy feliz, Brant había sido todo lo contrario que Austin y había sabido tratarme como debía, pero una oferta de trabajo se lo llevó a Europa y aunque quisimos e insistimos en que la relación a distancia podía funcionar, con los meses nos dimos cuenta de que no y que lo mejor era que quedásemos como amigos. También me había hecho muy amiga de Ariana y Harry, otros dos periodistas que trabajaban conmigo y que se habían ganado mi confianza.
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Where is Lauren?
FanfictionSe recomienda leer antes Atrapadas en Chernóbil para entender esta historia. Ahora todas tienen su vida y tras mucho esfuerzo han conseguido pasar página, pero, ¿qué pasa si después de ocho años los demonios vuelven... para quedarse? Camila, Dinah...