Cap. 4

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El chico se acercaba cada vez más a mi, estaba acorralada.

Abbie- Por favor, no me hagas daño- dije, sollozando.

El gilipollas se rió y me pegó la primera patada.

X- Más te vale callarte, estúpida.

Y así siguió, dándome fuertes puñetazos y patadas, mientras me decía todo tipo de insultos, hasta que acabé en el suelo llorando.

Abbie- Ya... No.... Pppuedo más- Y era verdad, lo veía todo borroso, acabaría desmayándome.

X2- ¿Cómo has dicho? ¡ERES UNA ESTÚPIDA SIN VIDA!- No sabía de dónde había salido ese chico, pero había empezado a pegarme también.

La frase se repetía en mi cabeza. Estúpida sin vida. Estúpida sin vida. Estúpida sin vida. Estúpida sin vida. Estúpida sin vida. Estúpida sin vida.

Los dos se pusieron a pegarme más y más fuerte, hasta que no pude más.

Abbie- ¡PARAAAD!

Narra M. José:

De repente oí un grito muy fuerte. Fui a la habitación de Abbie sobresaltada.

Abbie- ¡PARAAAD!

Tita- ¿Abbie?- dije, asustadisima.

Estaba en el suelo llorando, como si intentara defenderse de algo, o alguien. Me acerqué con cuidado y le cogí el brazo.

Abbie- No... Por favor, no más. Dejadme, ¡dejadme!- no paraba de repetir todo tipo de frases así.

Tita- ¡ABBIE!- grité, zarandeándola.

Por fin pareció despertarse. Estaba con los ojos muy abiertos.

Tita- Solo ha sido un sueño, tranquila- La abracé, estaba temblando.

Abbie- Era otra puta pesadilla- Dijo, sollozando- Mierda, mierda, mierda, mierda...

En cualquier otro momento le habría dicho que no utilizara esas palabras, pero la verdad es que me daba un poco igual, yo también las decía.

¿Cuándo se acabará esta soledad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora