Después de comprarnos algunos caprichos para la boda de Ally, entramos en un restaurante y pedimos dos ensaladas y dejamos el tema de Normani de lado. Estuvimos comentándonos qué tal nos había ido la temporada que ninguna había sabido de ninguna. Le hablé de Harry y Ariana, también le hablé sobre la ruptura de Brant. Ella me hablaba sobre su trabajo y de algunos de los amigos que tenía ahora y podría decir, que desde que había pisado tierra parisina, en ningún momento me había sentido así. Desde que habíamos llegado todo habían sido problemas y ni por las noches había conseguido quitármelo de la cabeza, pero en ese momento, con Dinah en un restaurante cualquiera y hablando de todo y de nada, me volvía a sentir viva. Pero sabía que no duraría para siempre.
—No falta mucho para las cuatro, deberíamos ir yendo ya —informó Dinah mientras llamaba al camarero para pagar la cuenta.
Ambas seguimos conversando de camino a la cafetería negándonos a volver a la cruda realidad que nos esperaba, realidad que por muy mala que estuviera siendo, sentía excitación cada vez que nos acercábamos más.
Poco antes de llegar mi móvil vibró y vi que Ally me había hablado.
"Daos prisa, algo no va bien"
Rápidamente le transmití el mensaje a Dinah y ésta aceleró sin piedad y en menos de tres minutos habíamos llegado. Varios coches de policía se acumulaban frente a la puerta de la cafetería y lo que había sido un barrio discreto y acogedor se había convertido en una calle transitada y llena de luces.
—¿Qué ha pasado? —preguntamos Dinah y yo al juntarnos con Ally y Normani que intentaban ver algo sobre las cabezas de los transeúntes que se acumulaban intrigados.
—No lo sabemos, acabamos de llegar —me contestó Normani mientras se ponía de puntillas.
El corazón me comenzó a palpitar a una velocidad vertiginosa y observé a mí alrededor intentando encontrar un hueco donde colarme para poder ver lo que sucedía.
—Ps, ps, ps —oí a mi derecha—, por aquí.
Dinah había encontrado un pequeño hueco y las tres la seguimos consiguiendo pasar el cordón policial sin apenas problema. Miré de nuevo a mi alrededor y noté lo bullicio que había y me agobié ligeramente.
Reconocí al padre de la chica hablando con un policía y un médico que le tendía una manta por los hombros mientras que el hombre se lamentaba. Yo ya me temía lo peor. Con discreción seguimos avanzando hasta que en la misma puerta de la cafetería vimos aquel papel plateado y brillante sobre lo que deducimos que era un cuerpo. En el suelo se podían distinguir pequeñas salpicaduras de sangre mientras que la policía tomaba pruebas y fotografiaban absolutamente todo.
—¡Vosotras! —oímos de repente.
El padre de la chica avanzaba rojo como un tomate hacia nosotras y yo agarré con miedo el brazo de Dinah.
—¡¿Veis esto?! —Preguntó apuntando hacia el cadáver mientras que dos policías lo sujetaban con esfuerzo— ¡Ella ahora está muerta por vuestra puta culpa! ¡La habéis matado vosotras y esa panda de hijos de puta!
Gritaba lleno de ira hasta que varios policías consiguieron abatirle y llevarlo lejos impidiéndole hablar.
Todas nos quedamos sin habla y sentimos la mirada sobre nosotras de todo el tumulto de gente que cuchicheaba e incluso nos sacaba fotos.
—Señoritas, salgan de aquí —insistió un policía que nos sacaba cuatro cabezas como mínimo y nos llevó lejos de los ojos de los interesados.
—¿Qué-qué ha pasado? —le pregunté al robusto policía.
—Están llamando demasiado la atención y no creo que les convenga —dijo sin apartar la mirada de frente y empujándonos tras las camionetas de la policía y de las ambulancias.
—¿Quién la ha matado, por Dios? —pregunté parándome en seco delante de él pero sin esfuerzo me agarró y siguió empujando a las demás.
—¡Eh! ¡Suéltala gorila! —gritó Normani intentándose oponer sin conseguir nada.
Después de desaparecer tras los grandes furgones, llegamos a una esquina donde la gente paseaba sin saber nada de lo ocurrido y no muy lejos de donde habíamos aparcado.
—¿Se puede saber que cojones ha pasado? —volví a preguntar una vez me había dejado en el suelo—. Nosotras habíamos quedado con esa chica.
El policía sin bajar la vista a nosotras contestó por el walkie a algo que ninguna entendió.
—Lo siento pero no la puedo ayudar —dijo mirando a su alrededor—. Les recomendaría que se fueran.
—¡No! —grité— Ese hombre nos ha culpado de asesinato, deberían interrogarnos o algo.
—Camila... —me susurró Ally supuse que queriéndome decir que ya bastante teníamos con todo como para terminar presas.
Es hombre resopló.
—Sólo sabemos que un hombre o mujer encapuchado la ha disparado en la frente y se ha dado a la fuga —dijo al fin.
Todas nos llevamos las manos a la boca.
—Pe-pero, ¿quién ha podido ser capaz de algo así? —preguntó Dinah.
—Por favor, márchense, las he ayudado a salir de allí, háganme ahora el favor de marcharse —casi suplicó.
Normani fue a hablar pero la interrumpí posando la mano en su hombro y cuando hube captado su atención, le negué con la cabeza. A pesar de ser un hombre hecho y derecho el cual dudaba que hasta una bala le pudiera atravesar, parecía nervioso e incómodo y todo apuntaba que nosotras éramos las culpables.
—Vale, muchas gracias —le dije mientras trataba que todas comenzaran a andar.
—A ustedes —contestó.
En ningún momento bajó su mirada hacia nosotras.
Tratando de no llamar demasiado la atención, al menos no más de lo que ya lo habíamos hecho gritando a un policía; entramos al coche Dinah y yo y Normani y Ally en el suyo quedando hablar en el hotel, pero sabía que Dinah no se podría mantener callada tanto tiempo.
—Debíamos de haberle preguntado más, a ese me lo camelaba yo y me decía hasta de qué me voy a morir —dijo mientras conducía.
—No podíamos hacerle eso —dije apoyando la cabeza en la ventanilla.
—¿El qué? —preguntó extrañada.
—Que lo matasen a él también —dije y noté como Dinah cogió el volante con más fuerza.
Aquel chico sabía el porqué de esa muerte, al igual que el padre de Zara, al igual que la señora de la tiendo esotérica y su hijo. Los que habían sido inteligentes se habían callado, los que habían querido ayudarnos habían muerto.
Después de lo dicho Dinah no pronunció palabra hasta que llegamos al hotel y nos juntamos con Normani y Ally en mi habitación. Cuando entramos pensé que deberíamos quedarnos encerradas ahí para siempre ya que al parecer éramos un peligro para todos.
—No entiendo qué está pasando —dijo Ally sentándose a los pies de la cama.
—Está claro que si nos ayudan, la palman —dijo Normani.
—Normani, no seas tan bestia, tía —dijo Dinah, sentándose a su lado en el sofá—. ¿Esto de verdad tiene que ver algo con Lauren?
—No —contesté rápida —, quiero decir, Lauren está muerta y no hay más, lo que yo tampoco entiendo es a qué viene todo esto, no sé a dónde quieren llegar.
A pesar de saber que Lauren estaba muerta y desde hacía ya mucho, pronunciar aquellas palabras me hizo un nudo en el estómago y noté como las lágrimas picaban en mis ojos.
He subido un one shot camren (obvio) hace unos minutos, se llama "Kids" y está inspirado en la canción de OneRepublic, os agradecería mucho que os pasarais por mi perfil para leerla. Saludos y gracias de nuevo por los comentarios que dejáis en los capítulos y por seguir leyendo.
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Where is Lauren?
FanfictionSe recomienda leer antes Atrapadas en Chernóbil para entender esta historia. Ahora todas tienen su vida y tras mucho esfuerzo han conseguido pasar página, pero, ¿qué pasa si después de ocho años los demonios vuelven... para quedarse? Camila, Dinah...