Volver a la escuela no era fácil y mucho menos con la mirada de los demás fijadas en ti por ser el chico que había sido "Secuestrado". Pero para Shannon las miradas de quienes obviamente lo observaban no eran importantes, tampoco su madre, lo que si importaba, al menos para el, era el encontrar al responsable y hacerlo pagar. Todo había comenzado con aquel chico y todo daba la impresión de que terminaría también con el, así que lo que hizo fue buscarlo.
No fue facil ni rapido pero cuando lo encontró, el chico se echó a correr gritando "Aún no es tiempo".
Era miercoles al medio dia cuando Shannon se encontraba hablando con Tatiana, una chica que había venido de intercambio desde España y que automaticamente se había hecho amiga de Shannon por tener los mismos gustos musicales. Habian salido temprano del colegio por alguna razón que Shannon ni siquiera recordaba, se encontraban en una cafetería bastante elegante, sentados en una mesa para dos, con mantel blanco y algunas flores en el centro, las sillas se encontraban decoradas con un gran moño amarillo con una frase bordada que decia "El viejo mundo ya no existe, sobrevive en el nuevo" -Randall Butt.
-¿Quien carajos es Randall Butt? -Preguntó esperando que su amiga lo supiera.-¿Eh? -Ella ni siquiera parecía entender la pregunta.
Shannon apunto con el dedo el bardado del moño haciendo que Tati gire.
-Oh -Volvió a mirarlo- no tengo la más minima idea.
Shannon notó una mirada triste en ella despues de la pregunta.
Cuando estuvo a punto de preguntarle que sucedía Emma se hizo presente. Tati sonrió.
-¡Hola Shannon! Oh y hola Tatiana. -Tatiana parecía agradarle poco a Emma.
-Bueno yo... me tengo que ir. -Dijo Tati sonriendo timida- tengo algo que hacer.
-¿Porque?
-Repito, tengo algo que hacer -Y se salió por aquella gran puerta de vidrio.
-¿Pagarás por ella? -Emma alzó una ceja, parecía intrigada y a los ojos de Shannon muy simpática y hermosa.
Pagó la cuenta y salio por la misma puerta de vidrio seguido por Emma.
-Ya he repartido todas las invitaciones. -Dijo Shannon.
-Lo se, me lo dijo Agus.
La conversación no siguió. Ambos caminaron a casa de Emma y se sentaron en las escalerillas.
El viento soplaba suavemente moviendo el cabello de Emma haciendo ondulaciones. Shannon lo miraba atento.
-¿Tu madre no aparece verdad? -Emma sintió la pregunta algo pesada, más no se arrepintió, realmente tenia interés.
-No -Suspiro- quizá esté muerta.
Emma no preguntó nada más y mientras agachaba la cabeza sintió a Shannon acercándose a ella. Tomó su mano y le dio un beso sobre ella.
Emma quedo sorprendida, no esperaba esa reacción después de hablar de su madre, y menos aún porque ya habían pasado tres meses.
-Ella no me hace falta ahora, te tengo a ti. -Esas palabras le brotaron del alma, de lo más profundo de su ser.
-Pero yo no soy tu madre, soy solo tu amiga.
-Podrías ser mucho más que eso.
Y la besó. Emma le recorrespondió, disfrutaba el momento, más aún porque creía que Shannon estaba interesado en Tati, y aquella idea hacía que Emma se retorciera por los celos.
La puerta detras de ellos se abrió de golpe, un hombre robusto y grande abrió la puerta con una botella de cerveza en la mano.
-¡Aléjate de mi hija! -Grito, parecía haber perdido la cabeza.
Shannon se alejo de golpe y miro a Emma.
-Papá cálmate, no hacíamos nada malo.
-¡Tu cállate maldita zorra! -La tomo del cuello y la lanzo dentro de la casa.
-¡No te vuelvas acercar a ella!
Shannon retrocedió.
-Maldito alcohólico -Susurró y se alejo de aquella casa enojado y preocupado por Emma, por ¿Su Emma? No lo sabía, pero la idea le encantada.
En ese mismo instante Emma estaba siendo golpeada brutalmente. Y no solo eso.
Shannon en ese momento recordó que la nota que había encontrado nueve días después de que su madre había desaparecido, cuya escritura estaba escrita en sangre. "Como cuchillo en tu propio cuello, tu misma sangre será derramada". Al principio, no sabía a qué se refería, hasta que llego a la conclusión: su madre.
Aunque recordar ese suceso en este momento no tenía sentido, sintió que un rompecabezas iba formando en su mente, uno en el que el padre de Emma tenía un lugar importante.
Desde aquel momento no había recibido otra nota, mucho menos tuvo la oportunidad de contactarse con La Voz, a veces sentía un malestar tremendo, y un dolor incesante en la parte posterior del cráneo que no lo dejaba dormir, se negaba a sí mismo la importancia de recurrir a un doctor, porque para él, era una estupidez.
Hasta que un 23 de noviembre, seis días antes de la fiesta de despedida, La Voz, le dijo que algo se avecinaba, algo malo y ese algo tenía que ver con el padre de Emma y un tal Numero 4.
Era tarde en la noche, Shannon estaba apunto de dormir cuando escuchó un sonido fuera de su ventana, al asomarse pudo divisar a Matt. Abrió la ventana y le extendió la mano para ayudarlo a subir.
- ¿Que haces aquí? -Preguntó Shannon molesto, en ese momento solo se preocupaba por estar dormido profundamente.
-No tenia donde dormir.
-¿Y que te hace pensar que puedes dormir aquí?
Matt lo miro firme y a los ojos.
-¿No puedo?
Al final Shannon cedió, parecía ser la oportunidad perfecta para averiguar algunas cosas.
Shannon sintió inseguridad, el tipo a quien le cedió la libertad de dormir en su casa era un completo extraño para el y pensó en la posibilidad, con todo lo extraño que ha pasado en todo este tiempo, de ser asesinado.
-¿No vas a preguntar nada?
-¿Como sabes que quiero preguntar algo? -Devolvió Shannon.
Matt no respondió.
-¿Que es esto de los Numero 12, Numero 4 y todo eso? ¿La Voz? ¿El secuestro de mi madre? ¿Los dolores de cabeza? -Soltó por fin.
-Oye, tranquilo, una por una. Primero, lo de los números. Tu eres Numero 12, por ser el ultimo que entró al proceso de alteración al nacer, yo soy el Numero 11. Segundo, La voz. Todos tenemos un guía que nos dice cuando algo malo se avecina y a veces nos dice que hacer y que no hacer. Tercero, los dolores de cabeza. Es porque todos tenemos un chip que nos insertaron al nacer para vigilarnos y saber donde estamos y que hacemos a cada momento. Lo de tu madre no tengo la más mínima idea.
-¿Chip? ¿Porque no me lo habías dicho antes? Me lo podía haber quitado hace tiempo, maldito idiota.
-No. Morirás de un paro cerebral si te lo quitas, dependes de ese chip para sobrevivir, es como un segundo cerebro.
Las preguntas siguieron y siguieron hasta una ultima pregunta:
-¿Como terminamos con esto? -Preguntó Shannon.
-La muerte es la única salida.
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Terapia de Shock: Vivir o Morir.
Teen FictionShannon Birch, un chico cualquiera, a veces un poco rebelde y estúpido. Tendrá que enfrentar cambios inesperados y poco creíbles, cambios que serán imposibles de revertir. ¿Cuál será su objetivo? ¿Quién es el verdadero enemigo? Nada es casualidad, t...