Abrí los ojos de repente. Estaba sudando; había tenido una pesadilla. Mire a mi lado y allí estaba ella; tenía los labios entreabiertos y la respiración tranquila. Me giré con cuidado y encendí el móvil. 5:41 a.m. Pff, aún me quedaba tiempo. Pero, oh no. ¿Hoy era el día? No, ¿no? Me levanté de la cama y fui hasta la mesa, encima había un corcho con papeles pegados. La chincheta azul sujetaba el papel que más odiaba. "Hola, Begoña. Soy el secretario del instituto Ies Milá I Fontanals. Nos gustaría que el día 25 de Noviembre te pasaras por aquí y así pudieras hablar con la orientadora sobre tu situación. Muchas gracias, un saludo." Era una copia del email que recibí. Se me había olvidado por completo que tenía que ir mañana, pero según me dijo mi tía podría ir durante toda la mañana. Volví a la cama y arropé a Eli de nuevo.
* * *
SwS sonaba a todo volumen. ¿Aparecían hasta en mis sueños? Y, ¿me daban golpes en el brazo? Abrí los ojos. Eli me estaba dando en el brazo para que apagara mi móvil, qué mal, olvidé cambiar la alarma.Abbie- Lo siento- Le dije, bajito.
Elisa- Buenos días- Me respondió, sonriente.
Le sonreí también. Nos miramos durante apenas cinco segundos, pero pude apreciar la cara tan adorable que tenía de recién levantada.
Elisa- Voy al baño- Dijo, intentando levantarse, pero volvió a caer en la cama.
Me reí- ¡Voy yo primera!- Y corrí a cerrar con pestillo. Éramos dos crías.
Me cambié de compresa, me lavé la cara e intenté hacer algo con mi pelo, no estaba muy rizado pero sí algo ondulado. Cogí la plancha y salí de ahí.
Abbie- Baño libre- Le dije, pero no la vi por ningún lado- ¿Eli?
Elisa- ¿Sí?- Respondió, aún con su voz de dormida. Yo en cuanto me lavo la cara entro en acción- Estoy aquí- Añadió.
Me acerqué a mi armario y la vi mirando mi ropa.
Elisa- Si no quieres que te coja nada tendrás que subir tú a por ropa mía. Y no es que no me guste ésta, porque me mola, si no que prefiero no ir de gótica hoy.
Abbie- Tía, eres una exagerada- Le dije sonriendo-, no soy gótica, soy una mezcla heavy con ropa de tío.
Elisa- Pues esa mezcla es la puta hostia- Dijo, como para ella. Mi corazón dio un pequeño bote. Suspiré y cogí unas zapatillas de estar por casa.
Abbie- Voy a por tu ropa, fea.
Elisa- ¡Trae también la mochila!- Dijo, cuando estaba ya en la repisa.
Menos mal que habíamos dejado la ventana de su cuarto entreabierta. El cuarto estaba igual que anoche, nadie había entrado. Fui a su armario sin hacer ruido e inspeccioné su ropa. Elegí unos vaqueros claros, una camiseta azul que decía la típica frase "Music on. World off." pero de todas formas me gustaba. Y encima una sudadera morada que le había visto bastante. No creo que se la quitara, ya que hoy hacía mucho frío. Le cogí la chaqueta de la percha, sus convers falsas y la mochila. Joder, deberían pagarme. Cuando llegué a mi cuarto ya eran las 7:26 a.m.
Cogí mi ropa y me fui corriendo al baño. No pensaba arreglarme para ver al director del instituto. Me puse los vaqueros viejos grises, ya que los negros estaban sucios, y encima decidí mi camiseta blanca de rayas, parecía simple pero caía de una forma muy chula. Como era gorda, saqué la cazadora negra para ponermela después.
Al entrar al salón me llegó olor a cereales y leche. Ñam.
Tita- ¡Buenos días!- Me saludó, ya ordenando su bolso.
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¿Cuándo se acabará esta soledad?
RastgeleBegoña, una chica de 14 años a la que todos llaman Abbie. Es muy tímida y antisociable. Nadie sabe sobre su pasado. Además, tendrá que mudarse a una ciudad que apenas conoce. ¿Será esto un final o un principio?