¿Amiga?

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Capítulo 4: ¿Amiga?.
Alex.
Lunes, 5:00 am.

Tenía que levantarme para un nuevo inicio de semana y un nuevo día de aburridas clases en el horrible instituto.

Luego prepararme y desayunar salí de casa camino al instituto, tomando el camino corto pues la pereza se sobreponía ante mi deseo de paz y tranquilidad.

Al llegar caminé por los pasillos en dirección hacia el salón de mi primera clase; historia.

Entré en el aula y me dirigí hacia el asiento que más me gustaba, pero éste ya se hallaba ocupado.

Ocupado por una chica.

Una chica de cabello largo, lasio, castaño chocolatoso, amarrado con una coleta de lado; se me hacía levemente familiar pero al estar viendo ella hacia la ventana sólo me era posible analizar su pefil. Tras unos treinta segundos analizándola regresé al mundo real y opté por llamar su atención aclarando mi garganta.

—¿Hm? –ella balbuceó volviendo su rostro.

Su brillante mirada se encontró con la mía y no logré hacer nada más que sonreír al reconocerla.

—Hola, chica sin nombre –saludé–. ¿Qué haces aquí?

—A partir de ahora estudiaré aquí –sonrió.

De un momento a otro y sin que me inmutara Cris apareció en el aula sorprendiéndome.

—¡Hola! –saludó alegre como siempre era.

Ambos correspondimos su saludo.

—¿La conoces, Alex? –Briana preguntó apareciendo de la misma manera que su hermano, sorpresivamente.

—¿Pueden dejar de aparecer así? Un día de estos me va a dar algo –me quejé, los tres rieron– Y si, algo así. Es una rara historia. Resumiendo: nos conocimos en una cafetería que está relativamente cerca de mi casa. Pero, la señorita que de paso está sentada en mi asiento –la miré–, no quiso decirme su nombre. Así que es la chica sin nombre.

—En primera: cállate. Te di mi número y no me escribiste –se quejó–. En segunda: ¿éste es tu puesto? Entonces me moveré.

Tomó sus cosas y las pasó hacia adelante, posteriormente ella se movió dejando mi asiento libre.

Agradecí.

Cris y Bri volvieron a verse con expresiones de extrañeza; estando a punto de ellos formular pregunta apareció la profesora de historia.

Quien daba bastante miedo, si cabía mencionar.

—Silencio, por favor –pidió–. Gracias. Clase, hoy se une a nosotros una nueva estudiante. ¿Querida, quisieras presentarte?

La profesora dirigió su mirada hacia la de cabello chocolate y posteriormente toda la clase hizo lo mismo, mirando expectantes.

Ella suspiró en derrota y se levantó del siento hasta caminar hacia el frente.

—Mi nombre es Ericka, Ericka Salgado. Se escribe con 'c' y 'k', no me pregunten por qué. Tengo dieciseís años casi recién cumplidos y soy también nueva en la zona, me mudé hace relativamente poco. Trabajo medio tiempo en una floristería que queda cerca del hospital psiquiátrico y a unas cuantas calles también del cementerio. Desde muy pequeña aprendí a ser independiente y valerme por mí misma sin importar las circunstancias, no me importa tampoco qué es lo que digan de mí. Me gusta ayudar a la gente y creo que ya he dicho suficiente. Gracias.

La profesora asintió satisfecha con la presentación de Ericka y luego habló.

—¿Alguien que quiera presentarse para que la señorita Salgado entre en confianza?

Without Colors. [EDITANDO-HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora