Internado (Gemeliers).

*Capitulo 12*

Decidí salir a tomar el aire, en la explanada donde estábamos acampando había como una especie de valla de madera desde donde se veía el lago con la cascada de antes, fui hacia la valla y me asome, cuando de repente noto que alguien me coje de la cintura, me giro y era Jesus, como no.

J: ¿Que haces aquí a estas horas?
-dijo susurrando me a el oído, pero su voz no sonaba como siempre, sonaba más suave, más calmada, más...no se, de otra manera, más dulce-

M: No podía dormir, ¿y tu Oviedo?
-dije susurrando también para que nadie me oyera-

J: Lo mismo que tu -siguió susurrando me a el oído, a lo que a mi se me erizó la piel, y tuve un pequeño escalofrío, que espero que el no notase-

De repente noto que me suelta la cintura y se separa de mi, pero no me doy la vuelta, y a los pocos segundos noto una chaqueta caer por mis hombros y me vuelve a coger de la cintura.

M: No hacia falta, ahora serás tu el que tiene frío -dije mirándolo por encima de mi hombro, donde el tenía apoyada su barbilla-

J: No te preocupes por eso -dijo susurrando, nuestras caras estaban a milímetros-

Nos quedamos así, como estábamos yo apoyada en la barandilla y Jesús apoyado en mi a la vez que me cogía de la cintura, de repente Jesús quita una de sus manos de mi cintura y la pone en mi mano, hasta entrelazar así nuestros dedos y me estira levemente hasta llevarme a el tronco de un gran árbol, a lo que el se sienta y abre las piernas para que yo me siente entre ellas, me siento y me pasa sus manos por encima de mis hombros, y nos quedamos así un buen rato.

Jesús puso su cabeza en mi hombro otra vez, a lo que yo me gire quedando nuestras caras a milímetros, el se iba acercando poco a poco, hasta acortar la distancia que había entere nosotros, juntando así nuestros labios, una parte de mi se quería separar, pero otra no podía, y era bastante más fuerte la que no podía, cuando acabamos de besarnos Jesús se quedo mirándome, como esperando una reacción o algo parecido.

M: ¿Jesús, por que lo has echo?
-dije susurrando para que nadie nos oyera, a lo que nuestros labios rozaron, ya que estábamos a milímetros-

J: Porque me gustas, y lo volvería a hacer mil veces más -susurro rozando nuestros labios de nuevo-

M: Ahora falta que quiera yo, por que no pienso ser una más de esa tantas que te follas y si te he visto no me acuerdo -susurre en sus labios-

J: Te aseguro que no serás una más de esas -me susurró rozando nuestros labios y acortando la distancia entre nosotros-

Y yo pues lo creí, se que sólo será un juego de palabras y que luego voy a ser una más, pero no podía separarme, no quería separarme, justo en ese momento alguien carraspeó haciendo que nos separásemos de golpe, y para mayor suerte era la profesora, Mari Carmen, nosotros nos levantamos rápidamente.

MC (Mari Carmen): ¿Se puede saber que hacéis aquí a estas horas de la noche? -dijo no muy alto para no despertar a los demás-

Nosotros no respondimos sólo mirábamos para otro lado.

MC: Venga, cada uno a su tienda
-dijo señalando todas las tiendas-

Nos fuimos cada uno a nuestra tienda, entré en mi tienda y me acosté con mucho cuidado de no despertar a Nataly, y me quede durmiendo, a la mañana siguiente nos despertamos a las 7, nos vestimos y salimos a desayunar, cuando llegamos donde estábamos todas mi mirada se cruzó con la de Jesús, y sonreímos, a los pocos segundos separamos las miradas.

N: Tía, ¿que te pasa? Estas cómo distraída -dijo mirándome raro-

M: Ya te contare tía -dije sin darle mucha importancia-

Desayunamos y fuimos a el lago con la cascada de ayer, habíamos decidido ir a bañarnos, nos pusimos los bikinis y bañadores todos y nos dirigimos hacia el lago, cuando llegamos Nataly, Rocío, Alba y yo nos sentamos a tomar el sol en nuestras toallas, nos quitamos la ropa y nos echamos crema de sol.

N: Tía venga cuéntanos -dijo llamando mi atención-

R: ¿Que nos tienes que contar?

M: Haber, tiene que ver con Oviedo
-ellas me miraron absortas- anoche no podía dormir y salí a tomar el aire, y cuando estaba apoyada en la barandilla esa que hay de madera alguien me cogió de la cintura, me di la vuelta y era Jesús, me dijo que que hacia allí ha estas horas, después noto que tenía frío y me dio su chaqueta, y después... -dije dudando si contárselo o no- me besamo -dije mirándolas haber como reaccionaban-

N,R&A: ¿Que os habéis besado?
-dijeron atónitas y gritando-

M: Pero no gritar osti*s -dije haciendo un gesto de silencio- pero espera, que hay más -dije mirándolas- después de besarnos nos quedamos como estábamos, yo apoyada en la barandilla y el detrás cogiendo me de la cintura, y después de estar así un rato me cogió la mano entrelazando nuestros dedos y nos sentamos en el tronco de un árbol, yo entre sus piernas, y le pregunte que por que había echo eso, y me dijo que porque le gustaba y que lo volvería a hacer mil veces más, y entonces yo le dije que yo no iba a ser una más de esas que se folla y si te he visto no me acuerdo y entonces el me dijo te aseguro que no serás una más de esas -dije parando para coger aire- y entonces me beso, otra vez -dije esperando que reaccionaran-

N: Esto es lo más, ¿y no te apartas tía? -dije alucinando-

M: Que no podía tía -dije mordiendo me el labio-

R: Haber tía, déjala que haga lo que quiera, ya tendrá tiempo de arrepentirse mientras tanto que disfrute -dijo mirando a Nataly-

N: ¿Disfrutar? ¿Liarse con ese es disfrutar? -dijo flipando-

M: Joder tía, pues no veas como besa el chaval -dije riéndome levemente-

Al final después de estar hablando de todo un poco decidimos ir a bañarnos, de países de estar un rato dentro Rocío y Alba decidieron salirse y Nataly y yo nos quedamos dentro, estábamos apoyadas en una roca de la casada cuando de repente...

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¿Qué pasara? Os dejo con la intriga jejeje😌
Ya sabéis que si queréis que os dedique algún capítulo dejármelo en los comentarios y si queréis que lea vuestras novelas también.
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Lo siento si hay alguna falta de a
ortografía, escribo desde la tablet y me cuesta un montón.
Un beso❤️